Personalidades lamentan muerte de Peter Bogdanovich

Bogdanovich, nacido en 1939 en Nueva York (EEUU), fue de los directores más importantes del Nuevo Hollywood de la década de 1970 y su legado comprende una veintena de títulos.

Foto: twitter.com/MovingImageNYC

Personalidades de Hollywood, como el guionista y director Guillermo del Toro, o la también directora, cantante y actriz Barbra Streisand, lamentaron este jueves la muerte del cineasta estadounidense Peter Bogdanovich, director de filmes como el clásico The Last Picture Show (La última película, 1971).

Streisand, quien fuera dirigida por el fallecido cineasta en What’s Up, Doc? ( Qué pasa, doctor,1972) dijo desde su cuenta en Twitter que Bogdanovich siempre le había hecho hizo reír y seguiría haciéndolo. “Que descanse en paz”, resumió. En tanto, Guillermo del Toro, en la misma red, aseguraba que había sido un querido amigo y un defensor del cine que dio luz a obras maestras como director, además de definirlo como “un ser humano genial”.

El cineasta tenía 82 años y, según su hija Antonia Bogdanovich, falleció poco después de la medianoche del jueves, por causas naturales, en su casa de Los Ángeles. Nacido en 1939, en Nueva York (EEUU), fue de los directores más importantes del Nuevo Hollywood de la década de 1970 y su legado comprende una veintena de títulos.

Aficionado al cine desde niño, inició su carrera artística en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), donde preparó una antología de películas sobre Orson Welles y Howard Hawks y a la vez fue forjándose como un prestigioso crítico de cine.

En 1964 se mudó a Los Ángeles e hizo su incursión en el séptimo arte como ayudante de dirección de Robert Corman, quien produciría su primer largometraje al que le siguieron documentales sobre los cineastas Howard Hawkes y John Ford.

A Tribute to Director Peter Bogdanovich

En 1971 comenzó el rodaje de The Last Picture Show, un drama en blanco y negro ambientado en Texas que consiguió los Óscar a mejor actor secundario (Ben Johnson) y mejor actriz secundaria (Cloris Leachman), además de seis nominaciones.

Pero, ese fue el preludio de una prolífica carrera sustentada por títulos como At Long Last Love (Por fin, el gran amor, 1975) y que se mantuvo hasta 2014, cuando lanzó su último trabajo, She´s Funny that Way.

Fue uno de los últimos directores del Hollywood más clásico y admirador confeso de Orson Welles y Howard Hawks. Cobró fama en los años setenta, para luego ser más bien reconocido como erudito, entrevistador y crítico de cine que no se contenía para emitir criterios como que la mayoría del cine actual “es una mierda” con su acumulación de explosiones, superhéroes y gente muriendo.

Por eso, no se reconocía en el Hollywood actual, por ser un sistema obsesionado con la taquilla y los efectos especiales, olvidando lo que él definía como “lo esencial: las personas”. Creía, de hecho, que en los últimos tiempos la creatividad era más fácil de hallar en la televisión que en el cine, y tal vez eso explica su intervención -en el papel de terapista de una terapista- en la mítica serie de Los Soprano, donde llegó a actuar en quince capítulos y a dirigir uno de ellos.

Efe/OnCuba

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