Peter Turnley se convirtió en 2016 en el primer artista estadounidense que expuso su obra en el Museo de Bellas Artes de La Habana, después de más de cincuenta años. Y era también la primera vez que un fotógrafo norteamericano realizaba una exposición personal desde que se fundara el museo en 1913. Se trataba de una exposición titulada “Momentos de la condición humana”, una retrospectiva de su obra, su mirada tan personal de las más diversas escenas humanas en noventa países, incluida Cuba.
En esas fechas, Turnley dijo en entrevista para OnCuba: “las fotografías que he hecho en Cuba durante los últimos 30 años son una reflexión sobre lo que he visto y sentido cuando camino por La Habana y Cuba. Lo que me impresiona tanto es el poder del espíritu de los cubanos, que me parece una esencia muy elegante, alegre, vibrante, perseverante, llena de esperanza y determinación, siempre con visión de futuro”.
El pasado sábado 19 de octubre Turnley estaba en La Habana durante los funerales de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, fallecida a los 98 años.
Turnley hizo extraordinarias fotos en el Gran Teatro de La Habana y luego en el Cementerio de Colón donde fue inhumado el féretro cubierto de flores blancas.
El fotógrafo fue al encuentro de unas imágenes irrepetibles que hablan sobre el dolor y sobre todo de la inaudita y extraordinaria admiración que el pueblo cubano, llano, siente por una de las más universales artistas que ha dado Cuba, y por su arte, el ballet clásico, celosamente cultivado en la escuela cubana y la compañía que Alicia fundó. Su gran obra.
“Miles de cubanos pasaron por delante de su cuerpo que se expuso en el Gran Teatro de La Habana. La danza es parte fundamental de la vida en Cuba, y la gracia es parte fundamental del carácter del pueblo cubano. Los cubanos también tienen una maravillosa apreciación de la importancia del arte y la cultura en la vida, y la pérdida de cada gran cubano es la pérdida de un hermano o hermana de todo el pueblo. VIVA CUBA”, así comentó el fotógrafo estadounidense en su cuenta de Facebook donde publicó sus magníficas fotos.
“Fue un día de gracia, belleza, emoción y memoria de un ser que personifica tanto de lo que es grande en el espíritu de Cuba y su gente.”
“Me despierto en una hermosa mañana de domingo en La Habana, Cuba. Estas mañanas, con una taza de espresso doble, son buenas para reflexionar y ordenar mis pensamientos. Ayer asistí al funeral de Alicia Alonso, la famosa bailarina y coreógrafa cubana. Mientras su féretro era llevado al cementerio, una multitud muy grande comenzó a aplaudir, y un hombre solitario comenzó a cantar en la multitud. El aplauso fue fuerte, y todo el mundo, incluyendo muchas personas que probablemente nunca conocieron a Alicia, gritaban al unísono, ‘Alicia, Alicia, Alicia’. Cuando su cuerpo fue puesto a descansar, se experimentó un momento de profunda celebración, no de tristeza, sino de respeto y orgullo y dignidad alrededor de una vida bien vivida. La primera palabra que me viene a la mente esta mañana es ‘honor’. Ninguno de nosotros es perfecto, pero tenemos diariamente la oportunidad de tratar de vivir la vida con honor y dignidad, y de tratar a todos, como nos gustaría ser tratados. Vivir la vida con honor requiere coraje. El coraje más importante no se trata de enfrentar los extremos, se trata de ser decente para todos, todos los días, y de elegir bailar a lo largo de la vida con la cabeza arriba, con una sonrisa en la cara, escuchar la música de la vida, y hacer una obra maestra. Cada oportunidad hay que usarla para bailar con alegría y también con honor. Alicia lo hizo. Sin duda, voy a seguir tratando de hacerlo en mis maneras más humildes. Deseando a todos un hermoso baile hoy, ¡con honor!”
Bravissimo!!