Poseedor de una extensa hoja de servicios en la prensa cubana, el fotorreportero Raúl López Sánchez falleció este sábado en La Habana a los 78 años víctima del coronavirus.
Nacido en Camagüey, trabajó durante más de cuarenta años en el diario Granma. Su lente captó imágenes de todos los ámbitos de la sociedad, aunque fue en la fotografía deportiva, sobre todo en disciplinas como el béisbol, donde alcanzó más notoriedad.
Se destacó también por su entusiasmo por el deporte en la Liga de Softbol de la Prensa, que tuvo en él a uno de sus más activos participantes desde sus orígenes en el torneo interdepartamental del diario Granma en los años 80.
Perteneció a una familia de destacados fotorreporteros junto a su hermano, Ricardo, también fallecido, y su sobrino e hijo de este, Ricardito.
Despues de su entrada al diario Granma realizó diversos oficios hasta ingresar en el Departamento de Fotografía. Cubrió diferentes eventos nacionales e internacionales, algunos en el exterior, y alcanzó diversas distinciones por su obra.
“Paz y luz eterna para mi tío Raúl, otra víctima del fatal Covid. Ya estará junto a mi padre creando imágenes y soñando béisbol”, escribió su sobrino López Hevia en Facebook al dar a conocer la lamentable noticia.
Orfilio Peláez, uno de sus colegas del Granma durante décadas, escribió: “La noticia de su fallecimiento me ha afectado mucho, cuestionado por algunos debido a su forma de ser de nunca callarse ante lo que consideraba una arbitrariedad o algo mal hecho, Raúl López pertenece a la generación dorada de aquellos periodistas y fotorreporteros que consagraron sus vidas al diario Granma”.
La periodista Sonia Sánchez, quien trabajó durante más de diez años en el diario, señaló a OnCuba: “fue un colega con el que se trabajaba muy bien en equipo, era muy dado a ayudar. Fue muy buen fotógrafo y sabía dónde estaba la imagen que había que conseguir”.
“A Raúl me unió una estrecha relación profesional y de amistad. Estuvimos juntos durante cuatro años de forma permanente en la microbrigada (éramos solo cuatro de la redacción los que tuvimos que dejar la máquina de escribir y la cámara para garantizar la vivienda. Los otros eran Sergio Valiente y Arnaldo Musa)”, recuerda el experiodista de Granma Miguel Hernández.
“Durante el tiempo en que estuve de editor deportivo, que incluyó la época de los Juegos Panamericanos de La Habana, conseguí tener fijos a Raúl y Ricardo en la redacción deportiva e hicimos un gran equipo. El producto profesional de esos Juegos en imágenes y textos así lo confirma”, dijo.