El barítono cubano Ramón Calzadilla, considerado una de las voces líricas más importantes de la isla, falleció este sábado a los noventa años, en México, donde residía.
Calzadilla fue uno de los barítonos más famosos y de larga trayectoria escénica en la isla, recordaba el portal Cubaescena poco después de difundida la noticia. El Consejo Nacional de las Artes Escénicas lamentó el fallecimiento.
Calzadilla nació en La Habana. Inició estudios musicales en el Conservatorio Hubert de Blanck y recibió clases de Canto con la mezzosoprano ucraniana María Pissarewskaya, recordó Cubaescena.
Posteriormente, y según esta biografía, cursó estudios de especialización en ópera y canción de concierto, en la Academia de Santa Cecilia, en Roma, con el maestro Giorgio Favaretto.
También estudió en el conservatorio Ciprian Porumbescu de Bucarest, con la profesora Martha Joja. En Roma adelantó además estudios particulares con el maestro Rodolfo Ricci.
De 1960 a 1980 integró el elenco de la Ópera Nacional de Cuba como Barítono solista y entre 1980 y 1991 se integró a la agrupación de Música de conciertos.
De sus premios en esta época, el periódico El Sol de Cuernavaca recuerda que en 1960 obtuvo primer Premio del Concurso Internacional de Canto Beniamino Gigli y el premio del jurado en el concurso Ciudad de Roma en Italia. En 1962, ganó el Primer Premio del Concurso Internacional de Canto en Tolosa, Francia.
Trabajó en teatros de ópera y se presentó en salas de concierto en Cuba, así como de países como Canadá, Estados Unidos, Alemania, Polonia, Italia, España y México.
También fue profesor de canto en la Escuela Nacional de Arte (ENA), y en 1977 fundó el Departamento de canto del entonces Instituto Superior de Arte (ISA), labor que desempeñó durante 14 años.
Sobre su trabajo, la crítica ha señalado que “dio pruebas de poseer un remarcable dominio musical, un maravilloso registro agudo y buena técnica vocal. Conquistó audiencias con su perfecto conocimiento de estilos musicales, interpretando piezas en sus idiomas originales y con una perfecta dicción”.
Subraya Cubaescena que Calzadilla fue un “impulsor decisivo en el desarrollo del arte lírico en varios países de América Latina”, donde se destaca la consolidación de la Nueva Ópera de Colombia y sus labores como docente en el Centro Morelense de las Artes, en Cuernavaca, México, país donde también impartió talleres y clases magistrales a lo largo y ancho de su extensa geografía.
Allí, junto a los maestros Jesús Suaste y Alejandro Vigo, fundó y dirigió el Grupo Lírico Morelense, conformado por jóvenes cantantes que fueron sus alumnos. Y durante varios años, se presentaron en importantes escenarios del estado, precisa El Sol de Cuernavaca.
El barítono vivió sus últimos años delicado de salud, pero “continuó con su importante labor, impartiendo clases particulares para seguir formando generaciones en la música, que fue otra de sus grandes pasiones además de subirse al escenario y deleitar al público con su esplendorosa voz”, recuerda el medio mexicano.