Luego de terminar sus estudios en la Escuela Nacional de Arte, Rosario García (Charito) se incorporó como bailarina al Ballet de la Televisión Cubana. Entonces quiso llevar a escena otros ritmos, y enrolarse en un proyecto propio donde pudiera desarrollar sus iniciativas.
Por eso creó en 2012 Havana Queens, compañía cubana de espectáculos con repertorio que inlcuye el break dance, un estilo urbano muy relacionado con el hip hop, que surgió en las comunidades afroamericanas de Nueva York.
Desde el inicio, Charito pretendió fusionar la música cubana con ritmos extranjeros, y aunque ha logrado mantener esta misma línea artística, la Havana Queens busca nuevas tendencias y estilos que beneficien la puesta en escena y la calidad del show.
Los géneros más utilizados en sus espectáculos varían desde el son tradicional, la música campesina, la rumba, la salsa, el hip-hop, la electro-fusión, la balada, la música flamenca, o la música clásica.
Durante seis años consecutivos, Havana Queens se han presentado en escenarios de Cuba y en países como Alemania, Suiza, Estonia, Suecia, Rusia y Austria. Además, ha colaborado en múltiples videos clips con artistas y agrupaciones de renombre, entre los que sobresalen Buena Fe, Alexander Abreu y Havana de Primera, Juan Formell y los Van Van, Sexto Sentido, Paulo FG, Pancho Céspedes, Qva Libre, December Bueno, o Elito Revé y su Charangón.
La compañía fue nominada por Live Entertainment Award como el Mejor Show del 2015 en Alemania, con el espectáculo Havana Night; y en 2016 participó en la película alemana Traumschiff, producida por National TV Alemania “2DF”. Fue, además, premio Enrique Almirante 2017 como mejor Espectáculo de Variedades, otorgado por la Agencia de Representaciones Caricatos.
¿Cuáles son las ventajas de dirigir en Cuba una compañía como Havana Queens?
Es difícil, porque somos totalmente autofinanciados. Sin embargo, eso me permite realizarme creativamente en mis coreografías, presentarme en los espacios que desee, y trabajar para el público sin las imitaciones que imponen determinadas instituciones. Además, las ganancias se pactan con los clientes directamente y eso me evita intermediarios que pretendan un pago menor por nuestros servicios.
Las desventaja de esta libertad consiste en que debo buscar constantemente espacios de presentación, hacernos de un público continuo, así como de las vías adecuadas para darnos a conocer. Todo eso les resulta muy difícil en Cuba a las compañías independientes. Las instituciones priorizan, financian, promocionan y dan trabajos a quienes están en sus catálogos. Por otra parte, las cuestiones económicas corren por nuestra cuenta: el pago a los bailarines, el transporte, las promociones, las luces, los vestuarios…
¿Sucede igual con los medios de comunicación?
Los medios de comunicación han tenido interés por nosotros ocasionalmente; pero ha sido siempre luego de algún logro importante o de una presentación con músicos reconocidos. Los medios cubanos son pocos, y la poca conexión a Internet debilita mucho la oportunidad de dar a conocer nuestros eventos como quisiéramos. Yo desearía poder contar más con ellos como parte de nuestra evolución.
Nuestra compañía ha logrado una mayor cobertura fuera de Cuba, gracias a la promoción que hemos recibido de instituciones extranjeras y al apoyo de las redes sociales.
¿Cómo podrían darse a conocer más dentro de Cuba?
A través de una promoción continua y con una mayor presencia en los espacios más populares y visibilizados de la televisión. A nosotros nos invitaron a las dos temporadas del afamado programa Bailando en Cuba; pero nos cancelaron. También sería muy oportuno presentarnos en más lugares, como teatros, hoteles, cabarets y centros culturales.
¿Cómo eres a la hora de seleccionar los bailarines?
La compañía convoca anualmente a audiciones para jóvenes recién graduados de las escuelas de bailes del país, bailarines experimentados, o jóvenes con formación empírica que brinden innovaciones al repertorio más académico.
Pero en cualquier caso, un bailarín de Havana Queens debe tener pasión por la danza, disciplina, talento, ser creativo y estar abierto a aprender nuevas técnicas y experimentaciones.
En total somos 25 bailarines, pero esta cifra varía en dependencia de las necesidades de los espectáculos. Actualmente somos 13 mujeres y 12 hombres; pero me gustaría que la compañía se ampliase a un gran formato de 60 bailarines, en conjunto con una orquesta de buenos músicos cubanos que tocara con nosotros en vivo.
¿Cómo estás al frente de un numeroso grupo de jóvenes que rondan casi tu misma edad?
Es una labor difícil pero satisfactoria. Implica lograr la confianza de todo un equipo, tener claros los objetivos y el destino de la compañía. También he aprendido a confiar en las opiniones de los bailarines y aprender de ellos. El respeto, la disciplina y la armonía dentro del grupo son fundamentales para liderar un conjunto de jóvenes que en algunas ocasiones han sido mayores que yo en edad y experiencia.
¿Qué está haciendo Havana Queens actualmente?
En este momento tenemos en escena el show Bus stop to party, que dura poco más de una hora, y narra la vida cotidiana de los cubanos y su capacidad para enfrentar los problemas con la alegría y la naturalidad que nos caracteriza. El espectáculo se presenta con una frecuencia de tres veces por semana en el complejo cultural Paparazzi.