La admiración por su hermano lo llevó a incursionar en el atletismo, pero desde que Leonardo Benítez subió por primera vez al escenario con la compañía de teatro Olga Alonso, sintió que su vida estaría ligada a la actuación.
Desde que inició su carrera en el mundo de la interpretación ha roto barreras con su talento. Ha sido parte de espacios muy conocidos de la televisión cubana, como los policiacos Tras la Huella y Patrulla 444, la serie Enigma de un verano y las telenovelas Tú y Latidos compartidos.
Armado con una personalidad arrolladora, el actor también ha tenido un amplio recorrido en el cine. Su versatilidad lo ha convertido en uno de los rostros más conocidos de nuestros medios de comunicación.
Algunos críticos te consideran un actor arriesgado. ¿Lo eres por decisión o por obligación?
Me gustan los retos, disfruto interpretar y darles vida a seres humanos con personalidades diferentes a la mía. Me apasiona descubrir y buscar recursos para armar los personajes que me proponen los directores con los que he trabajado. Siempre me involucro en la conceptualización de la obra. Esto me permite reunir buenas herramientas para interpretar. No me gusta encasillarme; busco la manera de distinguir un trabajo del anterior. Me gusta ponerle mi sello a cada cosa que hago.
Eres un actor versátil: cine, teatro, televisión. ¿Qué te provoca en particular en cada uno de estos medios?
Cada medio tiene sus características. He transitado por todos y los he disfrutado. Interactuar y nutrirme de los directores que me han orientado me ha moldeado y ha sacado lo mejor de mí.
El teatro es una escuela que deben transitar los actores en algún momento de sus vidas. Los inicios de mi carrera fueron en la compañía del maestro Humberto Rodríguez. Luego tuve la dicha de pertenecer al grupo Teatro Estudio de la gran Raquel Revuelta. Este es un medio de sacrificios que te ofrece las herramientas necesarias del oficio y te aporta mucho, tanto como ser humano como en el ámbito profesional.
La televisión te da mucha visibilidad; pero si tuviese que elegir, me decantaría por el cine, porque me siento cómodo y es el medio que más he trabajado.
¿De qué depende que aceptes un proyecto?
La propuesta tiene que atraparme. Me gusta sentir que formo parte de una obra de gran valor artístico, de algo que va a trascender y perdurar en el tiempo.
En nuestro país no se producen tantos dramatizados en el año y que te tomen en cuenta quiere decir que valoran tu trabajo.
Pero si no siento que la propuesta vale la pena, prefiero dedicarme a otras cosas y esperar a que me llegue una oportunidad de crecimiento profesional.
¿Alguna aptitud o cualidad es indispensable para dedicarse a la actuación?
Creo que lo más importante es ser sincero. Es una profesión que trabaja con las emociones, en la que siempre estamos expuestos a la crítica. Si no estás bien preparado mentalmente, te pueden afectar algunas cosas.
Desde mi experiencia, mostrarse natural, hacer las cosas de corazón e ir de frente son aspectos que siempre van a decir mucho de una persona, sea cual sea el ámbito en el que se mueve.
Interpretar a Maykel Junior en la telenovela Latidos compartidos te convirtió en un actor reconocido a nivel nacional. ¿Tu popularidad se consolidó con este protagónico?
Aunque antes de Latidos compartidos había realizado otras cosas, el de Maykel Junior fue el personaje que me conectó con el gran público. Inicialmente generó polémica; pero después logró la aceptación de la audiencia.
Es sorprendente la trascendencia de este dramatizado. Todavía me paran en la calle para hablarme del personaje que interpreté y he sabido que muchos padres les han puesto Maykel Junior a sus hijos por la telenovela.
Muchos te compararon con el actor brasileño Lázaro Ramos luego del estreno de Latidos… ¿QUé crees sobre eso?
En nuestro país, la mayoría de los roles protagónicos en dramatizados la tienen actores blancos. Interpretar a Maykel Junior fue un proceso complicado, porque fue concebido inicialmente para un actor blanco.
La confianza y la firmeza del director Felo Ruiz permitieron que se me otorgara finalmente la oportunidad, en la que demostré que era capaz de defender el protagónico.
La comparación con Lázaro Ramos, que también es un actor negro de éxito mediático en Brasil, viene de ahí.
¿Cómo lidias con las extensas jornadas de grabación de telenovelas y audiovisuales en sentido general?
Los rodajes son procesos extensos que duran prácticamente todo el año. Cuando estás grabando, tienes que estar todo el tiempo disponible. Si grabas hoy, cuando llegas a la casa tienes que prepararte para el día siguiente.
Soy exigente con los proyectos en los que trabajo y cuando decido aceptar una propuesta me involucro en todo sentido. Me enfoco en lo que estoy haciendo y me dedico al máximo para que el trabajo quede con la mayor calidad posible.
Si tuvieras que recomendarle a alguien un dramatizado en el que hayas trabajado, ¿cuál sería y por qué?
Muchas personas pensarían que Latidos compartidos; pero en realidad con el trabajo que he quedado más complacido es con Salvando al General (2013), donde pude interpretar a Tomás, un personaje enrolado en un acontecimiento histórico.
¿Ser cantante es un sueño cumplido?
La música es algo que ha estado presente en distintos momentos de mi vida. Incursioné en el rap acompañado por un gran amigo; después, en el canto lírico. Aunque no lo hago profesionalmente, es algo que disfruto y que de alguna manera ha aportado a mi trabajo como actor.
Recientemente tuve la posibilidad de retomar el canto cuando el director Lester Hamlet me invitó a interpretar a Tomás en la telenovela Tú.
Te hemos visto conduciendo espacios de participación. ¿Cómo fue la experiencia en el concurso Bailando en Cuba?
Cuando me llegó la propuesta de formar parte de la primera temporada de Bailando en Cuba estaba pasando por una situación familiar delicada. No me visualizaba en un espectáculo, pero mi familia me motivó a encarar el nuevo reto y lo hice con el apoyo de mis compañeros Camila Arteche y Carlos Solar.
¿Qué sugerencia darías a los actores que están empezando?
Que no paren de intentarlo y que se preparen; de ese modo, cuando llegue la oportunidad, estarán listos para aprovecharla.
En este oficio hay que estar enfocados, ser constantes, tener disciplina y siempre dar el máximo en cada cosa que uno hace.
A veces uno se desespera y quiere las cosas a la primera; pero todo tiene su momento y si se hacen las cosas bien lo demás es cuestión de tiempo.
¿Tienes claro el recorrido que quieres seguir en tu carrera?
Tengo claro que quiero seguir vinculado a esta profesión que me ilusiona. Me gustaría seguir conectado con el público, que siempre me apoya y me da muestras de cariño. Quiero que tengan la posibilidad de verme en diferentes facetas. Hay proyectos en desarrollo que deben concretarse próximamente, así que me verán defendiendo otros personajes, con el mismo cariño y entrega de siempre.