La Feria Internacional del Libro es, dicen, el acontecimiento cultural más importante que sucede en Cuba. Cada año son muchos los que esperan tal suceso que se extiende a todas las provincias del territorio nacional. La Feria se convierte en un espacio donde además de la literatura, confluyen otras manifestaciones artísticas. Son muchas las luces que posee pero también son varias sus sombras.
“Se me han quitado los deseos de volver a venir”, comenta Dora mientras acaricia la cabeza de su hija pequeña. “Las cosas están muy caras con precios altísimos, si esto se hace para el pueblo las cosas deberían ser más baratas porque no todos tienen 5 CUC para comprarle un libro de colorear a un niño”.
“Hemos pasado mucho trabajo para llegar aquí —sigue narrando— Uno sale para por lo menos darle una vuelta a los niños y al final se te quitan los deseos de hacerlo. Yo sé que es una Feria Internacional pero deberían poner los precios más asequibles a la población, si te das cuenta la mayoría de las personas salen sin libros en las manos porque nadie los puede comprar” y su molestia se hace más notable mientras me cuestiona: ¿Te fijaste?
Quien por estos días ha tenido la posibilidad de llegar hasta la fortaleza de La Cabaña ha podido presenciar escenas dignas de una película de catastrofismo. Peleas, gente gritando, empujándose, niños llorando, el tráfico paralizado en ocasiones y hasta una masa de personas enfurecidas capaces de hacer detener un ómnibus articulado, forzar sus puertas y abordarlo violentamente. Todo esto en contradicción con lo que se supone sea un espacio para el esparcimiento y la cultura, donde supuestamente deberían primar la cortesía y los buenos modales.
Vladimir trabaja en estos días en uno de los stands de una editorial extranjera. Es un joven filólogo, editor en Ediciones La Luz y para quien “la Feria es sobre todo el espacio que la gente escoge para pasear los fines de semana, comprarse algún poster de futbol y para comer” a lo que suma que “los libros son los mismos de siempre, la salvedad este año es Ediciones Unión porque por los 50 años de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba han publicado varios de sus premios a lo largo de estos años”.
“Hace algún tiempo vengo observando que más allá de las voluntades de quienes están involucrados en la realización de esta fiesta de la literatura como se le hace llamar también, a la larga es más bien un carnaval con pretexto de libros”, afirma el escritor, periodista y crítico Antonio Enrique González Rojas.
“Yo me pasé un día entero en La Cabaña y por el número de gente que acude te hace pensar que es un éxito rotundo, pero cuando uno se pone a analizar lo que la gente está consumiendo contra lo que se promociona, se jerarquiza y se pretende que se consuma, te das cuenta que no funciona. El hit parade de la Feria son los afiches de futbol, las artesanías y otros artículos, algo que a la larga denota un pueblo no lector”, asegura quien en algún momento fue presidente de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos.
Al arribar a su edición 25, la Feria tiene a Uruguay como país invitado de honor y está dedicada a Rogelio Martínez Furé y Lina de Feria. Por primera vez una de las personalidades a las que está dedicada la celebración, en este caso la poetisa Lina de Feria, no posee el Premio Nacional de Literatura.
Este año, sin embargo, la industria Poligráfica no hizo su parte para garantizar el éxito del evento: una gran parte de los nuevos títulos correspondientes a fines de 2015 e inicios de 2016 estarán saliendo en los meses de marzo y abril, ya superado el espacio de la Feria habanera.
Quizás sea difícil saber cuántos ejemplares se venderán de los cuatro millones que se ofertan este año. Algunos lamentarán una lucidez disminuida en esta fiesta de muchos y otros la seguirán considerando valiosa y variada. Es también lo que tienen los eventos tan grandes, no suelen dejar opiniones indiferentes.
La oferta de libros en CUC para niños es criminal, los más baratos valen 0.50 CUC y tienen 4 páginas para colorear. Libros de cocina en 7 CUC, diccionarios en 8 y 10 CUC. Yo no tuve el valor de hacer semejante inversión. El domingo 14 las personas que querían “ayudar al pueblo” cobraban 2 CUC por persona para cruzar el túnel. En fin … !!!! Sin coemntarios !!!!
Felicidades para la poetisa Lina de Feria! Recuerdo su frase poética ” huesito neutro”
y el Poema a Gala, es gigante.
En este país desgraciadamente ,todo se ha convertido en un negocio, dinero y mas dinero, y el que sale perjudicado son los ciudadanos de a pie,no me gasto yo 7 cuuc en un libro de cocina aunque pueda,y lo mas triste es que el gobierno no hace nada por evitar esto,de socialismo solo queda el nombre y lo poquito que dan en la libreta de abastecimiento
Si los libros de cocina valen 7 cuc, los ingrdientes de las recetas de ese libro cuanto costaran , jajajajjaja, se veran horrores
Si en eso que narra el articulo y lo que opinan los lectores se ha convertido la Feria del Libro, arreglados estamos. Que vergüenza.
y como se ha hecho costumbre las personas todos los desechos lo tiran al suelo, despues están caminando entre papeles y latas vacias pero no les importa!!!…y por lo general los que más lo hacen le echan la culpa a la falta de cestos de basura….el fin de semana fui a un parque en Pinar del Río y pasó lo mismo, cestos por todas partes y las personas lanzandolo todo al suelo, deberían existir leyes más severas para aquellos que no conocen lo que es tener educación cívica.
Lamentablemente cierto, yo me vi obligada a ir un domingo a la Feria, (siempre procuro que sea día entre semana, pero esta vez no pudo ser), y lo que vi allá no tiene nombre. Se quedan cortas las fotos publicadas en este artículo, aquello era LA MASACRE.
-Cola de una hora para tomar los ónmibus (de pie, yo no aspiro a hacer un viaje de 1 km sentada).
-Desde que me bajé de la guagua fui tropezando con gente, por toda la calle de entrada a La Cabaña y una vez en su interior. La masa humana era compacta, como en el peor de los P5. Evidentemente la Feria ya no cabe ahí.
-Esa misma masa humana me fue atormentando y quizás no entré a todos los stands que debía, pero la verdad vi muy pocos libros que, en mi criterio, valiesen la pena (tengo un gusto exigente pero a la vez bastante amplio). Eso sí, muchas agendas de Barbie, muchos afiches de Messi, muchos lapiceros brillantes con plumitas y álbumes de calcomanías. Todo al precio que ya saben.
-Una música atronadora por todos lados, y no precisamente culta ni relajante.
-Es mucha verdad que la mayoría se fueron sin libros de ningún tipo.
Estuve el domingo 14 en la feria y pude presenciar escenas lamentables. Acceder a la cabaña fue como estar en un campo de batalla donde el frente 1 hacía todo lo posible por acceder al lugar y el frente 2 todo lo contraio, salir. Me he llevado la peor impresión de la organización de este evento porque el acceso al lugar evidentemente está implícito en las acciones de organización de un evento como éste. Es cierto que la cortesía y los buenos modales se ausentaron, pero es de suponer que donde concurren miles de personas entrando y saliendo por el mismo lugar en un mismo espacio de tiempo ocurriera toda clase atropellos. Me pregunto dónde estaban los agentes del orden u otras personas designadas al efecto para permitir el acceso expedito al lugar. Los organizadores deben replantearse alternativas de acceso y salida de la cabaña, sobre todos los días de más aglomeración como sábado y domingo.
La noche no se escapó de escenas lamentables…Cuando las personas se disponían a coger las guaguas en el punto de recogida simplemente permanecían cerradas y se desplazaban a otro punto. Finalmente pude llegar a la casa con la ayuda de los boteros que se embolsaron ese día unos cuantos CUC.
Ahora es que esto empieza, ya la literatura dejara de ser subversionada por el estado o ministerio de cultura ,para convertirse en una fura de obtener ganancia a toda costa. lo que antes fue un logro de la revolución, ahora es el horror”de no poder acompañar mas al pueblo” soy de la opinion de que quiten esa Farsa del Libro… hace muchos años que dejo de ser novedosa para convertirse en algo obligatirio.
Lisa, la cosa no es tirar el sofa por la ventana y cerrar la Feria. Ferias del Libro las hay en todo el mundo y La Habana se merece una. Lo que hay que criticar es la desorganizacion y el descontrol en una actividad que atrae a mucha gente. La Feria del Libro debe ser para los amantes de los libros, no para ir a escuchar regeton o merengue a todo meter, o tratar de matar el hambre del dia con chucherias y comidas que bien se pudieran encontrar en otros lugares. Si se empieza a cobrar la entrada en CUP iran solo los que realmente buscan libros y con ese dinero se puede mejorar la organizacion de proximo evento y dejaran de ir aquellos que van solo por pasar el tiempo en algo novedoso.
Recuerdo siempre que de niño, ya que despunté como ávido lector, aguardaba con impaciencia el mes de febrero, para asisitir a la Feria Internacional del libro, arrastraba a mi madre que en aquellos entonces me llevaba de la mano, por el pabellón infantil, que aunque hacían actividades para niños, yo iba con la marcada intención de comprar libros, a pesar de que aunque sea comprase un libro de Herminio Almendros, de Dora Alonso, aunque siempre miré con ansias los libros de Harry Potter, que nunca, compré, era feliz. Y luego de crecer, y ser adolescente y jóven, busacaba a Eduardo Galeano, Daniel Chavarría, o Leonardo Padura, y realmente sentía gusto, de que hubiese su colita repetable, esperando a comprar los libros de esos autores, que los que acostumbran visitar la feria devora, y rebuscan cada año.El año pasado, me sentí, muy mal desde que entré. El gentío, los aparatos inflables para niños, me hacía sentir que estaba en una feria, pero absolutamente no de el libro. Hoy en día las colas se hacen por las cuquitas, libros de colorear, los afiches de mesi, barbie, o de los actores de las series coreanas de turnos, pero libros, verdaderos libros, ninguno, realmente no creo que los que veneden en moneda nacional sean demasiado caros, pues reconozco el ezfuerzo que se hace por que lleguen a cada feria, pero hay quien prefiere gastar 5,10, y hasta 20 cuc en artículos de poco valor cultural, puro consumismo, y no, me opongo a que la gente consuma, pero debemos pensar, que es una feria del libre, donde el buen amigo, de páginas grandes o pequeñas, hace años perdió protagonismo. Por lo que veo este año, ni siquiera me presentar,e en la cabaña, como sol,ia hacer desde que tengo uso de razón, me quedará esperar hasta que en alguna librería cercana, saquen un título interesante, y sin tanata matason, ni bullicio, degustaré de la buena literatura de siempre, al menos hasta que la FILH, recuopere su esencia de antaño, creo que Cuba lo necesita hoy, más que nunca, me parece que es la mejor manera de cultivar nuestro espíritu y una manera de salvar lo que quede de nuestra cultura.
Que pena.! Realmente es una disyuntiva para el pueblo, comer o leer? Ambas son necesarios pero el que tiene 5cu. El que los tiene y me refiero al pueblo trabajador, ese que vive de lo que gana y desea proporcionarle a sus hijos cultura o lo nucesario para vivir, opta por la mesa. Años atrás creí éramos educados, me equivoqué crece la decadencia de valores a pesar de saber que en las escuelas se inculca lo mejor que debe caracterizar al individuo pero muchos factores atenta y se prolifera todo lo contrario, que pena! A la Feria iba con mis nietos a comprar a Chamaquiles y otros modestos eran nuestros recursos sólo llegábamos a lo que el bolsillo a daba pero disfrutábamos el día en La Cabaña y después las lecturas. Aun ya, en otra tierra, lejos de esos encantos aunque,hoy no son como ayer conservo la colección de Chamaquile y el recuerdo do de recorrer el sitio con mis nietos tomados de la mano e igual multitud corriendo tras las guaguas. Ellos son jóvenes yo más vieja. Tengo fe en el mejoramiento humano de mi patria porque todo cambia y será para bien
En el otro comentario quise decir “ómnibus”. Mi error.
Lamentable que todavía a ese grotesco carnaval le llamen “Feria del Libro”, cuando la mayoría del público que asiste no va en buscas de libros. Lo más que se vende allí es comida, afiches de futbolistas, peluches, alarmas….para que persistir en el engaño??? Para decir que más de medio millón de cubanos asistieron a la “Feria del Libro”????? Por favor, si la gran mayoría ni sabe comportarse y demuestran la enorme falta de educación de muchos cubanos de hoy día.
Lamentable y triste que la Feria del Libro haya degenerado en esto….