Lina de Feria, una de las voces más originales y poderosas de la poesía cubana, acaba de recibir el Premio Nacional de Literatura.
Nacida en Santiago de Cuba en 1945, obtuvo el Premio David con Casa que no existía en 1967, compartido con el poeta Luis Rogelio Nogueras.
En 2016 le fue dedicada la 25 Feria Internacional del Libro de La Habana, en reconocimiento a su obra, que incluye no solo su poesía sino también ensayos de crítica literaria.
Tres años después llega este reconocimiento, a toda su obra, para quien estuvo durante 20 años sin publicar en Cuba, aunque sin dejar de escribir.
En una entrevista que brindó a Granma valoraba así su regreso: “en cuanto salgo con el deshielo, en el año 91, es con un libro que recibe el Premio Nacional de la Crítica inmediatamente. Era la poesía que yo había escrito, que había seguido escribiendo, o sea, para mí escribir es un sentido de vida, yo no lo puedo dejar de hacer.”
Lina de Feria fue jefa de Redacción de El Caimán Barbudo. Trabajó como redactora de la página cultural de Juventud Rebelde y como redactora de la emisora Radio Enciclopedia. Luego trabajó como asesora literaria en Güines (1986-1988) y como editora en la Editorial José Martí.
Su producción poética, copiosa e intensa, se caracteriza por el énfasis en la palabra, un proceso de decantación cualitativa que puede seguirse en sus libros A mansalva de los años (Ediciones Unión, La Habana, 1990), Espiral en tierra (Ediciones Unión, La Habana, 1991), El ojo milenario (Editorial Sed de Belleza, Santa Clara, 1995), Los rituales del inocente (La Rueda Dentada, Ediciones Unión, La Habana, 1996), A la llegada del delfín (Ediciones Unión, La Habana, 1998), El mar de las invenciones (Letras Cubanas, 1999), y sobre todo, en un clásico de la poesía cubana: Absolución del amor (Ediciones Unión, La Habana, 2005).
Ha figurado en distintas antologías en Estados Unidos, España, Francia, Gran Bretaña, Austria, Suiza, Checoslovaquia, México, Venezuela, Argentina, Chile, Uruguay, Nicaragua… y ofrecido recitales en Canadá, México y Estados Unidos.
Ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio de la Crítica en cuatro ocasiones. En 2015 recibió el Premio Maestro de Juventudes, otorgado por la Asociación Hermanos Saíz.
Sin dudas, muy merecido este premio a quien, al decir del poeta Roberto Manzano, es “una de las creadoras poéticas de mayor talento de la cultura nacional en el ámbito literario después de 1959”.
El cuento de la mujer
Para Ana González-Abreu
el cuento de la mujer que no padece
agrada a todo el mundo,
ha vuelto ana
y trae el pecho lleno de felicitaciones y las yerbas del camino hechas trizas por su oreja
como en un baño.
viene propicia para contagiarse entre los demás y ser el eje el disfrute
el abrevadero de las bestias todas, un banquete de rara atmósfera se prepara
y hay tantos ayudantes nobles y gratuitos
que teme haber conseguido la felicidad,
es una semejante al fin un miembro más de los caminos
y puede tomar el vaso y no sentir que las venas
van a ser picadas por ella misma en esa necesidad de dudar que antes admiraba,
mientras tapia la senda
ana no arde como un pájaro
y se aquieta más bien.
son una atrocidad su lengua su saliva su hueso sus ojos que se desprenden
y se pegan a todos los objetos dolorosamente.
ana no arde como un pájaro
ni es la mujer que por buscar
araña las paredes hasta la sangre.
se aquieta más bien.
y así mientras la miro
su mano cae
en la rodilla como una fruta reventada
y yo la miro y le hablo
del reino junto al mar de Annabel Lee
y ana se ovilla como un perro.
Felicidades, hermosa!