Casa de las Américas, dice, le había dado otras alegrías. Julio Cortázar y Rayuela se habían convertido quizá en esa suerte de mantra que todo buen escritor debe respetar. El Premio Iberoamericano de Cuento que desde hace 15 años lleva el nombre del narrador argentino, por su parte, se le había hecho difícil. Por eso, recibir este viernes –justo cuando ese enormísimo cronopio cumpliría 102 años– el galardón resultó para la escritora cubana Marilyn Bobes otra cosa, tal vez estratosférica, alucinante, propia del azar concurrente.
Marilyn Bobes, una de esas autoras que todos recordamos por su poemario La aguja en el pajar (Premio David en poesía) o la novela Fiebre invernal (Premio Casa de las Américas), obtuvo el galardón por su relato A quien pueda interesar, el cual “se adentra con gran sensibilidad y fuerza expresiva en los problemas sociales y éticos existentes en la Cuba actual y logra atraparnos hondamente con las reflexiones elocuentes de su protagonista”, según reza el acta del jurado.
“Resulta raro este premio”, dijo la también crítica literaria durante la ceremonia de premiación celebrada por primera vez en 15 años en la Casa de las Américas. “Cortázar es un autor que me acompañó desde mi adolescencia. Rayuela, por su parte, es un libro de culto, que me sedujo desde la primera página, aquel me hizo querer ser escritora. Como periodista, siendo muy joven y mientras trabajaba en la agencia Prensa Latina, entrevisté a Cortázar una vez. En aquellos tiempos, aun no sabía cómo operar una grabadora y recuerdo que Julio se mostró comprensivo, y supo ayudarme. Me dio una entrevista como si fuese una periodista experimentada”.
“Del relato apenas puedo adelantar algo, solo que está dedicado a ese amigo y gran narrador cubano que es Francisco López Sacha. A los más jóvenes, a aquellos que también enviaron sus textos, solamente un mensaje: Nunca se cansen. Más de diez veces he enviado mis cuentos a este concurso. Más de diez veces fallidas. Hasta ahora”.
En esta XV edición del certamen, el jurado –integrado por los escritores Mario Pellegrini, de Argentina, y Julio Travieso y Enrique Pérez Díaz, de Cuba– decidió además conceder una primera mención al relato Todo tranquilo y el viento adentro, de Mariana Travacio (Argentina), “por su excelente manejo de una trama de corte fantástico, que nos recuerda una zona de la cuentística de Cortázar y de Maupassant y su logrado desenlace que sorprenderá al lectores”.
También se otorgaron otras menciones: Alas de mariposa, de Rafael de Águila (Cuba); Dónde ocurrió el Big Bang, de Alejandro Suárez (Cuba); Efectos secundarios, de Raúl Flores Iriarte (Cuba); Mañana será otro día, de Fernanda García Curten (Argentina); Formas de no volver a casa, de Yanira Marimón (Cuba).
En esta oportunidad, al Premio Iberoamericano Julio Cortázar 2016, que se otorga hace 15 años coincidiendo con el natalicio del autor de Rayuela, fueron enviados alrededor de 200 relatos, cuyos países de procedencia fueron Cuba, Argentina, México, España, Estados Unidos, entre otros.
¡Felicidades Marilyn! Aquí, a la espera de A QUIEN PUEDA INTERESAR.