Eva Griñan es considerada por muchos un verdadera “Diva de la trova”, al menos en su natal Santiago de Cuba la tienen como tal. Escucharla cantar constituye un verdadero privilegio, aún con más de 60 años su voz conserva el don del encanto al entonar títulos antológicos como La rosa oriental, Pensamiento o Lágrimas negras.
Más de cuatro décadas dedicadas a la música la han convertido en dueña de un repertorio y posibilidades de interpretación que abarcan casi la totalidad de los géneros populares.
En su padre, el ya desaparecido trovador y compositor José Griñán, Eva tiene a una de sus máximas inspiraciones, tanto es así que a su único disco lo tituló como una de sus canciones, Pensando en ti.
¿Cuál es la formación de Eva Griñán?
Mi familla era de músicos, así que desde pequeña me sentí inclinada por el canto y muchas veces declamaba en el trabajo de mi padre.
Soy la menor de tres hermanos, pero la única que sacó las cualidades musicales de mi progenitor, ese ambiente en casa me llevó a escoger el canto como profesión.
Luego de participar en la Campaña de Alfabetización, realicé estudios en la Escuela Nacional de Arte con la profesora rumana Ana Talmaciano (ex cantante de la Ópera de Bucarest), y terminé mi etapa académica en el Centro de Superación para el Arte y la Cultura de Santiago de Cuba.
En 1967 ingresé en el Orfeón Santiago, que fundado por el maestro Electo Silva, constituye una verdadera cantera de cantantes y una de las más importantes formaciones vocales del mundo.
Fue una gran suerte trabajar en ese coro, allí aprendí mucho y resultó una gran escuela para mí. Gran parte de lo que es Eva Griñán hoy se lo debe al Orfeón Santiago y a Electo Silva.
¿Cómo llega Proposición 4?
En 1983 decidí irme del Orfeón porque quería hacer otro tipo de trabajo, al año siguiente paso a formar parte de un cuarteto que se llamó Proposición 4, con el que hice cosas muy lindas.
Durante el período que estuve en ese grupo, hasta 1999, grabaciones nuestras fueron incluidas en dos discos producidos por los Estudios Siboney de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), aunque nunca llegamos a tener el reconocimiento de formaciones similares como Los del Rey, Los Meme, y otros, pero hicimos un trabajo vocal muy interesante durante varios años acá en Santiago de Cuba.
Con Proposición 4 trabajé hasta que comencé mi carrera en solitario, principalmente cantando en shows nocturnos en cabarets, entre los que se encuentra Tropicana Santiago, del cual soy fundadora.
Eva y la trova…
Llegó un momento en el que tanta carga de trabajo me agotó, por lo que teniendo en cuenta la amplitud del repertorio y mis deseos de cantar otro tipo de canciones, digamos un poco más íntimas, decidí irme a la Casa de la Trova, donde comencé a trabajar las composiciones de mi padre.
Alguien me alertó sobre la necesidad de buscar a un guitarrista que me acompañara, un buen intérprete de ese instrumento resaltaría mi trabajo y le daría el definitivo aire trovadoresco que quería lograr. Así fue como llegué al maestro Gabino Jardines, que hacia unas dos décadas que no tocaba, y hace ya casi 15 años que trabajamos juntos.
Estoy en la trova porque siento que es el género que va con mi voz, la llevo dentro, es parte de mí. Además quiero dar a conocer la obra de mi padre, aunque puedo asumir cualquier género. Tengo un repertorio amplísimo, lo mismo canto algo venezolano, paraguayo, que un bolero de la década del 50 del pasado siglo.
Llego a 45 años de trabajo y he grabado un solo disco como solista. Fue con la EGREM en 2006 y se llama Pensando en ti, título de una de las composiciones incluida en el fonograma.
¿Sus compositores favoritos?
Mis compositores preferidos, los que más quiero y admiro, son Miguel Matamoros, que tanto hizo por Santiago de Cuba y la cultura nacional, Alberto Villalón, Sindo Garay, Manuel Corona, pero también disfruto cantar obras de Isolina Carrillo.
Entre los autores contemporáneos prefiero a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
Cuando canto doy amor y transmito fuerza, me da energías y es mi razón de existir, por eso no dejaré de hacerlo nunca, solo cuando la muerte lo disponga.
¿Qué representan Cuba y Santiago para Eva Griñan?
Cuba tiene un significado especial para mí, si yo fuera de otro lugar no cantara como lo hago. Canté fuera de mi país por primera vez en 2002, acompañada del maestro Jardines, en Barranquilla, Colombia, pero también en España, Francia y otros países de Europa, donde mi sello ha sido precisamente cantar como cubana, aunque paradójicamente no sea tan conocida en mi país.
Santiago de Cuba es como el aire que respiro, acá está mi gente, mi música, esta ciudad es como un suero de vida, por eso creo que voy a durar mucho.
Aún con esta edad tengo grandes aspiraciones como cantante y espero sorpresas agradables de la música. Quisiera llegar a ser como Compay Segundo, morir cantando a tan venerable edad, que me admiren y respeten igual que toda Cuba hizo con él.