Creado en una década de efervescencia musical como la de 1980, el Festival Internacional Jazz Plaza ha condensado en sus 30 ediciones a un movimiento creciente de cultores de un género nacido en el sur de Estados Unidos, pero que se ha universalizado, sobre todo en los siglos XX y XXI.
Nadie duda hoy de los aportes de los cubanos a un ritmo que muchos consideran más que música para disfrutar, un estilo de vida para quienes lo aman y lo cultivan. Y al valorar esas indiscutibles conexiones insulares con esta zona de la sonoridad, Jazz Plaza ha sido un emblema, un encumbrado escenario para figuras como Dizzy Gillespie, Tete Montoliu, Roy Hardgroove, Ronnie Scot, Arturo O’Farril, Chucho Valdés, Emiliano Salvador, Bobby Carcassés y Ernán López- Nussa, entre muchos otros.
El evento ha dado abrigo también a noveles artistas que luego han ganado notoriedad por su virtuosísimo, como ha sucedido con los cubanos César López, Yasek Manzano, Roberto Fonseca y Harold López-Nussa.
Treinta ediciones han tomado pulso a una fuerza artística que desborda los sitios más singulares de La Habana. Desde la Casa de Cultura de Plaza -el lugar que abrió sus puertas primeramente al certamen-, La zorra y el cuervo, el Jazz Café, y el teatro Mella y sus Jardines; hasta espacios de reciente creación como el Palacio de la Rumba, el Café Miramar, la Fábrica de Arte Cubano, la Sala Avenida y el Pabellón Cuba, Jazz Plaza se muestra como opción infinita de elevar el espíritu de los melómanos, que en diciembre esperan por un festival que colma sus expectativas.
De ahí que desde el 17 y hasta el 21 de este mes, en la capital antillana se sentirán los sonidos de un blues continuo y enriquecedor que conectará a espectadores y creadores.
Para Víctor Rodríguez, presidente del comité organizador del evento, esta nueva entrega del Festival tendrá una fuerte presencia de artistas nacionales, entre noveles músicos y figuras reconocidas, los cuales se unirán a colegas de Colombia, Noruega, Canadá, Estados Unidos, Cabo Verde, Trinidad y Tobago; El Salvador, Suiza, Francia y Chile.
Atractiva será la inauguración, prevista para el día 17, en el teatro Mella. Una cartelera de lujo seduce a quienes gustan del género y de la que formarán parte el maestro Bobby Carcassés (Premio Nacional de Música), su hijo, el pianista Robertico Carcassés; la estadounidense Andrea Brahfeld y Rolando Luna; así como la Camerata Romeu y el cuarteto santiaguero Magic Sax.
Como novedad, Jazz Plaza hará del Pabellón Cuba epicentro para los jóvenes músicos. Una singular propuesta que reunirá a las artes plásticas y la melodía, dará inicio a las actividades en el recinto habanero cuando, el 18 de diciembre, el santiaguero Alberto Lescay y a su hijo, el instrumentista Albertico Lescay, presenten su proyecto Somos.
Y para extender esa fraternidad de los cultores del jazz con otros géneros musicales, el comité organizador del evento ha previsto un gran bailable este domingo, en el Salón Rosado de La Tropical; momento que pondrá en escena a los emblemáticos Muñequitos de Matanzas y a César “Pupy” Pedroso y su orquesta Los que son son. La experiencia se repetirá una semana después con los rumberos de Yoruba Andabo y la denominada Aplanadora de Cuba, el Charangón de Elito Revé.
Momento imprescindible para estudiosos, especialistas y musicólogos, devendrá el Coloquio Internacional, que arribará a su décimo aniversario erigiéndose como plataforma para las investigaciones acerca del género.
Y para coronar un festival esencial en el movimiento cultural cubano, la gala de clausura cederá el escenario del teatro Mella a una familia de jazzistas. La ocasión promete ser única, pues estarán los pianistas Ernán y Harold López-Nussa, y los percusionistas Ruy y Ruy Adrián López-Nussa, quienes tendrán como invitado a Mayquel González.