A lo largo de dos años transcurridos desde que La Habana y Washington anunciaran el restablecimiento de sus relaciones, el arte y la cultura han sido de los ámbitos de mayor intercambio. A propósito de los beneficios que a partir de ello han percibido, artistas cubanos han conversado con OnCuba.
Alexander Abreu piensa que orquestas como la que lidera podrían formar parte del catálogo habitual de las grandes discográficas. “Muchísimas agrupaciones cubanas pueden ser privilegiadas con estas buenas nuevas que están aconteciendo. Ya hay varias orquestas que están en el circuito internacional y tienen un buen momento·”, dijo.
El trompetista, que ha grabado en la mayoría de los álbumes de son de las dos últimas décadas en Cuba, es precavido con los posibles contratos que pudieran generarse con las grandes disqueras. “Hay que ver cómo se abren, con qué naturaleza vienen y así podremos emprender un trabajo que puede ser novedoso para todos nosotros. Creo que en los años venideros todo esto traiga un resultado satisfactorio y se pueda ver el avance y la prosperidad para los defensores de este género”, explicó el autor de Me dicen Cuba.
Sexagenaria y popular por mezclar el changüí con el son, La Revé firmó en 2014 con Sony Music México el compacto La salsa tiene mi son, compilatorio de éxitos de la etapa de Elio Revé Matos, perteneciente a la década de 1990.
Si bien las conversaciones para el cierre del contrato datan de mucho antes del 17 de diciembre de ese año, el hecho marcó un momento importante para la música popular cubana.
A propósito de ese acontecimiento, Elito Revé dijo a OnCuba que “no solo ganó la orquesta, sino Cuba, pues es un logro de la música cubana”. El artista no negó en sus declaraciones la posibilidad de continuar con Sony Music México: “Ellos están interesados en un disco nuevo que estamos haciendo, en el que estarán Yomil y El Dani, quienes interpretan el tema Que el sol salga para todo el mundo, de Osmani Espinosa. Pero La salsa tiene mi son solo lleva un mes en las tiendas. Lo que yo veo bueno en todo esto es que un grupo cubano está en una disquera internacional y ya vienen otros. El camino está abierto para todos”, expresó.
Para el compositor de Agua pa’ Yemayá, el nuevo escenario marcado por La Habana y Washington consolida un proceso de intercambios culturales que ya se desarrollaba entre ambos países, en el que, indicó, “hemos ganado los cubanos, porque también se disfruta allá con la música que se hace en la Isla. Todos somos cubanos, los que nacieron allá, los de aquí y siempre digo que donde quiera que uno esté, será cubano. Pienso que van a venir cosas más bonitas, por lo que ganará la música cubana”.
Israel Rojas es de los que asegura que ha sido emitida una señal a la industria musical internacional para que integre a su extenso repertorio el patrimonio cubano.
El líder de Buena Fe fue claro al mencionar cuán favorables son las condiciones para que la música siga siendo un elemento de distensión y acercamiento. Para el cantante y compositor guantanamero, “el arte no escapa al destino del país. Nadie puede pensar que un solo sector puede desarrollarse plenamente desconectado del resto de las esferas de la sociedad. La industria musical es necesaria. Ya lo has dicho, la música hoy además de arte, es una industria y nosotros tenemos mucho que aprender, que actualizar y también mucho que desaprender y volver a fundar”.
Rojas advirtió que, como todo proceso artístico, el nuevo escenario planteado para la música cubana pasará por una decantación: “No toda la buena música cubana tendrá oportunidad de expansión, como no tiene oportunidad una buena parte del arte que se hace en este planeta cuando no es de fácil y rápida rentabilidad. La nueva coyuntura presenta oportunidades y retos que hay que asumir sin miedo. Soy optimista. Me dio muy buen sabor ver al coro Entrevoces en el escenario con The Rolling Stones. Es importante no perder ni la brújula, ni el mapa, ni la convicción de que la salvación pasa por el martiano ‘con todos y para el bien de todos’”.
En materia de géneros ya universalmente legitimados como el rock and roll, por ejemplo, David Blanco siente que “hay mucho potencial” en Cuba.
El autor de La evolución desea que la Isla sea un punto en las giras de los artistas internacionales. Blanco no cree “en las fronteras, en los muros. Al contrario, tengo fe en los puentes, en las puertas”, afirmó David, quien apuesta por un intercambio cultural inclusivo que permita que en Cuba puedan actuar “músicos de cualquier lugar del mundo, incluso los cubanos que ya no residen en la Isla no deben tener problemas en tocar aquí. Tampoco muchos artistas nuestros deben tenerlos al actuar en ningún lugar del mundo. Y digo más, si se descubre que en algún momento podemos ir a Marte y hay un público allí, la humanidad debe enfocarse en que siga siendo así. Porque la música es noble, libre, no tiene dueño. Y si lo hay, es el público”.
Los nuevos que llegan
Hace solo unas semanas se movió en Facebook y Twitter la foto que confirmaba un secreto a voces: el cubano Leoni Torres firmó con Magnus Media, la compañía de Marc Anthony que recientemente facturó Vizualízate, el disco con el que Gente de Zona mereció el Grammy Latino 2016.
Para el percusionista Oliver Valdés ha sido bueno lo que ha pasado con Gente de Zona, Descemer Bueno y un grupo todavía pequeño de músicos de la Isla que ya hoy gozan de popularidad allende los mares. Todo ello tiene una explicación para el baterista: “Cuba está en boga. La música también”.
Valdés percibe que la Isla se está conociendo fuera y que pudiera llegarse al terreno del comercio musical. “Entrar a esa industria es fenomenal, sobre todo para el jazz y la percusión. Para esta última especialidad hay un circuito muy importante de festivales en EE.UU., y los bateristas residentes en Cuba no han podido estar”.
Laritza Bacallao coincidió en que resultaría atractivo el terreno de las presentaciones en Estados Unidos, un espacio que es necesario conquistar, aunque por las leyes del bloqueo / embargo todavía no podrían ser remuneradas, a pesar del paquete de medidas aprobadas por Barack Obama en marzo último.
La intérprete de Que suenen los tambores ha recorrido varias ciudades estadunidenses y obtuvo un saldo muy positivo para su carrera. No obstante, reconoció que todavía no se llegado al público norteamericano “de la forma que pensamos, sino a los latinos que radican en esa nación: peruanos, chilenos, cubanos… Nos queda un poquitico, aunque no pasa lo mismo con nuestra música tradicional que sí llega a todos”.
Otra arista interesante es el mercado fonográfico. Aunque es un campo muy difícil para la inserción inmediata de los cubanos, Mayco D’ Alma subrayó en una entrevista a OnCuba que “se están abriendo muchísimas puertas y es una buena oportunidad para que los de allá vengan para acá y los de aquí actuemos allá. Así establecemos más las relaciones”.
Parte del pujante movimiento de noveles jazzistas de la Cuba actual, Eduardo Sandoval fue categórico cuando aseguró que “todos tenemos un chance” en el nuevo escenario que se abrió hace dos años. “Es algo que hace mucho tiempo debería haber pasado. Hay tres países que trascienden en el mundo de la música: Brasil, Cuba y Estados Unidos. Pienso que nosotros debemos nutrirnos de todas esas esencias musicales. Y también creo que hay un movimiento súper bueno en la Isla que nos da a todos la oportunidad de desarrollarnos”.
Visiones desde fuera
Dayramir González y David Virelles son dos jóvenes pianistas cubanos que residen en Nueva York. En septiembre, González presentó Havana Concurse en la ciudad de la Gran Manzana, mientras Virelles se alista para hacer público lo que será su más reciente álbum.
Ambos coincidieron que el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos ha marcado una oportunidad para estrechar aún más el intercambio cultural. Dayramir interviene por estos días en La Habana, en Jazz Plaza. Una clase magistral y su presentación con la Sinfónica en la sala Avellaneda del Teatro Nacional devienen su programa habanero y momento único para contactar con su público.
En septiembre último, González nos comentó su parecer sobre todo el interés que despierta Cuba, su música y su cultura en Estados Unidos. “Después del restablecimiento de las relaciones y de la visita del Presidente Obama a nuestra capital, todos quieren ir a la Isla y vivirlo de primera mano. Especialmente los norteamericanos se han visto limitados a visitar nuestro país libremente por muchos años”, dijo.
Por su parte, David Virelles fue más específico cuando señaló que hay un marcado interés de Estados Unidos en nuestra música. “Toca esperar a ver cómo se desarrolla ese proceso de selección en Cuba. Por ejemplo, en Santiago de Cuba y en otras provincias del país hay muchos artistas que en mi opinión, son de muy alto calibre, merecedores de reconocimiento internacional. Sin embargo, han tenido poco acceso a este tipo de oportunidades”.
“Otro elemento favorecedor es el hecho de que –al contrario de lo que la mayoría pudiera pensar dentro del país– a nivel internacional existe mercado para todo tipo de géneros musicales, aunque esto también ha sufrido en los últimos años por el meteórico desarrollo de la tecnología y otros procesos sociales”, opinó Virelles.
Más allá del mercado estadounidense, también hay acercamientos. Gabriel Turielle, líder de la empresa Contrapedal y presidente de la Asociación Latinoamericana de Managers Musicales (MMF LATAM), celebró este periodo de apertura de la música cubana en la primera edición del evento AM-PM América por su música.
Turielle reveló que MMF LATAM está muy interesada en circular la música de Cuba en el continente, ya que siempre colaboran en el fortalecimiento de los vínculos entre los países de Latinoamérica.
“Al margen de la apertura con Estados Unidos, que me parece es una idea súper buena, pues nosotros estamos mucho más interesados en fortalecer las relaciones entre los países latinoamericanos… Para salir al mundo con autoridad, primero tenemos que hacernos fuertes y plantear nuestras condiciones de una manera conveniente, siempre a favor de nuestros artistas”.