Michel Hernández
Cimafunk no se detiene a pensar en lo que ha sido su último año en la música. Le pregunto por el significado de sus experiencias más recientes; responde con una frase que salta el protocolo y le pone su propio ritmo a la conversación. “Tremendo, mi hermano”, dice el vocalista vía WhatsApp
A poco menos de seis años de su ascenso a la cúspide de la popularidad en Cuba y de envolverse en un repentino teatro de emociones, Cimafunk tuvo un 2022 para enmarcar. Fue nominado a los Premios Grammy con su segundo disco, El alimento, en la categoría mejor álbum de rock o música alternativa latina; colaboró con varios de sus héroes musicales y llevó su funk cubano por medio mundo.
Siempre había soñado con los Grammy, confiesa. Y lo logró. Hoy recapitula aquellos momentos frescos en su memoria.
“Fue especial. Algo que imaginé y quise siempre finalmente se dio. Fue todo tan rápido pero a la vez relajado. Ver a tantos artistas descargando y dando vueltas por todas partes fue súper bueno“, dice. La coronación de esa noche en los Ángeles fue para Cimafunk escuchar en vivo a Stevie Wonder. “Increíble, fue la partidera”, dice a OnCuba al más puro “estilo Cimafunk”.
Erick perdió en el camino su nombre real, para convertirse en esa figura que pone a vibrar la tierra bajo sus pies cada vez que pisa un escenario. Su obra ha sido reconocida por influyentes publicaciones como The New York Times o Rolling Stones, por citar dos nombres. Sin embargo, Cimafunk sigue siendo el mismo, bajo las luces del escenario o lejos de estas.
“CiMAFEST es una fiesta repleta de groove y buena vibra. Muchos artistas letales con música súper original y una proyección killer; un festival para que te ripees sin piedad“, señala el artista a propósito del evento musical que está a punto de comenzar, el próximo 29 de abril en The Civic Theatre de Nueva Orleans.
El “Cima” tendrá entre los invitados a los cubanos Pedrito Martínez, Brenda Navararrete, La Dame Blanche; a los músicos estadounidenses Anjelika “Jelly”, Maurice “Mobetta” Brown, Big Chief Juan, y el cantante y guitarrista haitiano Paul Beaubrun, entre otros. Espera que sea una fiesta que fortalezca las conexiones entre la música cubana y la estadounidense; sobre todo la que se cuece en Nueva Orleans.
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El artista, de 34 años, prepara un nuevo disco y otros proyectos de colaboración con artistas internacionales, así como varios conciertos en Cuba. Pero no quiere adelantar detalles de lo que asegura “será una sorpresa“.
Por lo pronto, sigue defendiendo El alimento, una de sus cartas de éxito en los escenarios internacionales después de que el disco Terapia y su principal baza de triunfo, “Me voy”, arrasaran en Cuba. Cimafunk atribuye el éxito de su segundo fonograma a los grooves, los textos, los artistas que participaron. ”Es un álbum con mucho contenido y mucho flow y Groove”.
El alimento comprende trece canciones y fue producido por Jack Splash, quien ha ganado varios Grammy y ha trabajado con músicos como Kendrick Lamar, Alicia Keys, John Legend, Goodie Mob, Valerie June, Tank & the Bangas.
El álbum no solo lo llevó hasta las nominaciones de los Grammy, sino que le ha permitido confrontar su expansivo universo sonoro con otros artistas de calibre internacional. Además, lo ha insertado en el circuito de grandes festivales en el no pocos artistas le han preguntado sobre Cuba y su música.
“Me preguntan casi siempre sobre Buena Vista Social Club; también sobre la rumba y el funk de Cuba”, recuerda Cimafunk, y asegura que se dispone a sacar nuevas canciones del horno, hechas con ingredientes que solo se obtienen en las profundidades de los barrios de Cuba.
Esa herencia le ha permitido poner a al borde de la combustión la explosiva maquinaria musical con la que conquistado nuevos territorios para la música cubana.
