De pronto las redes sociales, especialmente Facebook, se coparon de videos que mostraban a una cubana participando en Voice of Germany (La voz de Alemania), programa muy similar a America´s got talent o el cubano Sonando en Cuba.
Pero, ¿quién es ella? ¿Cómo pudo llegar a un certamen complejo y muy competitivo y que no necesariamente depende de las cualidades vocales de los participantes? Estas son algunas de las interrogantes que pretendo responder en la siguiente entrevista.
Comienzo por decir que Jayla Brown es su nombre artístico, en recordación a James Brown. Aquí está ella, para el público de OnCuba, desde la sala de su casa en la ciudad de Ulm:
¿Quién es Jayla Brown?
Soy una cubana, nacida en el municipio habanero de Marianao, el 8 de agosto de 1981. Siempre tuve inquietud por la música. Cuenta mi madre, quien siguió de cerca esa situación, que a los 3 o 4 años ya yo cantaba con Radio Enciclopedia en la cuna.
Háblame de tu formación como artista…
A los 4 años ya recibía clases de gimnasia rítmica, lo cual me condujo a la Escuela de Ballet de L y 19. Es que también me interesaba bailar. Estudié canto corol y piano en la escuela Adolfo Guzmán, que es la equivalente de la Manuel Saumell, pero en horario nocturno. En esa institución completé el nivel elemental y el segundo nivel lo realicé en la Amadeo Roldán.
Como bailarina no llegué a graduarme por el cuerpo que tenía… La maestra me dijo: “¿Tú te imaginas una negra bailando El Lago de los cisnes? Además, eres muy alta, ¿cómo piensas que alguien te va a levantar?”. En fin, me botaron.
Luego hice danza contemporánea con Narciso Medina. A los 16 años debuté como cantante solista en la orquesta de Tony Cortés, no sé si la recuerdan. Se llamaba BM Expresso. Con ese grupo participé en el álbum Como un fantasma, producido por la EGREM, y donde también actuaron reconocidos artistas como Reinaldo Ceballo y Kiki Corona, entre otros.
En 1998 comencé a trabajar como cantante y saxofonista con Las Chicas del Sol; y realicé una gira que nos llevó a Italia, Grecia, Suiza, Francia, Holanda y Alemania.
¿Cómo llegas establecerte en Europa?
En el año 2000, con solo 18 años decido quedarme a vivir en Alemania y proyectar mi carrera desde este país. Luego, la vida me situó en Italia, específicamente a partir de 2005. Entonces tuve la oportunidad de hacer géneros como soul, funk y jazz. En ese país intervine en numerosos festivales y me presenté en televisión con la banda Cuna, con la cual actué en plazas como Capri, Ischia Film Festival y en la Piazza Plebiscito de Nápoles.
En una ocasión participé en un evento contra el cáncer de mama, junto a varias celebridades, entre ellas la estrella de televisión italiana María Grazia Cuccinotta. También he compartido escenario con Raff, Elisa, el saxofonista James Thompson, Mike Sponza y Joyce Yuille, y la Usaffate Jazz Band, entre otros. Al mismo tiempo, el músico italiano Giovanni Vianelli me invitó a la grabación de su álbum Make it real. Ya en 2014 nuevamente me establecí, con mi familia, en Alemania.
¿Mantienes vínculos con tu país?
No he hecho mucho. No obstante, 2015 me posibilitó hacer realidad un sueño: grabar junto a maestro Gonzalo Rubalcaba (padre) y participar en el documental Esta es mi vida, sobre ese reconocido artista. Durante la grabación de la canción para el disco me la pasé llorando de la emoción.
Podría decir que no canto mucha música cubana, aunque tengo algunos temas en mi repertorio, como “Bésame mucho” y algún que otro bolero. Para que se sepa que soy cubana, pues es algo que quiero que se conozca.
En mis conciertos tengo a Cuba muy presente. Sin embargo, la música que hago es soul y cuando tomo la cubana, la transporto igualmente a ese género.
Participar en Voice of Germany te ha hecho conocida en nuestro público, ya que saliste de Cuba casi al inicio de tu carrera artística. ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Cuáles han sido tus emociones con el concurso?
Después de tantos años en Europa, tengo muy poco contacto con los cubanos, pues me paso el tiempo viajando por razones obvias.
Nunca esperé que los cubanos fueran a tener esa reacción tan fuerte. Tampoco de gente en China, en Australia, en Japón… Lo digo y se me aguan los ojos. Tengo ahora mismo mi Facebook lleno de personas que me escriben y me solicitan amistad. Ya he aceptado todas las peticiones de la Isla y me ha llegado un gran calor humano mezclado con solidaridad. Algo realmente increíble. Ahora puedo decir que mi público es cubano, de 160 mil personas que estuvieron pendientes durante los cuatros días de competición, la gran mayoría son cubanos. Para mí es algo súper emocionante, grandioso. Aún me tiene sin palabras.
Haber participado en Voice of Germany también me ha permitido reencontrarme con músicos con quienes estudié en Cuba. Me pasó, por ejemplo, con Yulien Oviedo. Es que muchas personas, en las últimas dos semanas, me han buscado, llamado y hemos podido recordar nuestros años de estudios.
Los seguidores hacen al artista y este nunca debe perder la humildad. Debe saber quién era antes de ser una persona pública. Quien te sube o te baja de la cima son quienes te siguen. Por eso respondí, uno a uno, los comentarios y mensajes que me llegaron luego de mi actuación. Hice un audio personal para cada fan, sobre todo a los cubanos. Les agradecí el apoyo.
¿Cómo llegaste a Voice of Germany?
Diter Ávila, mi asistente, es cubano y fue el gestor de la idea. Hace dos años atrás me dijo: “Tienes que ir a hacer Voice…“. Al principio no quise participar, entre otras cosas porque pensé que no me llamarían.
Sin embargo, cuando me presenté, fui convocada a las audiciones. Diter me comentó: “Prepara las maletas que te vas para el casting“. Lo hice y pasé. Mi asistente no se equivocó y por eso le agradezco.
Aprovecho para agradecer también Abdel LaPinta (Gekorecords), quien me apoya en la gráfica, la realización de los videos y la actualización de mi canal de YouTube. Sin él tampoco esto hubiera sido posible.
Cuéntame alguna anécdota sobre las audiciones…
Para nadie era un secreto lo de mi nacionalidad. En la última audición, la decisiva –que se realiza antes de la grabación del programa–, me ponen a cantar el Chan Chan de Compay Segundo. Me dieron un background y me pidieron que innovara. Específicamente querían un rap.
Me lo inventé. Le agregué una canción que me emociona mucho como emigrante, que me hace llorar: “Habana, si tus ojos me abandonarán, si la vida me desterrara a un rincón…”. Empecé a cantar: “De Alto Cedro voy para para Marcané, llego a Cueto, voy para Mayarí…”. Hago mi rap y luego, en una parte melódica, entré con la otra canción. Lloré de la emoción. Pienso que esa interpretación le dio el impulso a los jueces para determinar: “Esta mujer entra y canta”.
¿Cuál ha sido el principal resultado a partir de tu participación en ese show?
La oportunidad más grande que de mi actuación en Voice of Germany es que mi gente sepa que existo, que estoy aquí, haciendo música, que soy una cantante profesional. Cada vez que abro un concierto, mis primeras palabras son para los cubanos. Siempre. Quizás haya solo cuatro en el público, sin embargo esos son los míos.
Después de diecisiete años viviendo en Europa, sigo siendo la misma. Conservo mis raíces y mis tres hijas hablan español. Vivo acá, pero un pedazo mío está en Cuba.
¿Qué deseas para tu futuro profesional?
Desearía encontrar un buen manager que posibilite continuar el ascenso de mi carrera. No obstante, continúo con mis proyectos que incluyen música inédita y colaboraciones con artistas radicados en Europa. Ya tendrán noticias frescas de Jayla Brown. Espérenlas.