Jazz Plaza, treinta años de buena música

Foto: Roberto Ruiz

Foto: Roberto Ruiz

Tres décadas mostrando al mundo lo mejor que en materia jazzística produce Cuba es mérito suficiente para que el Festival Internacional Jazz Plaza mantenga un sitio cimero, entre los eventos culturales organizados en la Isla.

En importancia y nivel a la par de los festivales de Cine, Ballet y Leo Brouwer de Música de Cámara, el Jazz Plaza tiene para esta edición un programa conformado por un interesante programa de conciertos, entre los que figuran los de importantes instrumentistas extranjeros y de patio, y un encuentro teórico que cada año gana, no solo en participación, sino en solidez y organización.

Haciendo justicia a un evento de estas características, en el que la columna vertebral es el consumo de buena música, dígase de buen jazz, se debe resaltar la labor del comité organizador que se las ha ingeniado para que del 17 al 21 de este mes nos visiten artistas de la importancia del trompetista norteamericano Orbert Davies, uno de los más prestigiosos de género, que para esta, su primera visita a Cuba, se hace acompañar de su Quinteto, formado por instrumentistas de la Filarmónica Chicago Jazz.

De Estados Unidos también asisten al Jazz Plaza el pianista Arturo O´Farrill, ya un habitual de estas citas anuales, la Orquesta de Jazz de Kansas City, el trombonista y compositor de San Francisco Wayne Wallace y su Latin Jazz Quintet, y músicos de la gran orquesta sinfónica de los EE.UU.

El resto de la presencia extranjera está garantizada por los franceses del grupo  Ibá Ibó Yoruba Specimen, el saxofonista canadiense Doug Martin, Anton Doyle de Trinidad y Tobago, The Norwegian Big Energy Ensemble con su proyecto Jazz del Norte, los conjuntos Los Brujos, de el Salvador, y CABOCUBAJAZZ, de Cabo Verde, entre otros.

Por el patio estará lo que más brilla y vale de todas las generaciones de jazzistas, desde consagrados como Bobby Carcassés, Enrique Plá, Jorge Reyes y los hermanos Hernán y Ruy López-Nussa, hasta los más prometedores exponentes como Michel Herrera, Rolando Luna, Rodney Barreto, Harold López- Unza, y muchos otros probados en la difícil lid que es el Festival Jojazz.

A la sedes habituales del teatro Mella y la Casa de la Cultura de Plaza, se suman otras como el teatro Miramar, la sala Avenida, el Palacio de la Rumba, el Club La Zorra y El Cuervo, el Jazz Café, y el Pabellón Cuba, que debuta por todo lo alto al acoger al los encuentros del coloquio, una exposición del artista Alberto Lescay y presentaciones de jóvenes jazzistas.

Por último anunciar el interesante encuentro de jazz bands, una cita que bajo el manto protector del maestro Joaquín Betancourt, entusiasta y defensor de este formato orquestal en Cuba, reunirá a diferentes formaciones para medir fuerzas por primera vez en la historia de este evento.

En resumen Jazz Plaza 2014 se perfila como un festival a la altura de su historia, al que varios de las más importantes exponentes del género a nivel mundial han asistido sin miramientos porque parte de la génesis de esta música pertenece a esta Isla del Caribe.

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