El cantante cubano Pablo Milanés (Bayamo, 1943) ha recibido el Premio Especial de La Mar de Músicas en una noche en la que ha deleitado a un abarrotado Auditorio El Batel, en Murcia, con un recorrido por parte de sus más de 50 discos, y en el que ha estado acompañado por Víctor Manuel, Rozalén y Jorge Marazu.
La organización ha entregado esta distinción a uno de los fundadores de la Nueva Trova Cubana por “haber trazado el puente entre el siglo XX y el XXI con un incomparable talento convirtiendo la humilde palabra cantada más inspiradora y necesaria en un arte de incalculable valor estético y social. Y por haber escrito algunas de las canciones de amor más hermosas del mundo”.
Milanés, que sucede a Cheikh LÔ en el listado de premiados, pronunció un discurso acompañado por su trío, donde destacó que La Mar de Músicas es un “festival distinto”, dirigido a reconocer la cultura popular, que es “la que sale del pueblo y va al pueblo”.
El cantante de Bayamo dejó para el recuerdo del festival un repaso de sus casi seis décadas de composiciones eternas, como “Yolanda” o “Yo no te pido”, pero también, como advirtió, canciones que considera clásicos “aunque no me las pida la gente”, como “Ya ves”.
Milanés decidió, como es habitual en los conciertos homenaje en La Mar de Músicas, acompañarse de cantantes de distintas generaciones, como Víctor Manuel, con quien tiene una larga relación de amistad y artística, conocida y fructífera que plasmaron en un dueto en “Sólo pienso en ti”.
Además del cantautor asturiano, subieron al escenario del Auditorio El Batel Jorge Marazu y Rozalén, con quien el cubano interpretó el tema “Para vivir”.
En un repertorio donde mezcló temas de la primera parte de su carrera con las de sus últimos discos, Milanés también dejó espacio para canciones todavía no grabadas, como “Vestida de mar”, una visión “dolorosa y alejada de la imagen turística de La Habana”.
También hubo un momento para rendir tributo a los estilos musicales cubanos, como en “Homenaje al Changüí”, que le sirvió para homenajear a Chito Latamblé y “su fiel Cambronne’.
Otra de las inspiraciones de Milanés, como son los poetas cubanos, estuvo también en la noche cuando interpretó el poema musicado “De qué callada manera”, de Nicolás Guillén, incluido en su libro La rueda dentada.
Y llegó el momento esperado por gran parte del público que agotó las localidades del auditorio cartagenero, una “Yolanda” en el que los espectadores se rindieron a su devoción por el bayamés como un coro pagano.
“El breve espacio en que no estás” y “Yo no te pido” cerraron la noche en que La Mar de Músicas, nacido para recorrer los sonidos del mundo, especialmente los latinoamericanos, resarció su deuda con uno de los países más importantes en el ‘world music’.
EFE / OnCuba