Con más de 100 presentaciones en su haber, la soprano de origen cubano Lisette Oropesa no era exactamente una extraña en la Ópera Metropolitana (Met) de Nueva York. Pero hasta esta temporada, no había arribado verdaderamente.
De hecho, prácticamente había desaparecido, al actuar apenas una vez en las últimas cinco temporadas, como la niña en la ópera de Humperdinck de cuento de hadas “Hansel y Gretel”. Ahora está de regreso en dos papeles adultos, encabezando una reposición de “Manon” de Massenet como la heroína cazafortunas, y también como la cortesana tuberculosa Violetta en “La Traviata” de Verdi.
Y los críticos aplauden su regreso. Joshua Barone del The New York Times escribió de su interpretación de Manon que “con esa voz por turnos brillantemente cristalina e impresionantemente poderosa, habita persuasivamente el papel de este camaleón coqueto”. Y Eric C. Simpson escribió en el blog New York Classical Review que Oropesa “confirmó que está completamente lista para los papeles protagónicos en la Met”.
Más aún, acaba de ganar dos de los más grandes premios de la ópera en Estados Unidos: el Richard Tucker de la fundación musical que lleva el nombre del difunto tenor, y el Beverly Sills otorgado por la Met.
With a voice by turns brightly crystalline and arrestingly powerful, Lisette Oropesa persuasively inhabits the title role in Massenet's "Manon" at the Metropolitan Opera https://t.co/sxS03mfGY5
— New York Times Arts (@nytimesarts) September 25, 2019
“La gente siempre piensa, ‘Oh, de repente te convertiste en una gran estrella'”, dijo Oropesa, a punto de cumplir 36 años, en una entrevista tras un ensayo para “Manon”. “De hecho toma 10 años de construir relaciones y actuar una y otra vez”.
“Si me hubiese quedado sólo en la Met, aunque la Met sea un hermoso abrazo envolvente, no creo que haya podido lograr el reconocimiento mundial que he logrado”.
Hija de inmigrantes cubanos que creció en Baton Rouge, Louisiana, Oropesa ganó la competencia nacional de la Met en 2005 con 21 años y fue aceptada para el programa de entrenamiento de tres años de la compañía.
Con una voz adecuada para la coloratura y papeles líricos ligeros, le ofrecieron roles pequeños y medianos en la ópera y algunos más grandes como Susanna en “Las bodas de Fígaro” de Mozart y Gilda en “Rigoletto” de “Verdi.
“Algo que fue muy bonito, pero yo quería ser capaz de cantar muchos de los otros papeles que compañías en el extranjero me estaban ofreciendo”, señaló.
“Esta es la Met, esto es las grandes ligas”, dijo. “No es una casa de entrenamiento. Es una ópera de ‘¡llegué!'”.
Así que empezó a aceptar trabajos en óperas europeas, y eso llevó a una serie de logros que incluyen triunfos en “Lucia di Lammermoor” de Donizetti con la Ópera Real de Londres y el Teatro Real de Madrid; aplausos en una rara puesta de Rossini, “Adina”, en el festival anual en la ciudad natal del compositor, Pesaro, Italia; y en especial una llamada de emergencia en 2018 para reemplazar a Diana Damrau como Marguerite de Valois en “Los Hugonotes” de Meyerbeer en París.
Esa última oportunidad no pudo ser de mayor relieve: un papel clave en una lujosa producción nueva, en la ciudad donde la gran ópera rara vez interpretada se había estrenado 200 años atrás. Marguerite aparece principalmente en el segundo acto, donde canta la deslumbrante aria de coloratura “O beau pays”.
Oropesa todavía estaba actuando en Pesaro cuando Damrau se retiró apenas unas semanas antes de comenzar los ensayos. “En mi tiempo libre iba y me encerraba en la sala de ensayo, y me la aprendí”, contó. “Me proporcionó una vitrina realmente bonita”.
Esa valoración no le hace justicia. Su interpretación generó aplausos unánimes de la crítica y consolidó su lugar en la cima de su profesión. Cuando la Met se encontró buscando a una Manon a menos de un año del estreno, Oropesa fue la opción natural.
Pero fue otra tarea difícil. Oropesa nunca había cantado Manon, uno de los papeles más exigentes del repertorio francés. “Largo y pesado”, como lo describe, “con mucha coloratura pero también mucho canto lírico con todas las letras”.
También tenía sus dudas respecto al personaje de la heroína, que abandona a su primer amor, el Chevalier des Grieux, para salir en busca de riqueza y por último muere desahuciada.
“Cuando lo leí por primera vez pensé, ‘Oh, qué tarada. A quién le importa si ella muere'”, dijo Oropesa. Pero su visión se suavizó mientras estudiaba al personaje.
“Simplemente ella no lo ama tanto como otras cosas que desea un poco más. Quiere tenerlo todo, y eso no tiene nada de malo. Una no tiene que hacerla compasiva sino real”.
“Manon”, con el tenor Michael Fabiano como des Grieux, ofrecerá siete funciones. La última, el sábado 26 de octubre, se transmitirá en vivo en HD en salas de cine alrededor del mundo.