Escape hizo época en la escena metalera cubana. Su efervescente proyección escénica, la impecable sonoridad con que atacaban a su cohorte de fieles y el empaste sonoro que lograron entre todos sus integrantes colocaron a la alineación en la primera línea de fuego del underground nacional. Con más 10 años sobre la espalda, la formación llegó a mostrar un directo y una propuesta rítmica con los que no eran segunda de nadie en la escena latina.
La popularidad de Escape sobrepasaba las fronteras capitalinas. No existía un festival de rock en Cuba donde la crudeza de los conciertos de la banda no encendiera al público ni arrastrara a los metaleros más indomables a ese ritual en el que chocan las paredes de los cuerpos que se mueven como poseídos por la descarga eléctrica de un condenado a muerte.
Escape publicó materiales como Face your fear (2000), Escape to nowhere (2001), Death and Dreams (2002), Breaking the Silence (2003) y The Beginning of the End (2008), atravesados por incrustaciones bien completadas de hardcore, black, nu metal y death. Con el disco La hora de la verdad llegaron a ganar el Premio Cubadisco en 2012 en la categoría de metal.
En las filas de la banda militaron músicos del calibre de Alejandro Padrón Granados, la tecladista Jennifer Hernández Urbay, los guitarristas Justo Karel Valdés Estrada y Yanio Lee, el bajista Alejandro de la Torre “El Dela” , y los vocalistas Yando Coy Álvarez y Ewar Acosta. Yando sustituyó a Ewar como vocal de la banda, quien marcó a fuego la proyección de Escape y esa incontestable complicidad que alcanzaban con el público. El propio Ewar, antes de salir hacia Estados Unidos, presentó a Yando a la formación, que lo aceptó tras pasar por las pruebas de rigor.
Ewar radica en EE.UU, desde el 2005, donde ha integrado varias formaciones y siempre ha estado cerca de la escena metalera en la Florida. En 2013, la mayoría de los músicos de Escape decidieron establecerse en Estados Unidos, adonde habían viajado junto a otras alineaciones como Hipnosis, Agonizer y Ancestor, para participar en el cartel del festival South by South, en Austin, Texas.
Los músicos han desarrollado su vida en Miami ejerciendo diversas profesiones y disciplinas, pero de alguna forma la mayoría no ha abandonado la ilusión de hacer música en un terreno creativo tan competitivo para el rock and roll como el estadounidense.
En efecto, Ewar se sumó a la formación multinacional They Might Be Zombies (TMBZ), junto a su colega, el guitarrista y bajista Giovanni Milhet, conocido como “El Zeppelin”, quien fue uno de los pesos pesados de la exbanda Hipnosis junto a su fundadora, la vocalista Fanny Tachín.
No la han tenido fácil para mantenerse en pie en el metal de la Florida. Se han aplicado a fondo para no sucumbir a las urgencias de la vida diaria y seguir en la misma línea creativa que los hizo grandes en Cuba. “Hemos trabajado duro promocionando la música, estudiando, haciendo videos, letras, en fin, como siempre lo hicimos”, dice Ewar a OnCuba.
Antes de ingresar a TMBZ, el vocal cursó por una galería de bandas en Miami, como Funeral for a clown, Mechanical Massacre y Death Becomes One. En la ciudad de Texas integró las alineaciones Determination y Tejasmosis. La experiencia acumulada en su expediente, tanto en Cuba como en Estados Unidos, la ha volcado en su incursión en They Might Be Zombies, una banda que habla, dice “Zepellin ”, de la degradación humana.
“Las letras de la banda tratan de la denigración humana y de cuánto nos alejamos de quienes en realidad somos, por culpa de la tecnología. El término Zombie es más bien la condición humana en que nos encontramos”, explica el conocido músico, quien fue un símbolo del underground cubano.
TMBZ fue formada en 2011 con músicos de varias nacionalidades, provenientes de la escena de la Florida. Los cubanos comparten alineación con el guitarrista hondureño Jesús Reyes y el baterista alemán Kevin Klingenschmid. La banda logró recientemente un importante triunfo, que puede expandir próximamente su carrera. Tras publicar su fonograma “Reanimate” fueron firmados por la disquera Combat Records, actualmente del bajista David Ellefson, integrante de esa institución del metal que es Megadeth.
”La banda firmó con la disquera justo empezando la pandemia de COVID. Tenemos muchos planes y ganas de tocar. Estamos esperando a que esto pase para realizar nuestros shows, y mientras esperamos, seguimos haciendo música. De hecho, acabamos de entrar en el estudio con nuestro productor Matt Laplant, para grabar el nuevo material que va a salir a principios de año en formato de una serie de singles”, explica Ewar, actual vocalista de They Might Be Zombies.
Ewar y el Zepellin mantienen contactos con otros músicos cubanos del circuito estadounidense. No han perdido sus vínculos emocionales con la escena cubana y el público que los acompañó desde sus inicios en la Isla. “Siempre extrañamos la escena cubana, los amigos de siempre. Ojalá un día podamos verlos y compartir juntos como antes”, dice Zeppelin.
Con They Might Be Zombies y con otros proyectos anteriores, ambos músicos cubanos se han insertado de a poco en el ámbito metalero de la Florida, su actual base de operaciones. “Florida es como otro lugar cualquiera. Creemos que si sabes y te gusta lo que haces, no importa donde lo hagas. De ahí el valor que le damos a nuestro trabajo y a todo creador en general”, comenta Ewar mientras deja un mensaje a todos los seguidores de la banda y el metal cubano.
“Si todo sale como tenemos pensado, quizás podamos vernos muy pronto”, dice el vocalista desde el estudio en el que se cocina la efervescente música de una banda que ha revivido las ansias de conquistar el metal de dos músicos cubanos que, por méritos propios, se ganaron un sitio en la historia por contar del metal nacional.