La banda cubana Los Van Van cumple 50 años y lo celebra con una gira mundial que incluye Estados Unidos, un país donde el discurso hacia Cuba recrudece.
Duras sanciones por parte del gobierno de Donald Trump o el rechazo a la actuación de músicos de la isla en Florida no frenan a esta orquestra de 17 miembros que, tras tocar en Miami en mayo y en California este mes, lo harán ahora en Nueva York y Washington.
Al fin y al cabo, Los Van Van lo que quieren es entretener.
“Como no somos políticos tratamos de estar lo más apartados de eso, tratando de hacer nuestra música”, dijo el miércoles Samuel Formell, líder de la agrupación, la víspera de su actuación en la Damrosch Bandshell del Lincoln Center.
“Al final, no hay duda de que cuando ves un concierto de Los Van Van no se habla de política, no se habla de nada, lo que se hace es ir a bailar y a disfrutar y a olvidar un poco los problemas que cada ser humano pueda tener día a día”, agregó en una entrevista con The Associated Press.
Este mes, líderes políticos en Miami aprobaron una resolución en la que se pide al Congreso estadounidense que otorgue poderes a gobiernos locales para impedir la actuación de músicos de la isla en instalaciones de ciudades estadounidenses. Otra ciudad de Florida, Hialeah, anunció recientemente que retiraría de su lista de invitados para tocar en un festival a varias agrupaciones cubanas.
Cuando se le preguntó sobre eso a Formell, el músico respondió recordando su reciente concierto en Miami.
“Fue un éxito total, rotundo, donde hubo gente que se quedó sin entrar”, dijo el cubano de 52 años, al tiempo que explicó que a pesar de los boicots a músicos de la isla que se hacen en Florida hay muchos estadounidenses a los que eso no les interesa y muchos hispanos que van a sus conciertos igualmente a “pasarla bien”.
El gobierno de Trump ha impuesto duras normas que hacen más difíciles ciertos viajes de Cuba a Estados Unidos y viceversa. Este mes prohibió el transporte en cruceros y una categoría muy utilizada de viajes educativos, con el fin de suprimir el flujo de dólares hacia la isla.
Formell dijo que, de momento, a la banda nunca se le ha negado una visa de trabajo para tocar en Estados Unidos. Las medidas de Trump, sin embargo, no los ayudan en su país natal.
“A nosotros nos afecta, no tanto por el venir aquí, sino nos afecta por la economía en Cuba, en la vida diaria, porque yo vivo en Cuba”, dijo el músico. “Son medidas bien drásticas, bien fuertes”.
La banda, formada en 1969 por su padre, Juan Formell, ganó popularidad al crear el songo, que mezclaba los sonidos folclóricos típicos de Cuba con la música moderna de la década de 1970. Sus canciones hablaban con humor y picardía, y lo siguen haciendo, sobre las alegrías y tristezas de los cubanos. Entre sus éxitos se destacan “El baile del buey cansao”, “La titimanía”, “Sandurenga” y “El negro no tiene na'”.
Los miembros de la orquestra han ido cambiando, aunque hay algunos que llevan 40 años formando parte de Los Van Van. Julio Noroña, de 76 años y encargado de la percusión menor, es el único que está desde el principio, explicó Formell.
En 1999 la orquestra ganó un Grammy por su 15to álbum, “Llegó Van Van”. Hoy la agrupación suma 42 discos, incluyendo el “Legado”, lanzado el año pasado. En la actualidad la banda prepara otro para el 50 aniversario, con éxitos de cada década a los que inyectarán “nueva frescura”, dijo Formell.
Después de Estados Unidos, Los Van Van planean ir a Perú, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina, entre otros países, antes de llevar su gira a Europa y Asia.
¿El secreto de sobrevivir tantos años?
“Que los músicos se mantengan en el grupo. Esa estabilidad”, explicó Formell, quien también aseguró que la banda duró mucho debido al trabajo de su padre, fallecido en el 2014.
“Él siempre buscaba la forma de que la sonoridad fuera fresca, de que la sonoridad estuviera al día. Eso no pasó con otros grupos que no se mantuvieron más”, señaló.
El jueves, la banda tocará en el Howard Threatre en Washington, y el 29 de junio regresará a Nueva York para presentarse en Saratoga Springs.