Una nominación de la música cubana a los Grammy es siempre una noticia. Esta vez es jazz. Esta vez es Roberto Fonseca, quien viene de ser aplaudido en Europa y Asia y Norteamérica para ser colocado al lado de Biuka, Omar Sosa, Wayne Wallace y Paquito D´Rivera dentro de la categoría de Mejor Disco Latin Jazz del Año.
Y por si esto fuera poco, el diario The Washington Post ha incluido a Yo (Jazz Village/HarmoniaMundi, 2012) dentro de las diez mejores producciones discográficas de 2013. Un disco que según el medio, “detona los muros que rodean al jazz afrocubano y reordena fragmentos que conforman un emocionante autorretrato”.
De alguna manera, Roberto Fonseca sabe que estos reconocimientos le abren al jazz cubano los portales del género el mundo. A los 38 años se saben estas cosas. Mucho más con la trayectoria de Temperamento, fundado en 1997, junto al saxofonista Javier Zalba.
Para el músico cubano, la fusión se ha convertido en centro medular de su trabajo, aún cuando el bolero o el filin marcaron los primeros años de su carrera. Al igual que Omara Portuondo e Ibrahim Ferrer. Al igual que el hip-hop.
Tal vez por todas las influencias de las que se nutre su música, Roberto Fonseca ha querido que su disco sea un lugar donde todas las culturas sean bienvenidas, respetadas y escuchadas por igual; y Yo, particularmente, fue concebido como un puente entre modernidad y tradición, dijo a la prensa. De ahí que la producción cuente con artistas de Mali, Senegal y Yemen, como Baba Sissoko, Sekou Kouyate y Fatoumata Diawara, por ejemplo.