El pasado 4 de enero el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos había “establecido como objetivo 52 sitios iraníes (que representan a los 52 rehenes estadounidenses que Irán tomó hace muchos años), algunos de muy alto nivel y muy importantes para Irán y la cultura iraní”, que “serán golpeados muy rápido y muy duro” si intereses o ciudadanos estadounidenses son atacados por Teherán.
Y lo acaba de reiterar ayer domingo regresando de sus feriados en Mar-a-Lago, Florida, a bordo del avión presidencial: “[A los iraníes] se les permite matar a nuestra gente. Se les permite torturar y mutilar a nuestra gente. Se les permite usar bombas en la carretera y hacer estallar a nuestra gente. ¿Y no se nos permite tocar sus objetos culturales? No funciona de esa manera”.
Inmediatamente, Human Rights Watch dio a conocer el siguiente comunicado:
“Las leyes de la guerra prohíben los ataques deliberados contra objetos civiles que no se utilizan con fines militares. […] El artículo 53 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra prohíbe específicamente cualquier acto de hostilidad contra los objetos culturales. […] El Manual de la Ley de Guerra de los EE.UU. (2016), que contiene amplias disposiciones relacionadas con la protección de los bienes culturales, incorpora esta disposición a la legislación estadounidense. Estados Unidos también es parte en la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado (1954), que prohíbe de manera similar tales ataques”.
Se trata, entre otros, de sitios culturales de la cultura persa, entre los que se incluye Persépolis, la antigua capital del imperio, a unos 70 kilómetros de Shiraz, en la provincia de Fars. Esas ruinas estuvieron a punto de ser arrasadas, pero fueron salvadas por activistas y habitantes de Shiraz que se interpusieron para frenar la barbarie.
Actualmente el sitio está reconocido como Patrimonio de la Humanidad, y se encuentra bajo un programa de protección y restauración. En este complejo una de las ruinas arqueológicas más notables es, sin dudas, el Palacio de las Cien Columnas. Excavado y redescubierto bajo un manto de tierra, se han rescatado relieves, esculturas, y sobre todo, se ha podido verificar la magnificencia de la arquitectura persa.
También entre esos sitios amenazados se encuentra el Museo Arqueológico de Teherán, el más completo y antiguo del país, dividido en dos partes.
En su zona pre-islámica se atesoran restos arqueológicos de la edad de bronce y hierro, del paleolítico y del neolítico. Hay numerosas piezas procedentes de Persépolis, vasijas, momias, tallas, etc. También conserva el conocido Código de Hammurabi.
Las redes sociales han venido reflejando ese problema, tanto con actores locales como occidentales. El activista Arash Karami se ubica justamente en la cultura persa:
https://twitter.com/thekarami/status/1213616687913684992?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1213616687913684992&ref_url=http%3A%2F%2Ftiempo.com.mx%2Fnoticia%2Fsitios_culturales_iran_favoritos_comparten_redes_sociales_eua_enero_2020%2F%3Ffbclid%3DIwAR3apu4MDRGTTtfQnhhwi2m7qpVAGR9TALm3tu2rX5aCt-na4OwXN2lJTno
Por su parte, la artista visual Hajar Moradi subraya los valores de la Mezquita Rosada, en Shiraz:
One of my favorite #IranianCulturalSites is Nasīr al-Mulk Mosque in Shiraz mostly known as the “Pink Mosque”.
Look at this beautiful architecture and the dance of light and colours.Stop this moron from destroying years of history, art and culture!!! #NoWarOnIran pic.twitter.com/lg6BfvdZdR
— Hajar Moradi (@hajar_moradi) January 5, 2020
https://twitter.com/parisa_izady
Mientras eso ocurre dos senadores demócratas pidieron a Trump desclasificar inmediatamente el razonamiento de la administración para el ataque contra el funcionario iraní, diciendo que “no hay justificación legítima” para ocultar la información al público.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo el domingo por la noche que dicha instancia someterá esta semana a votación una resolución de los poderes de guerra para limitar las acciones militares del presidente respecto de Irán.
En una carta a los demócratas de la cámara baja, Pelosi calificó el ataque aéreo de “provocador y desproporcionado” y dijo que “puso en peligro a nuestros miembros del servicio, diplomáticos y otros al arriesgarse a una grave escalada de tensiones con Irán”. Ya se introdujo una resolución similar en el Senado.
El Congreso, que tiene el único poder de declarar la guerra, ya se quejó de que Trump no notificó por adelantado su ataque aéreo contra Soleimani en Bagdad. Aunque el mandatario cumplió con el plazo de 48 horas requerido por la Ley de Poderes de Guerra para notificar al Congreso después del ataque, el documento era clasificado y no hubo versión pública.
Se espera que la administración informe a los legisladores sobre sus acciones esta semana.
AP/OnCuba