Viene desde México, guitarra a cuestas y cargada de tradiciones, con un estilo propio que enamorará a muchos cubanos. De una esbeltez y dulzura impresionantes, Rosalía León se aventura en un concierto muy personal en la Isla, donde arrastrará a todos hacia las más profundas raíces mexicanas, sin obviar composiciones propias que, no por contemporáneas, dejarán de ser ancestrales.
Hoy estará junto al guitarrista César Huesca en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes para cantarle a su México desde nuestra Cuba. Para ello se acompañará además de las voces de Haydée Milanés y Athanai, y de las guitarras de Raúl Verdecia y Dayron Ortiz, todos cubanos.
Esta muchacha tuvo sus inicios musicales en un coro de iglesia con tan solo 10 años. Empezando con la mandolina como instrumento, pasó rápidamente a los estudios de guitarras, ampliando así su espectro armónico y acompañando sus propias canciones. A los pocos años se fue a los Estados Unidos, donde continuó sus estudios de canto y guitarra.
“Cuando la gente te ve morena, hablando español, quieren que les cuentes de México y fue ahí cuando me di cuenta que no me traía nada de identidad. También porque eres muy chico y no te interesas por tu cultura, tus tradiciones, y estás influida por todo el mundo. En ese momento me reencuentro con latinos, sudamericanos y es cuando me intereso por la música tanto mexicana como latina y empiezo a revalorizar todo lo que tengo”, comenta Rosalía a OnCuba.
Ahora vive en México y es una fusión de raíces y modernidad, de acústicas melodías y eléctricas estridencias. Rosalía León recorre con sus ritmos los huapangos, los sones y las jaranas, transporta a todos hasta su “México lindo y querido”, coqueteando con “El Son de la Negra” desde lo “Más alto”.
“Tocar mi guitarra acústica, folclórica, partiendo de los sones, los guapangos, y las jaranas es para mí un orgullo –asegura León. Trato de respetar tanto los ritmos como las letras de temas emblemáticos, pero compartirlos con las guitarras eléctricas es también una forma de admirar sus guitarras tradicionales. Son diferentes mundos y por eso los arreglos son también una forma de hermandad entre guitarras, no es una discusión, ni un altercado, por el contrario, tendemos puentes”.
En 2012, la cantautora mexicana produjo Alegorías, su primer álbum bajo su concepto acústico-eléctrico “Gliese 229”, dúo junto a Miguel Ángel Losana, donde conviven la guitarra tradicional, la estridencia de una guitarra eléctrica, y su voz. Durante un tiempo ambos pisaron importantes escenarios en México, Centroamérica y Estados Unidos, hasta que falleció Losana.
“La vida se llevó a mi compañero, pero yo no quería detenerme ni detener el concepto o la forma que habíamos encontrado. Entonces reunida con mi disquera RAI Ensamble Discos propusimos invitar a importantes guitarristas y aventurarnos en un segundo CD. Esto funcionó y así nació el segundo álbum titulado Más alto”, agrega.
Esta producción lleva un nombre dual para Rosalía porque le exigió entregarse más para poder llegar a eso “más alto”. “Para mí llegar más alto es llegar a estas estrellas tan luminosas, y así fue”. Junto a grandes guitarristas fundió sonidos de heavy metal, rock y jazz con ritmos folclóricos de México, Centro y Sudamérica, en un estilo auditivamente seductor y visualmente sorprendente cuando se posiciona sobre un escenario. Esa mezcla auditiva y visual es lo que caracteriza también a la artista. Es su música, sus letras, y es ella misma.
Rosalía León escribe para que algún día, en algún momento, alguien recuerde a México en una canción. Con una versada popular, y en ocasiones “a la antigua”, la cantautora trae al presente temas antológicos del continente en una especie de regresión a lo orgánico, a la tierra, a lo rural, al pueblo. También acepta que escribe con de manera a ratos simpática, picante, con doble sentido, y a veces sensual.
Ahora llega a Cuba para cantar Más Alto, luego de haber grabado aquí el videoclip de su single “Espectro” junto a Kelvis Ochoa. “Todo esto ha sido un proceso de sembrar semillitas desde que llegué con Haydée Milanés invitada a su concierto de trayectoria. Así comprendí que hay que llegar poco a poco e ir dejando la semilla, para que la gente me vaya viendo y un día digan que les gustó mi canción, mi disco. Hay que ir sembrando caminos y ahora es que puedo cantar ya un concierto completo con la dicha de que me acompañen cubanos y eso es como si te cobijaran. Estamos tan cerca, pero tenemos también tantas diferencias y eso hace que admiremos, apoyemos y aplaudamos las diferencias del otro. Eso me hace aprender mucho”.
La mexicana afirma que trae música para toda la familia, en un show donde algunos mayores recordarán “Aires del Mayab”, “El son de la negra”, o “Huapango”, y las nuevas generaciones las conocerán sin perder la esencia de la tradición. “Yo hago nueva armonía, pero las letras siempre están porque también cuido a los cantautores. Ellos nos dejaron su legado y de qué serviría si yo les cambiara todo, pero entre eso mezclo mis canciones para regalar un concierto entretenido y dinámico porque en todos los arreglos está esa fusión de las dos guitarras”, refirió León.
Hoy canta desde Cuba porque para ella es el país donde hay mucho arte y cultura. Se emociona al tomar una fotografía porque en cualquier lugar que lo haga el resultado va a ser artístico. También disfruta de la gente que tiene mucho de qué hablar, mucho que transmitir. Y sueña con venir unos cuantos meses a aprender el estilo guitarrístico de la Isla.
“Como cantautora me hace darme mucho valor el hecho de que aquí me acepten, que les guste. La única forma de saber si soy invitada a la fiesta es venir a Cuba y proponerles mi música, mi forma de pensar. Y por otra parte me voy llevando amistad, varias maneras de ver el arte, la vida. Mi forma de venir a Cuba es traer y también llevarme. Estar aquí es vencer una marca pendiente que tenía en mi lista de cosas que quiero hacer en la vida”.
Con este pendiente vencido, Rosalía volverá a su México, no sin antes explicarnos cómo se logra una buena mixtura entre dos guitarras. Continuará luego en su búsqueda incesante de armonías, en su creación de temas propios y en esa revisita a los clásicos. Seguirá persiguiendo un nuevo lenguaje, apostando por transmitir su arte musical mezclando elegancia y poder, hermanando sonidos, y regresando a este pedazo de tierra rodeado de mar para elevarnos, nuevamente, a lo “Más alto”.