Este 20 de junio Polito Ibañez terminó su viaje por varias provincias cubanas, a fin de promocionar su último disco, Sombras amarillas.
“El primer concierto fue en Camagüey, después seguimos este orden: Ciego de Ávila, Morón, Trinidad, Santa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Pinar del Río, Mayabeque y Artemisa. Todo del 5 al 20 de junio.
“Es una gira que quisimos hacer en dos etapas para que fuera menos agotadora: la primera en junio, que abarcara desde Camagüey hasta el Occidente del país, y otra a partir de noviembre, por todas las provincias orientales.
¿Por qué tanto espacio entre un fonograma y otro de Polito?
“En el 2003 terminé Axilas, y hasta el 2010 no volví a hacer un disco, porque a mí no me gustaban mis canciones. No me sentía conforme con lo que estaba diciendo, me sentía aburrido, pensé que era lo mismo, que me estaba repitiendo.
“Fue Stefano Gargolo, un italiano radicano en Cuba desde hace 20 años, quien me dijo: “No solo tienes un disco, tienes varios discos. Son excelentes canciones, vamos a separar algunas de ellas en dos grupos, vamos a hacer primero un disco donde hayan al menos tres buenas canciones, y después grabamos otro.” Así que supuestamente tenemos una grabación pendiente.
“Este disco, Sombras…salió en noviembre del 2010, fue licenciado para Cuba por BIS Music. Y en apenas dos meses la canción Sombras amarillas se convirtió en el tema musical más transmitido en Radio Taíno, no a partir del pedido del público, sino del interés de los programadores, quienes prefirieron poner –de todos mi discografía- esa canción. Y resultó ser la canción más escuchada durante el año 2010…a solo dos meses de salir a la calle.
“Esa resultó una experiencia maravillosa, arranqué defendiéndola en algunos centros nocturnos de La Habana durante el 2011 hasta que me fui al Teatro Mella a hacer un concierto -el 31 de junio, cuando se cumplían 20 años de mi primer concierto en Cuba. Ese día lancé oficialmente el disco en La Habana”.
¿Cómo surge Sombras amarillas?
“Es un disco que comencé a hacer a partir del esfuerzo y la presión que recibí de Stefano Gargolo, que es fanático de mi música.
“Él nunca se había acercado a mí, y yo hacía siete años que no grababa. Él tiene una disquera en Italia que radia para toda Europa y parte de Centroamérica y me convenció de que las canciones que a mí particularmente no me parecían muy buenas, sí eran buenas canciones y que debíamos hacer ese CD, Sombras Amarillas”.
Sin embargo, muchas de las canciones de Sombras Amarillas estaban escritas entre 1997 y el 2004… ¿por qué no confió antes en esos temas?
“Porque yo me aburro mucho de mí mismo, y es un reto que asumo: el aburrirme de mis propias canciones. Y sin romper mucho con mi estética, y con mi estilo de vida, necesitaba unir esas canciones a historias nuevas, a los problemas e ilusiones de otros seres humanos”.
Pero haces la gira nacional un año y medio después de lanzar el disco…
Porque en este tiempo estuve grabando un disco con la Orquesta Sinfónica Nacional, sobre sobre algunos poetas cubanos cuyos versos hemos musicalizado.
¿Cómo llegas a este otro proyecto tan diferente?
“Yo siempre quise ser músico, desde niño cuando vivía en Rodas, el municipio cienfueguero, intenté muchas veces entrar a una escuela de música y nunca tuve la oportunidad. Mi familia era muy humilde y no sabía cómo insertarme en una escuela de arte.
“Luego me fui a estudiar la carrera de actuación al Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, y fue cuando hice mis primeros intentos de componer canciones. Dejé el bolero y la canción romántica para convertirme en un trovador.
“Cuando cursaba el segundo año en el ISA comencé a leer mucho, porque estaba atrasado culturalmente cuando llegué a La Habana, y me tuve que apresurar mucho. Leí muchos libros de poesía, sobre todo de los grandes como Vallejo, Poe…y en particular me gustó mucho Eliseo Diego, él es mi poeta cubano de cabecera.
“Entonces estando en el ISA, y escuchando la Orquesta de Cámara montar los grandes clásicos, se me ocurrió que quería hacerle una musicalización sinfónica a un poema de Eliseo Diego. Yo tenía 21 años y no estaba muy maduro para hacer una cosa así. Han pasado todos estos años y al fin creí que podía hacerlo y entonces me di yo mismo a la tarea de hacer la orquestación y los arreglos para la Orquesta Sinfónica Nacional.
“Invité al sello Colibrí a para que me secundara, ellos aceptaron y pudimos contar además con el maestro Pérez Mesa para que dirigiera la Orquesta y con Miguel Núñez para los pianos”.
“Este disco va a ser muy importante en mi carrera porque contiene poesías de Eliseo Diego, Miguel Barnet, Roberto Fernández Retamar, Nancy Morejón, Reina María Rodríguez, Carilda Oliver, Bladimir Zamora, Alex Pausides, Marilyn Bobes y otros más, además también hay dos temas míos. Es una obra que voy a defender más que mis propias canciones, porque es una musicalización de versos de personas que han aportado mucho al pensamiento inteligente de la nación cubana, y hay que hacerles una reverencia.
¿Qué otros proyectos tienes próximamente?
“Terminé de grabar este disco con la Sinfónica y ahora debo grabar con BIS Music mi próximo disco, que tentativamente se debe llamar Sin preservativos, como igualmente se llama uno de los temas del disco. Pero lo digo tentativamente porque tal vez cuando terminemos se llame de otra manera, eso depende mucho de los intereses de la disquera, que deben acordar que sea un título sugerente para el mercado”.
Usted nació en Cienfuegos, una de las provincias que comprendió esta gira… ¿hay algún lugar de esa provincia que añore?
“Debo ser sincero: Cienfuegos es una ciudad muy extraña y ajena para mí. Primero porque quienes están al frente de esa provincia nunca han puesto atención sobre mi obra, no los siento interesados en mí como lo hace por ejemplo: Ciego de Ávila con Arnaldo Rodríguez, o Santa Clara con José Luis Cortés (el Tosco), o Camagüey con Adalberto Álvarez.
Por ser la ciudad extraña que es, yo de Cienfuegos extraño muy poco. En mi alma no habita Cienfuegos.
Durante la gira…algo curioso que le haya pasado…
“Me sucedió algo sorprendente en Morón. El lugar del concierto era oscuro, un patio con unas sillas muy raras y pensé que solo iría un público que no iba a entregarse. Recuerdo que me dije: aquí van a venir cinco borrachos…y sin embargo ocurrió algo maravilloso, pude dar un concierto bellísimo donde yo me sentí un trovador. Porque me siento ahora mismo un músico que hace fusión de trova, pop, rock; y casi le pongo más energía a eso que al trovador más puro…y en Morón pude hacer ese concierto más compenetrado con el público, y fue muy bueno.
Ciertamente, PolitoIbañez regresa de esta primera parte de su gira nacional cargado de historias que se convierten en anécdotas, sensaciones, y de saber que tiene un público que lo sigue a todas partes… Una lealtad que sobrepasa los límites de cualquier provincia -como le ocurrió en el santaclareño Teatro La Caridad: del fondo, de lo último del teatro se escuchó la voz de una mujer: “¡Polito, te amo!”. Él, tal vez acostumbrado a esos incidentes en medio de sus conciertos, respondió al micrófono: “Sí, es que este público santaclareño es muy bueno y siempre me sorprende y …” “No, Polito, ¡yo soy de Camagüey!”.