Cubierta de papelitos de colores, escandaloso vestuario, arrolladoras congas y el bullicio de la gente, recibirá la oriental ciudad de Santiago de Cuba, la trigésimo segunda edición del Festival del Caribe, dedicado este año a la cultura y el pueblo de Martinica.
La ciudad parece lista para la locura, con el sol tropical brillando y calentando las espaldas de centenares de miles de personas que han tomado las calles, sumándose a la multitud que marcha detrás de los tambores para darle la bienvenida a la jornada cultural.
La también bautizada como “Fiesta del fuego”, resaltará la herencia africana y franco-haitiana en las expresiones danzarías, la música y la vestimenta que cobra protagonismo en las esquinas santiagueras. Por estos días cobran vida también los grupos de parranderos y congueros que acompañados de tamboriles, sonajas y bandolas entonan sus cuartetas y estribillos pegajosos para ambientar la fiesta de los mamarrachos (personas fantaseadas con colorido y vestimenta exagerada).
El sobrenombre de “Tierra Caliente” vendrá bien por estos días en Santiago de Cuba, donde a la urbe asistirán más de mil 300 visitantes de 32 países del Caribe y del mundo, según dio a conocer Orlando Vergés, Director de la Casa del Caribe, institución rectora de esa fiesta popular.
Convocados por los festejos callejeros, exposiciones de artes plásticas, la poesía, coloquios y conferencias, unas 175 agrupaciones folclóricas de siete provincias cubanas ofrecerán espectáculos; se sumarán en esta edición 2012 participantes del continente europeo y de otras áreas más alejadas como Paquistán.
No faltará el famoso “Desfile de la Serpiente”, espectáculo excepcional u único en el Caribe portador de los más típicos ritmos y ritos religiosos de los hombres y mujeres de esta región.