En lo que va de 2021, la presencia de público en salas de teatro ha sido casi nula en Cuba, una ausencia que de a poco llega a su fin este fin de semana, cuando se reanudan las actividades culturales en La Habana y otras provincias.
En su primera edición en pandemia, la 19 edición del Festival de Teatro de La Habana ocurrirá del 23 al 31 de octubre, con espectáculos en vivo que, si bien no son lo que muchos quisiéramos (solo se podrá disfrutar de dos puestas en escena), la situación sanitaria vivida en la Isla este año no permite aspirar a mucho más.
En esta ocasión se dedica el festival al 90 aniversario del natalicio de Berta Martínez, Premio Nacional de Teatro; a los 80 años del estreno de Electra Garrigó de Virgilio Piñera, una de las obras emblemáticas de la escena cubana, dos fechas que serán recordadas principalmente en el evento teórico previsto en el Festival.
La cartelera de esta edición se transmitirá casi por entero vía online y por televisión (incluido el evento teórico), uno de los recursos más al alcance del pueblo cubano, porque resulta casi imposible imaginar que los residentes en la Isla puedan disfrutar masivamente un evento transmitido por YouTube y redes sociales.
Oficio de Isla, a cargo del proyecto de similar nombre que lleva adelante Osvaldo Domeadiós, junto a Como gustéis, work in progress resultado del trabajo de tesis de alumnos de 4to. año de la Escuela Nacional de Teatro, con la dirección de Carlos Díaz, de Teatro El Público, serán los únicos espectáculos que podremos ver en vivo, sin perder esa magia que tiene el teatro y que tanto se extraña.
Oficio de Isla: lo que fuimos, quisiéramos ser y (ahora) somos
Honestamente, no es lo mismo disfrutar de una obra teatral en televisión, el teatro tiene ese encantamiento difícil de suplantar a través de una pantalla, la pasión e intensidad desatadas en escena por los actores se difumina un poco cuando pasa el filtro de la cámara, se siente menos viva la interpretación.
Eso sí, es innegable que, con esta modalidad, espectadores de todo el país podrán apreciar las obras presentadas, otorgándole un poco más de democratización al evento en ese sentido. Incluso aquellos asiduos a la programación habitual habanera podrán ver piezas de gran demanda del público en otras ediciones del Festival, además de otras obras más recientes de importantes compañías y dramaturgos nacionales, estrenadas antes de la pandemia.
Así regresan la tercera temporada de Cuban Coffe by Portazo’s cooperative, de la compañía El portazo; Pedro Páramo de Teatro Buendía; Ubú sin cuernos de Ludi Teatro; El gran disparo del arte por La franja teatral, Reportaje MacBeth de Teatro de la Luna; Hierro de Argos Teatro; La casa de la agrupación santiaguera Estudio Teatral Macubá, entre otras propuestas para adultos.
Llama la atención la escasa presencia de obras presentadas desde agrupaciones radicadas fuera de la capital, quienes muchas veces no cuentan con misma disponibilidad de recursos que las compañías de La Habana, lo cual limita la grabación de las piezas, un recurso costoso, pero casi imprescindible hoy día.
De ahí la importancia de brindar estos recursos o al menos de que exista un mayor interés desde el Consejo de las Artes Escénicas de registrar las principales puestas en escena nacionales, no pensando solo en el público, también en la enseñanza de las nuevas generaciones.
Ausencias habrá este año, pero destacan en particular dos agrupaciones: Trébol Teatro y Ciervo Encantado, dos compañías que se mantenían activas poco antes de la irrupción de la COVID-19 en la Isla: Hembra y Humo, en el caso de Trébol y Zona de Silencio y La Anunciación, de Ciervo Encantado.
Por otra parte, para esta 19 edición se incrementa la participación de compañías infantiles, con una programación que incluye varias propuestas audiovisuales realizadas en el período de la pandemia, a cargo de Teatro de las Estaciones, La Colmenita, Teatro Tuyo, El mirón cubano, Espacio Teatral Aldaba, Teatro La Proa, y otras compañías, además de la exhibición de materiales audiovisuales para niños, público ampliamente favorecido con esta modalidad de teatro desde casa.
También resalta la inclusión de espectáculos danzarios entre las propuestas para adultos, excesiva si tenemos en cuenta que el Festival es un evento donde, si bien la danza siempre ha estado presente con espectáculos paralelos a la muestra principal, ahora resulta casi similar el número de espectáculos teatrales y danzarios, con el propósito, al parecer, de llenar la programación del Festival.
Aunque no cuente con la misma cantidad de espectáculos habitual, este Festival presenta más de 30 puestas en escena para adultos, contando la participación extranjera, cifra similar a lo presentado en ediciones precedentes. Como complemento, en la cartelera nocturna también se presentarán documentales y propuestas cinematográficas vinculadas al acontecer teatral, una variante más acorde para un evento de este tipo considerando que la mayoría de obras se trasmitirá en la televisión.
De momento, queda revisitar las propuestas que trae este 19 Festival de Teatro de La Habana, para recordar la sensación (ahora desde otra sala), de estar hipnotizado con los personajes y las historias que cobran vida ante el espectador una vez levantado el telón.