Por Juan Palop
El teatro es “oxígeno“ y una “poderosa herramienta para generar cambios sociales“, asegura en entrevista a EFE la joven directora y actriz cubana Liliana Lam, que en sus últimas obras indaga en el machismo, la prostitución masculina y la transexualidad en su país.
Lam, de 34 años, acaba de bajar el telón a la tercera temporada de Kilómetro 0 —donde como guionista y directora se ha asomado a “la realidad invisibilizada“ y marginal del sexo de pago entre hombres en La Habana, principalmente por parte de extranjeros— y ya prepara el guión de una obra sobre mujeres transexuales.
“Kilómetro 0 son historias de vida, porque está inspirada en varias historias reales que tienen que ver con la prostitución masculina en Cuba. Pero hablaría más de historias de vida, vidas que desgraciadamente devienen de familias disfuncionales, de violencias en la adolescencia, en la niñez…, de vidas que se han roto y que de una forma u otra luchan por componerse“, describe.
La obra surgió del contacto de Lam con el profesor universitario e investigador cubano Julio César González Pagés, que estudió a los llamados “jineteros“ de La Habana durante catorce años. Entretejiendo historias reales “tan fuertes“, la artista creó personajes de ficción y la trama que vertebra la obra.
“Me conmovió saber que hay historias así“, recuerda Lam, que de inmediato pensó que el estudio podía ser el germen de algo más porque la prostitución masculina “es algo que está ahí, a la vista, pero es muy complicado reconocerlo a nivel institucional y a nivel popular incluso“.
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Contar historias difíciles
Llevar Kilómetro 0 al escenario le pareció el paso lógico, para poner el foco en el tabú, porque toda obra debe aportar una “reflexión“. Pero no fue sencillo.
Lam reconoce que el texto “tuvo que pasar por varios procesos de revisiones de personas del Consejo Nacional de las Artes Escénicas“. “En un principio incluso hubo como una especie de censura hacia la obra, pero eso se rebasó“, agrega.
“Sé que muchas veces se maneja tratar de encontrar textos, más sencillos, más light“, señala la directora y actriz, aunque agrega que ella no ha tenido “ninguna propuesta de ese tipo“ desde las autoridades culturales de Cuba.
“Si yo escribo y dirijo es porque tengo algo que decir (…). Si me propusieran eso, estarían embarcados porque las obras de teatro tienen que decir algo y hay que creer en eso. Porque con el trabajo que se pasa aquí para hacer teatro encima tener que hacer algo en lo que no creas, sería muy triste“, razona.
Otra de las obras de Lam que dejó huella fue Intimidad, donde una pareja joven empieza a analizar sus comportamientos, a descubrir cómo cada uno tiende a repetir su rol de género, y empiezan a replantearse su vida y a deconstruirse.
“Vivimos en un país muy machista, con una cultura patriarcal extremadamente arraigada“, afirma Lam, que reconoce que se han realizado campañas públicas, pero que “queda mucho camino por recorrer“.
“A las mujeres nos han puesto un pie en la cabeza durante siglos y siglos y siglos“, asegura.
Derechos, no privilegios
Aplaude la aprobación hace un año por referendo del Código de las Familias, un reglamento sobre las relaciones personales y familiares que incluía el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, pero que también avanzaba en términos de igualdad.
“Es extremadamente importante que las personas comprendan que no se trata de privilegios. Se trata de derechos. Y que todo el mundo tiene derecho a ser feliz y ser libre sin hacerle daño a nadie“, subraya esta joven directora.
A nivel institucional, ve a más mujeres en puestos de relevancia en Cuba, pero lamenta que los medios oficiales no informen —salvo excepciones— sobre los feminicidios, 62 en lo que va de año según plataformas independientes (a falta de estadísticas gubernamentales).
Lam califica de “inadmisible“ que el país no tenga una ley integral sobre violencia machista, algo a lo que se resisten Gobierno y Asamblea (el cronograma legislativo hasta 2027 no lo prevé), pese a los llamados de los colectivos feministas.
Asegura además que el “mayor cambio“ tiene que ser “de adentro hacia afuera“, porque no percibe transformación alguna a nivel social. Ahí es donde está convencida de que el teatro puede ser “una poderosa herramienta“ al “sensibilizar y hacer pensar“ desde la emoción.
Ahora, el éxito de uno de los personajes de Kilómetro 0 está siendo el germen para escribir Clara, la historia de una mujer transexual cubana que triunfa en YouTube mostrando los logros y fracasos de personas que, como ella, han cambiado de sexo y tratan de salir adelante en un contexto adverso.
“Si la comunidad LGTBIQ+ ha tenido que luchar mucho, yo creo que la comunidad trans está aún más atrás“, reflexiona Lam.