Béisbol Sub 23: Una final inédita

El duelo entre Cienfuegos y Sancti Spíritus dejará el título en el centro de la Isla y también un nuevo campeón para el torneo.

Daniel Pérez, bujía de los Elefantes cienfuegueros en el torneo Sub 23. Foto: Tomada de su perfil de Facebook.

Daniel Pérez, bujía de los Elefantes cienfuegueros en el torneo Sub 23. Foto: Tomada de su perfil de Facebook.

Solo quedan los dos equipos que discutirán la corona en la VI Serie Nacional Sub 23 de Béisbol. La de 2019 será una final inédita entre Cienfuegos y Sancti Spíritus, con los monarcas de Occidente y Oriente concentrados en la región central. El equipo que resulte campeón también se coronará por primera vez.

Los Elefantes cienfuegueros nunca han estado en esta instancia, mientras los Gallos espirituanos fueron subcampeones en la segunda edición, cuando cayeron en tres peleados partidos ante La Habana.

Justamente en aquella versión, como en este torneo, eliminaron a Santiago de Cuba en semifinales. ¿Podrán revertir la historia de malos augurios que ronda al béisbol espirituano?

Cienfuegos llega mejor a este tope, que será de cinco juegos a ganar tres. Su cuerpo de serpentineros está bien descansado, con una rotación abridora a base de Bárbaro Herrera, Luis Serpa y Abel José Campos.

Su bateo no estuvo bien en semifinales frente a los lanzadores de la Isla de la Juventud, pero los cienfuegueros saben fabricar carreras y aprovecharon todas las brechas. Eliminar al actual campeón, el mismo que los sacó de la cuneta el año pasado en el cruce por el título, es otro plus importante.

Sancti Spíritus, por su parte, comienza en casa con menos descanso. Además, cuentan con la ausencia del estelar Roberto Hernández, quien ya se unió a la preselección nacional. El derecho de Batey Colorado debe incluirse en el equipo rumbo a la Liga Can Am, si es que finalmente se concreta la participación cubana.

Tampoco están listos para abrir en el estadio José Antonio Huelga los dos lanzadores que vencieron a Santiago de Cuba. La ausencia en la lomita de Edelso Montesinos y Yankiel Mauri en los dos primeros duelos pone en desventaja a la tropa de Eriel Sánchez.

Pronóstico: Cienfuegos se corona campeón en cuatro juegos.

Lo mejor y lo peor de las semifinales

Lo mejor: El pitcheo de Cienfuegos, que solo le permitió par de carreras a la Isla de la Juventud en 19 entradas de actuación.

Excelente fue el manejo de los lanzadores por parte del mánager Dianny Guedes según rigen los cánones del béisbol moderno. Solo le salió mal en el segundo duelo cuando trajo a su principal cerrador José Andres Córdova a tirar el noveno inning, pero hay que aplaudir esta decisión.

Tomás La Rosa fue el factor clave. Salvó el primer juego y retiró por su cuenta a los cuatro bateadores que enfrentó en el segundo para llevarse la victoria, por lo que tuvo participación directa en los dos triunfos sureños del play off.

Los cienfuegueros celebran su pase a la final del torneo cubano sub 23. Foto: Darilys Reyes / 5 de Septiembre.
Los cienfuegueros celebran su pase a la final del torneo cubano sub 23. Foto: Darilys Reyes / 5 de Septiembre.

También merece realce el fabuloso el poder de recuperación de Sancti Spíritus, que después de recibir un nocaut, levantó el play off con magníficas actuaciones de sus dos abridores. Solo dos carreras en 16 entradas de labor soportaron Edelso Montesinos y Yankiel Mauri frente a Santiago de Cuba.

Muy saludable para el béisbol cubano ver a dos talentos como el cienfueguero Daniel Pérez y el espirituano Geyser Cepeda entregados a plenitud.

Pérez se mostró rápido a pesar de su condición de cuarto bate al colarse en segunda con un fly a los jardines. Además, anotó la carrera decisiva en el segundo juego después de un hit y tres wild pitch.

Por su parte, Cepeda mostró garras, deseos y asumió el protagonismo que le correspondía. Incluso en el tercer juego, cuando su equipo ganaba 7-0 en el noveno inning y dos outs, se lanzó de manos en primera, y consiguió el infield hit. Todo un ejemplo de entrega.

Lo peor: La defensa en el play off oriental fue un reflejo de lo mal que estuvo este departamento durante todo el campeonato. En el primer juego se cometieron siete errores con ocho carreras sucias.

Los santiagueros en el segundo duelo fueron un verdadero desastre, con cinco marfiladas que provocaron como sucias más de la mitad de las anotaciones de sus rivales.

Por su parte, el espirituano Roberto Hernández llegaba a la semifinal con un gran pedigrí (récord de 90 ponches incluido) y, sin embargo, tuvo una pésima salida. No obstante, fue víctima de la errática defensa de sus compañeros. ¿Presión o simplemente un día malo?

Si ponderamos a Dianny Guedes hay que criticar a Elizardo Guilart. ¿Por qué el director santiaguero abrió el juego decisivo con el cerrador de todo el campeonato? ¿Acaso la función de Carlos Font no era preservar las victorias? En 19 salidas solo tuvo tres aperturas.

No se puede violentar el manual de esa manera.  Adrián Ramírez y José Gutiérrez (debido a la cantidad de zurdos de la tanda contraria) hubieran resultado mejores opciones.

La mayoría de los uniformes de los jugadores regulares de Sancti Spíritus no tenían una letra sana. ¿Ocurrirá lo mismo con los trajes de la venidera serie nacional? Las chamarretas y su calidad también forman parte del espectáculo.

La bola sigue viva y en juego, solo que en las provincias centrales.

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