Había algo de suspenso, algunos temían despertar del sueño justo en el momento clímax, pero no, César Prieto espantó con un swing todos los fantasmas. Este sábado 21 de noviembre del 2020, contra los envíos del camagüeyano Rodolfo Sorís y en conteo de dos bolas y dos strikes, el “9” de los Elefantes disparó un sencillo que lo ubica como el nuevo emperador del jit en el béisbol cubano.
Fue una conexión sólida al derecho, dicen los pocos presentes en el estadio Cinco de Septiembre, testigos privilegiados de un récord que costará mucho trabajo romper: 40 partidos consecutivos bateando imparables… ¡y contando!
Desde la noche del viernes, solo unas horas antes de uno de los juegos más importantes de su corta carrera, Prieto parecía calmado, enfocado. “Ya estoy metido aquí y tengo que seguir adelante. Si estoy tan cerca, tengo que lograrlo”, me dijo en una breve conversación por WhatsApp.
Sus palabras me sorprendieron un poco. Lo normal, pensé, es que estuviera algo presionado, pero después terminó de despejar mis dudas: “No tengo nervios ni nada. No había estado tan cerca de romper un récord, pero sobre todas las cosas no me siento nervioso, sino orgulloso, esa es la palabra. Haber logrado esto a mi edad me hace sentirme orgulloso de mí mismo”.
Aquella sentencia fue una especie de “apaga y vámonos”. Sin importar el rival o la magnitud del récord, César iba a hacer la cruz una vez más, y así fue. El sureño dejó definitivamente atrás la anterior cota para los clásicos domésticos, en poder del virtuoso Rey Isaac, quien eslabonó una cadena de 37 encuentros con al menos un jit en 1994, durante la 34 Serie Nacional.
Cuando el santiaguero impuso la marca, quebrando el récord de 31 de Lázaro Vargas (1986), hubo consenso en que tomaría mucho tiempo para que su reinado cayera. Y, en efecto, casi 26 años han pasado desde aquella seguidilla del patrullero indómito. Durante este período, el avileño Isaac Martínez (32 juegos en 2001) y el también cienfueguero José Dariel Abreu (31 en el 2004) intentaron destronarlo, pero se quedaron cortos.
A Rey Isaac le rompió la racha el capitalino Orlando “El Duque” Hernández, justamente el 17 de diciembre de 1994. Ahora, en el 2020, hay una recompensa para quien logre detener al emperador del sur, al César cubano.
La racha por dentro
César Prieto se ha embasado en todos los partidos de la presente Serie Nacional. ¡En todos! Durante 45 encuentros, ningún rival ha encontrado la fórmula para dejar totalmente en blanco al cienfueguero, que siempre ha entrado en circulación al menos una vez, ya sea por imparables o por boletos.
De hecho, solo en un choque el sureño no ha pegado jit, pero consiguió llegar a la inicial por una base por bolas. Eso fue el 17 de septiembre, contra los Tigres de Ciego de Ávila, que se apoyaron en Vladimir García y Luis Alberto Marrero para silenciar a Prieto en tres turnos, aunque el “Cañón de la Trocha” le regaló un pasaporte gratis.
Dos días después, César conectó inatrapable frente al zurdo tunero Yudiel Rodríguez y marcó el inicio de su racha salvaje de partidos con jit, la cual no tiene para cuando acabar. En estos dos meses, el madero del infielder cienfueguero no ha parado de sonar y ha sido un martirio para todos los rivales.
Para tener una idea más fiel, durante la cadena ningún equipo ha logrado retirar a Prieto en seis turnos consecutivos, pero él tiene dos mini rachas de cinco imparables al hilo, una frente a Las Tunas en septiembre, y otra contra Guantánamo e Industriales a inicios de octubre.
La seguidilla aumenta exponencialmente su valor por el hecho de que 13 de los partidos (32,5 %) no han pasado del séptimo episodio, ya sea por marcadores de nocao o por los recortes propios de las dobles carteleras, tan usuales en la presente temporada por las suspensiones que ha provocado la lluvia.
Dicha dinámica le ha restado oportunidades ofensivas a Prieto, y en más de una ocasión se vio al borde del abismo, con la cadena pendiendo de un hilo.
Por ejemplo, contra Guantánamo, el 1 de octubre, llegó al séptimo inning sin jits y finalmente hizo la cruz con una línea al derecho. Esa sería su última comparecencia del partido, porque después los Indios del Guaso se rebelaron y decretaron el marcador de nocaut.
Sin embargo, según César el choque más complejo de la racha fue ante las Avispas. “En Santiago, no tenía jits después de dos turnos contra Carlos Font, y en el tercero me llevó a dos strikes sin bolas. Entonces apelé al toque y marqué la tarjeta, pero estaba preocupado, de hecho, ha sido el momento más difícil de toda la racha”, me confesó.
En sentido general, César no ha ido a cuentagotas. De los 40 juegos con incogibles, 25 han sido partidos multi-jits, hasta totalizar 75 cohetes para un descomunal promedio de .435.
Ha anotado 44 carreras y ha remolcado 26, y de todos los imparables, el 24 % (18) han sido extrabases, lo cual demuestra que el cienfueguero maneja disimiles registros ofensivos: no se basa solamente en hacer contactos y explotar su velocidad, también puede batear con poder.
La génesis
Les ha tomado unos minutos leer todo esto, pero el camino del récord para César Prieto ha sido larguísimo, de 64 días si contamos solo el tiempo de juego en la presente Serie Nacional. No obstante, la génesis de la nueva marca, el punto cero, el propio jugador lo ubica mucho más atrás.
“Realmente esto es fruto de una buena preparación en mi casa, con mi padre. Todo parte de ahí, del respeto que tengo por los entrenamientos, del valor que le doy a ese momento, y de la especial atención que le presté durante la cuarentena. No perdí una sola sesión en esa etapa. Quería que este fuera año grande, un año que marcara mi carrera en el béisbol cubano”, aseguró Prieto en contacto directo con OnCuba.
Quizás muchos puedan pensar que tanta dedicación estaba mayormente enfocada en “dar la talla” en su primer contrato profesional fuera de Cuba, específicamente en México con los Olmecas de Tabasco. Sin embargo, quienes lo conocen aseguran siempre ha mantenido este enfoque.
“César vive dedicado al béisbol, tiene los cinco sentidos puestos en pulir su enorme talento natural y no le pesa en lo más mínimo el cartel de mejor prospecto del béisbol cubano, el cual se ha ganado con un rendimiento descomunal”, nos comenta desde Cienfuegos un entrenador que pidió conservar el anonimato.
La ética de trabajo de este chico impresiona. Con 21 años, no para de trazarse metas, siempre mira hacia adelante y no se reserva nada. Su intensidad en el diamante atrapa la atención de todos, y su virtuosismo con el madero simplemente encandila la vista.
Luego de romper un récord del siglo pasado, habrá que abrirle las puertas, observar con atención su desarrollo y disfrutar el espectáculo que monta en cada salida al diamante. Ahora mismo, nadie sabe dónde está el techo de César Prieto.
Nota:
Al momento de publicar esta historia, ya César Prieto había pegado jit en el segundo partido del doble programa de este sábado vs. Camagüey, en el parque Cinco de Septiembre. Con ese imparable, extendió a 41 su racha de partidos con al menos un cohete.
Si la alusion es a Julio Cesar como emperador , estas en un grave error , Julio Cesar nunca fue emperador de Roma , sino Consul de la republica romana que era el cargo que ocupaba como gobernador de Roma . El primer emperador romano fue su sobrino Octavino .Saludos