El inmovilismo del béisbol cubano, en algunos aspectos, desaparece paulatinamente. Ya se han efectuado algunos contratos con jugadores cubanos para que actúen en ligas foráneas.
Llamativo resulta, además, el cambio de jugadores de un equipo a otro sin importar su provincia de origen. Si en otras etapas apenas se veían estos traspasos ahora «los fichajes» constituyen una regularidad.
En la historia de nuestras series nacionales siempre existieron jugadores que tenían que mudarse a otras provincias por las escasas posibilidades con que contaban o por problemas familiares. Recuerdo los casos de Mario Véliz, Lázaro López, Eduardo Cárdenas y Carlos Kindelán. Casos más recientes fueron los de Orlando Acebey, Adir Ferrán, Yusniel Ibáñez, y Darián González
También algunos jugadores fueron desechados en categorías infantiles por sus provincias, y después se coinvirtieron en verdaderos ídolos bajo nuevos uniformes como el villaclareño Maels Rodríguez, y el santiaguero Alfredo Despaigne.
Incluso existieron verdaderos «trotamundos» como el lanzador villaclareño Luis Armenteros Vizcaíno que es uno de los dos jugadores (el otro es el también anaranjado José Pérez) que ha participado en Series Nacionales y Selectivas con seis equipos diferentes, y terminó su carrera activa en la Isla de la Juventud.
Los pineros siempre recibieron a muchos jugadores de la isla grande, sobre todo de Pinar del Río pero esta es una tendencia que ha disminuido considerablemente en los últimos años.
La Comisión Nacional de Béisbol obligaba al jugador a esperar durante dos años si quería cambiar de casaca sin la autorización de su provincia natal. Política que ¿se fue a bolina?
La política de «fichajes» ha cobrado ribetes dramáticos con la llegada de Víctor Mesa a Matanzas. El polémico entrenador ha contado en su selección con jugadores de Villa Clara, Sancti Spíritus, Pinar del Río, La Habana y Guantánamo. El caso más sonado fue el del torpedero Dainer Moreira que supuestamente vino desde el Guaso a vivir con su madre en el municipio de Cárdenas. Y no se asusten si recala en el pantano un experimentado lanzador artemiseño.
La Atenas de Cuba también exporta peloteros. El mundialista juvenil Moisés Esquerres y el utility Edel Tamayo juegan la provincial cienfueguera con el municipio Abreus con el objetivo de vestir los colores de la Perla del Sur en la venidera Serie Nacional.
El principal lanzador de la manada de elefantes, Noelvis Entenza ya juega con Playa en el torneo capitalino, y será uno de los principales lanzadores de Industriales. Los guantanameros Alexander Rodríguez y José Luis Moulín también solicitaron la liberación de su provincia para trabajar con los azules. Por cierto Guantánamo, como hizo Las Tunas el año pasado con el toletero Joan Carlos Pedroso, ha dejado libres a jugadores experimentados como Vismay Santos, Roberto Borrero, Douglas Lafargue y Joennis Southerán. No se asombren si ven al recordista defensivo jugando en la inicial en tierras vecinas.
La cacareada representatividad cada día es menor en algunos equipos. Lo importante es la victoria aunque usted tenga jugadores de Groenlandia, de Ecuador y del Polo Sur. ¿Podemos hablar entonces de clubes en el béisbol cubano?
Por: Duanys Hernández Torres
Foto tomada de Trabajadores/ Crédito: José R. Rodríguez Robleda