El 30 de octubre de 2001, George W. Bush, lanzó la primera bola antes del tercer juego de la Serie Mundial entre los Arizona Diamondbacks y los New York Yankees. Menos de dos meses después del ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre, el presidente de Estados Unidos apareció en el Yankee Stadium con un chaleco antibalas debajo de un abrigo del Departamento de Bomberos de la ciudad.
Se suponía que Bush hiciera esta aparición pública el 27 de octubre en Arizona antes del primer juego del Clásico de Otoño, donde no existirían tantos riesgos de seguridad. Sin embargo, Bush desestimó los consejos de su equipo, se fue al corazón del Bronx y allí lo aclamaron luego de tirar un strike en el medio del diamante. Solo unos días después de aquello, los Diamondbacks ganaron la primera y única Serie Mundial de su historia.
El 24 de marzo de 2001, poco antes de que comenzara la campaña de Grandes Ligas, el as de Arizona, Randy Johnson, protagonizó uno de los momentos más tristemente célebres de su carrera: golpeó una paloma durante un partido de pretemporada entre los D’backs y los Giants en Tucson. Los videos sobre aquel inusual instante tienen millones de vistas en Youtube. Solo unos meses después de aquello, los Diamondbacks ganaron la primera y única Serie Mundial de su historia.
El 10 de julio de 2001 se celebró el Juego de Estrellas de MLB en el Safeco Field de Seattle. Randy Johnson fue el abridor de la Liga Nacional y Roger Clemens, estrella del picheo de los Yankees, lo hizo por la Liga Americana. Ese mismo año, el duelo final de la temporada comenzó el 27 de octubre y después se jugó sucesivamente el 28,30 y 31 del propio mes, además de 1, 3 y 4 de noviembre, cuando Luis González pegó un jit de oro contra Mariano Rivera y los Diamondbacks ganaron la primera y única Serie Mundial de su historia.
Probablemente, todos estos datos sueltos no tengan ningún significado ni guarden relación con la Serie Mundial de 2023, pero un usuario en Twitter identificado como Chriis Middleton, seguidor de Arizona, se ha vuelto viral en las últimas horas por señalar varias coincidencias (o cábalas) que hacen soñar a la fanaticada de los D’backs con reeditar su corrida triunfal de 2001.
so you mean to tell me….
– our ace hit a bird in 2001, and our ace hit a bird in 2023
– all the dates of the world series games in 2001 are the same as the dates in 2023
– the all star game was in seattle in 2001 and 2023
– george bush threw the first pitch in 2001 and 2023 pic.twitter.com/mTGa3TvKPp— chris (@chriismiddleton) October 27, 2023
En 2023, como mismo sucedió hace 21 años, George W. Bush tiró la primera bola en el partido inicial de la Serie Mundial. También este año, Zac Gallen, as de Arizona, golpeó a un pájaro con un lanzamiento durante una sesión de práctica, algo similar a lo que ocurrió con Randy Johnson.
Por si fuera poco, el Juego de Estrellas de 2023 se celebró en Seattle, como en 2001, y los abridores del choque (Zac Gallen y Gerrit Cole) fueron los mejores lanzadores de los Diamondbacks y los Yankees. Además, la Serie Mundial comenzó justo el 27 de octubre y seguirá el mismo calendario que la de 2001 hasta el 4 de noviembre, en caso de que se extienda a siete partidos.
¿Simples coincidencias? Quizás sí, quizás no, pero lo que está claro es que en el béisbol, el deporte más veleidoso del mundo, no es tan sencillo ganar agarrado solo a las supersticiones. De momento, ya los Diamondbacks lo comprobaron en el primer asalto de la Serie Mundial contra los Rangers, que se burlaron de todas las cábalas y dieron un primer golpe (6-5) con el cubano Adolis García como gran protagonista. A continuación analizamos las claves del choque.
Lo mejor
Cuando se lo propone, la ofensiva de Texas suele ser despiadada. Tienen la capacidad de anotar carreras por diferentes registros, pues cuentan con grandes corredores, bateadores capaces de discriminar y exprimir al máximo a los lanzadores rivales en la cuenta y, por supuesto, hombres con la magia y el poder para cambiar los destinos de un partido con un swing.
De todo esto vimos en el primer episodio de la Serie Mundial entre los Rangers y los Diamondbacks, que sufrieron en carne propia la furia de la ofensiva local en el Globe Life Field. En el mismo capítulo de apertura, el novato Evan Carter mandó un misil contra las cercas del jardín derecho y abrió el marcador, la mejor de las señales para un equipo que presentaba balance de 7-0 en los partidos que comenzaron ganando durante la actual postemporada.
Carter ha sido una de las revelaciones de los playoff. Este viernes, por ejemplo, se convirtió en el tercer jugador más joven (21 años y 59 días) de la historia con múltiples extrabases en un partido de Serie Mundial, solo superado por Andruw Jones (en 1996 con 19 años y 180 días) y Juan Soto (en el 2019 con 20 años y 362 días).
Poco después, Adolis García demostró que sigue en modo MVP, como terminó contra los Astros la final de la Liga Americana. El avileño, con Carter en segunda, soltó una línea brutal al jardín izquierdo que salió disparada de su bate a 116 millas, la conexión más fuerte de la noche en un partido de 11 entradas.
El imparable de Adolis puso delante 2-0 a los Rangers, que después perdieron la ventaja y fueron a remolque desde el inicio del segundo tercio hasta el noveno capítulo. En ese lapso, tanto Zac Gallen como los relevistas de Arizona (Ryan Thompson, Joe Mantiply y Kevin Ginkel) se las arreglaron para contener el despliegue y silenciar a más de 42 mil almas en Arlington.
Sin embargo, a Texas no se le puede dejar ni la más mínima brecha. En el noveno, tras un boleto a Leody Taveras y un ponche a Marcus Semien, el cerrador de Arizona, Paul Sewald, dejó servida una recta en la zona alta que Corey Seager despachó más allá de los límites, a 418 pies del plato.
Seager es un viejo zorro de la Serie Mundial, de hecho, esta es la tercera de su carrera y todavía no ha cumplido los 30 años. En el 2020, fue el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño en la primera victoria de los Dodgers en más de tres décadas. Después firmó un monstruoso contrato de 325 millones de dólares con los Rangers, que lo trajeron justo para momentos como este.
“Pura emoción. Es divertido. Estos son los playoffs. De esto se trata. Así que fue un momento genial, sin duda”, dijo tras el encuentro el torpedero de los Rangers, quien pegó el onceno cuadrangular en la historia para igualar un partido de Serie Mundial en el noveno inning.
Seager golpeó el primer picheo de Sewald, quien al parecer se confió demasiado. “Esos tipos son buenos. Nunca querrás simplemente darles un strike. Nunca se sabe si el que se supone que sea el mejor lanzamiento es el primero, por lo que siempre estoy listo”, explicó Seager sobre su agresividad en el plato, algo que lo ha distinguido en toda su carrera.
Desde que debutó en MLB en 2017, promedia .360 con 256 jits, 46 dobles, tres triples, 46 jonrones y 132 empujadas en conteo de 0-0. Este curso, por ejemplo, logró 11 jonrones, 17 extrabases, 31 remolques y OPS de 1.031 bateando sobre el primer envío.
Seager dejó la escena lista para el extrainnings número 65 en la historia de la Serie Mundial y el décimo que se da en el primer juego del Clásico de Otoño. Mientras la sensación de urgencia y el nerviosismo aumentaba en los dos dugouts, Adolis García llegó al home en el onceno episodio como si estuviera jugando en un placer de Ciego de Ávila y bajó el telón de una noche memorable.
Contra una sinker de 96.7 millas de Miguel Castro, el antillano conectó un batazo de 373 pies por el jardín derecho que se estrelló en la multitud. El batazo no hubiera sido jonrón en Boston, Colorado, Kansas, Oakland, San Francisco y Washington, pero esos equipos ni siquiera avanzaron a la postemporada.
De esta forma, los Rangers se convirtieron en el segundo equipo de la historia que logra un jonrón para empatar en el noveno capítulo y otro para decidir en extrainings en un partido de Serie Mundial. Los Yankees eran los únicos que habían logrado algo así, y también lo hicieron frente a Arizona en el cuarto choque de la gran final de 2001.
“En momentos como este aparecen jugadores especiales y Adolis lo ha hecho durante toda la temporada para nosotros. Ha sido extremadamente divertido verlo y muy divertido ser parte de ello”, aseguró Corey Seager sobre el batazo de Adolis, el puntillazo de la primera victoria de los Rangers en esta Serie Mundial.
Por cierto, entre lo mejor del partido no podemos pasar por alto la gran faena monticular del relevo de Texas. Dane Dunning, Cody Bradford, Jon Gray, Will Smith y José Leclerc se combinaron para retirar 6.1 innings en blanco, con solo dos jits permitidos, seis ponches y ningún boleto. De 21 bateadores que enfrentaron, solo tres pudieron conectarle golpes fuertes (batazos de 95+ millas de velocidad de salida). ¡Espectacular!
El héroe
A estas alturas ya no quedan muchas dudas de quién fue el gran héroe de la noche para los Rangers, aunque el valor de lo que hizo Adolis García va mucho más allá de su jonrón para decidir. El cubano, en su primer partido de Serie Mundial, pegó tres imparables, remolcó dos carreras, se robó una base y entró cinco veces en circulación.
¿Saben cuántos peloteros habían logrado algo así en su debut en el Clásico de Otoño? La respuesta es: ninguno. De esta forma, Adolis abre una nueva página en la historia que tiene muchos capítulos de récord, como les mostramos a continuación.
¿Cuántos jugadores consiguieron al menos tres jits y un jonrón en su primer partido de Serie Mundial? Solo seis lo habían hecho antes de Adolis y el último fue hace 63 años: Jimmy Sebring (1903), Bill Terry (1924), Mel Ott (1933), Joe Medwick (1934), Tel Kluszewski (1959) y Roger Maris (1960). De todos ellos, Terry, Ott y Medwick son miembros del Salón de la Fama.
¿Cuántos jugadores han conectado un jonrón para decidir en su primer partido de Serie Mundial? Solo Dusty Rhodes (New York Giants) lo había logrado antes que Adolis, el 29 de septiembre de 1954 contra los Cleveland Indians. Además de ellos, los únicos peloteros con un walk-off en el choque de apertura del Clásico de Otoño eran Tommy Henrich (1949) y Kirk Gibson (1988).
¿Cuándo fue la última vez que un jugador se embasó cinco veces en un partido de Serie Mundial? Tenemos que retroceder hasta 2017, cuando George Springer entró cinco veces en circulación en el quinto duelo de la serie entre los Astros y los Dodgers. En total, son 27 los hombres que se embasaron al menos en cinco ocasiones en un choque del Clásico de Otoño, y el único que lo logró en dos oportunidades fue Babe Ruth.
Podríamos seguir buscando listas relevantes a las que Adolis se ha sumado con su gran desempeño, pero su estreno en la Serie Mundial va más allá de las marcas. Ahora mismo, el cubano es el alma de los Rangers, justo como demostró en el noveno capítulo con un extraordinario fildeo sobre un batazo de Corbin Carroll que podría complicar más a Texas, debajo por dos en la pizarra. También en el noveno, después de recibir un pelotazo en la muñeca, se robó segunda y puso la potencial carrera de la victoria para los Rangers en posición anotadora, aunque después no pudo facturar.
“Ha hecho un gran trabajo. Lo vimos en la última serie. Lo vimos hacia el final de la temporada. Y está haciendo un gran trabajo controlando sus emociones, por así decirlo, no se balancea demasiado y se mantiene bajo control. Es divertido verlo cuando hace eso”, dijo el manager de Texas, Bruce Bochy, rendido ante uno de los hombres que lo ha llevado a su quinta Serie Mundial.
Lo peor
“Frustrante”, ese fue el calificativo que utilizó el manager de Arizona, Torey Lovullo, para describir la dolorosa derrota de su equipo este viernes en Texas. No es fácil perder una ventaja de dos carreras cuando estás a dos outs de ganar el primer juego de la Serie Mundial.
Para Torey, es más complicado porque el juego iba saliendo como lo tenía planeado hasta ese momento. Los cinco innings de tres carreras que aportó Zac Gallen fueron esenciales, así como la respuesta del bullpen para cubrir tres entradas en blanco.
Ryan Thompson y Kevin Ginkel se las ingeniaron para colgar dos ceros importantes. El primero retiró a Leodys Taveras con dos corredores en base y un out en el sexto capítulo. Por su parte, Ginkel tuvo que sumar 28 lanzamientos para salir ileso del octavo episodio, en el que retiró a Nathaniel Lowe y a Josh Jung con corredores en segunda y primera base con un solo out.
De esa forma, los D’backs se pusieron a tres outs de su primera victoria en Series Mundiales desde el 2001. Sewald salió en la novena con el marcador a su favor (5-3) y con una probabilidad de victoria de 91,3 %. Hasta ese minuto, no había permitido una anotación en ocho entradas durante la actual postemporada, además, sumaba ocho ponches y tan solo un boleto.
El ex lanzador de los Mariners inició su actuación con un boleto a Taveras, después logró retirar a Marcus Semien por la vía del ponche, pero Corey Seager protagonizó un momento que quedó grabado en los anales de las Series Mundiales con su jonrón para empatar en el noveno.
“Lo que más me frustró fue caminar a Taveras. Seager es uno de los 10 mejores jugadores de esta liga. Tienes que intentar enfrentarlo sin nadie allí”, declaró Paul Sewald a Jesse Rogers, de ESPN, tras el encuentro.
De todas formas, Lovullo no tendría de otra que seguir manejando el partido en extrainning con la segunda línea de su bullpen. Kyle Nelson otorgó 1.1 innings en blanco y Miguel Castro, no pudo hacer su trabajo cuando enfrentó al cubano Adolis García.
“Con Castro, hablamos de eso durante un par de días y creímos que tendría un enfrentamiento favorable ante Adolis, era un momento oportuno para hiciera lanzamientos sobre él y tratar de evitar una pequeña extensión. En cambio, le lanzó un picheo medio-medio y García hizo su trabajo”, dijo Lovullo con resignación.
Lo interesante es que antes de la noche de ayer, Seager llevaba de 7-0 contra Sewald con un ponche, mientras Adolis tampoco le había conectado un jit a Castro en dos turnos al bate. Con esos dos bambinazos, Texas logró la undécima victoria en la historia de las Series Mundiales de un conjunto que se encontraba detrás en el marcador por varias carreras en el noveno inning o más tarde. La última vez que esto sucedió fue en el quinto juego de la gran final del 2015 entre los Royals y los Mets.
El villano
Cuando el cerrador de un equipo desperdicia una ventaja tan importante, una gran parte de la culpa recaerá sobre él. Sin embargo, a pesar de que la transmisión de Fox reveló que el picheo de Paul Sewald contra Corey Seager no fue a la ubicación que pedía Gabriel Moreno, el derecho podía darse el lujo de lanzar su recta en el último tercio de la zona de strike.
Su recta tiene características similares a la de Cristian Javier: buena elevación, buen ángulo de aproximación vertical y eso se correlaciona con los resultados que ha obtenido desde 2021 (incluyendo playoff): promedio oponente de .194 slugging de .339, solo jonrones y 29,3 % de swines fallidos de los bateadores.
Sin embargo, Seager logró tomar la recta alta de Javier y Sewald para conectar importantes jonrones. “Los grandes jugadores hacen cosas importantes en momentos importantes. Él salió adelante. Todavía estoy tratando de averiguar cómo golpeó ese picheo, no he visto el video ni los datos, pero, simplemente, nos atrapó”, afirmó Lovullo.
También, Arizona otorgó diez boletos en el choque y cuando cedes tantas bases por bolas siempre caminaras sobre la cuerda floja. En la historia de los Clásicos de Otoños, solo en diez ocasiones un conjunto otorgó 10 boletos o más en un juego y en nueve, terminó perdiendo. Aun así, el daño por el descontrol se notó menos porque los Rangers batearon de 7-1 con corredores en posición anotadora.
Tras el naufragio de Sewald, el segundo partido será de mucha importancia para Arizona, aunque ya tiene un factor en contra antes de su inicio. Este viernes, Lovullo utilizó a seis relevistas para cubrir 5.1 innings, y la mayoría eran de su primera línea. Para el segundo encuentro necesitará que Merrill Kelly profundice lo más que pueda para que el bullpen tome un poco de oxígeno. Además, hay una ley que mientras la puedas cumplir será bueno: Trata de que a tus mejore relevistas los vean pocas veces en una misma serie, solo úsalos en los momento claves.
El dato
En medio de la locura por el espectacular partido de Adolis García no podemos pasar por alto sus marcas. Este viernes, el cubano se convirtió en el jugador con más empujadas (22) en una postemporada, superando el récord de David Freese (21 en 2011). Lo más impresionante es que el avileño ha conseguido esa cifra en tan solo 13 partidos y Freese necesitó 18.
Adolis lleva siete partidos consecutivos con al menos un remolque, la segunda racha más de la historia de los playoff, igualado con Daniel Murphy (2015), Bill Skowron (1958-1960) y Clyde Barnhart (1925-1927). Ahora el cubano se ha colocado a solo un paso de igualar el récord en poder de Ryan Howard (2009), Alex Rodríguez (2007-2009) y Lou Gehrig (1928-1932).
Además, el patrullero de los Rangers llegó a cinco juegos seguidos con al menos un jonrón e igualó a Giancarlo Stanton (2020), George Springer (2017-2018) y Carlos Beltrán (2004) con la segunda mejor cadena en la historia de la postemporada. El récord en este sentido pertenece Daniel Murphy, quien logró seis partidos consecutivos con cuadrangular en 2015.