En la última Serie Mundial, los Nacionales de Washington y Gerardo Parra hicieron viral el “Baby Shark”, un llamativo aplauso con las manos extendidas hacia el frente. Aunque han pasado unos meses ya desde aquella fiebre, los Cocodrilos de Matanzas se han enfrascado en traer esa moda hasta el estadio Victoria de Girón, donde miles de fanáticos esperan que la novena yumurina tenga la misma suerte que los Nats.
Al menos por ahora la fórmula da resultados, pues los Cocodrilos están a un paso de lograr el primer título beisbolero para la provincia desde 1991, cuando los Henequeneros de Gerardo “Sile” Junco liquidaron a Camagüey.
Precisamente ante los agramontinos es la actual batalla, que este miércoles, tras completarse el cuarto partido final, se puso a punto de mate con una peleada victoria (5-3) matancera. OnCuba repasa los principales detalles del encuentro.
Lo mejor
Yamichel Pérez volvió a robarse los titulares con otra impresionante apertura. No lanzaba como abridor desde mediados de diciembre, pero no acusó ningún tipo de fatiga o agotamiento luego de recesar en fin de año, justamente, por el cansancio acumulado en la temporada regular.
Sin mucha velocidad, el zurdo controló a la tanda camagüeyana apoyado en su control y dominio de la zona exterior, la cual bombardeó una y otra vez con mucha efectividad. El refuerzo espirituano caminó ocho episodios a ritmo de cinco ponches, un boleto y dos anotaciones permitidas.
Yamichel se anotó su primer triunfo de la postemporada, instancia en la que suma, además, tres juegos salvados. En total, ha intervenido en cuatro de las seis victorias matanceras, por lo que no sería descabellado tenerlo en cuenta, pase lo que pase, para la lucha por el MVP de los play off.
Lo peor
La defensa ha fallado demasiado en la final de la Serie 59. Entre Cocodrilos y Toros han cometido 16 errores en cuatro partidos, y por lo general esas marfiladas han pesado después en los resultados de los choques.
El cuarto desafío fue un tormento en este particular, con siete marfiladas en el global, cinco de ellas a la cuenta de Matanzas, la mejor defensa del campeonato. Ese cartel se le ha caído por completo a los yumurinos en estos duelos decisivos, en los que han permitido seis carreras sucias (de 15 en total).
Camagüey tampoco ha estado fino, de hecho, su defensa influyó de manera negativa en los destinos del tercer encuentro y en el cuarto comenzaron con el pie izquierdo por una marfilada de Frank Luis Medina que también costó una carrera.
Cambiando de tema, el mentor Miguel Borroto volvió a dejar algunas dudas con el manejo de su pitcheo. Tras la derrota en el tercer encuentro, dijo que había retirado a Frank Madan, su segundo relevista más recurrente en los play off, pensando en utilizarlo en el cuarto desafío.
Sin embargo, apostó por Yadián Martínez como primer apagafuegos y solo trajo a Madan cuando los yumurinos habían hecho demasiado daño.
La clave
César Prieto despertó a la ofensiva matancera del letargo con su cuadrangular, pero inmediatamente después Raico Santos fabricó otra importante carrera que, a la postre, resultó decisiva en la victoria de los Cocodrilos.
El patrullero granmense pegó jit al central, llegó a segunda por otro cohete de Gracial, luego se coló en tercera por un wild pitch, y anotó con un flojo roletazo de Javier Camero por la antesala, en estas dos últimas jugadas con corridos arriesgados que le permitieron demostrar toda su velocidad.
“Conversé con César Prieto, había fallado unos turnos y le dije que es grande, que se inspirara, y le salió el jonrón. Entonces, cuando él la da, yo también me inspiro y me salen mejor las cosas. Esa cuarta carrera la fabriqué con los corridos, la agresividad y la explosividad, detalles clave de nuestro juego. Esto no es nuevo, yo siempre me he fijado mucho en el trabajo de Roel Santos, él ha ganado partidos con su velocidad y solo estoy tratando de hacer lo mismo”, aseguró Raico Santos en exclusiva con OnCuba.
El héroe
Cuando Frank Luis Medina se había acomodado en el partido y los Toros parecían tener los breaks a su favor, César Prieto se apareció con una soberana línea que se montó en el viento y voló por encima de las cercas del bosque izquierdo.
Ese cuadrangular levantó al Palacio de los Cocodrilos en pleno, que poco después explotó con otras dos carreras fabricadas a base de velocidad con Raico Santos y oportunidad de Jefferson Delgado.
Prieto, además, salió del slump y pegó otros dos inatrapables, los primeros de una final que había sido un tormento para él en cuestiones ofensivas.
El villano
El árbitro principal Fernando Zamora debería repasar su trabajo en el cuarto partido de la final. Sentado en calma, ya lejos de los focos, debería ver el duelo en repetición y apuntar cada uno de los errores que cometió, fórmula que quizás le ayude a hacerlo mejor en su próxima puesta en escena.
Zamora no definió el choque, pero sus conteos fueron un factor desestabilizante, que continuamente sacaron de paso a bateadores y lanzadores de los dos equipos. No tuvo un criterio estable, cantó lanzamientos idénticos de manera diferente según le parecía, y mostró enormes lagunas en el reconocimiento de la zona de strike.
Para colmo de males, en el octavo episodio expulsó injustificadamente a Frank Madan y desató una tángana entre los dos equipos que no fue a peor por puro milagro. El derecho agramontino había entrado de relevo y estaba marcando una y otra vez al interior, pero no contó con el control necesario y golpeó a Eduardo Blanco y César Prieto.
Teniendo en cuenta la situación de juego –diferencia de tres en el marcador y con hombres en circulación–, es completamente improbable que Madan haya tenido la intención de hacer daño y, por ende, es un total despropósito la expulsión.
La duda de todo el mundo ahora es si, luego de su bajo rendimiento, las autoridades beisboleras le darán a Zamora el mismo tratamiento que recibió hace una semana Luis Felipe Casañas, expulsado de la postemporada por su labor en el segundo partido de la semifinal entre Industriales y Camagüey.
Las reacciones
Yosvani Torres: Por la experiencia que he acumulado puedo hacer cualquier tipo de trabajo. Me he preparado bien en los últimos días para aportar al equipo en lo que hiciera falta. En este caso, salí a relevar, me enredé con un toque de bola y un rolling, pero estábamos ganando por tres carreras y me enfoqué en sacarles out a los próximos bateadores, porque esos corredores no significaban nada.
Jefferson Delgado: Al final del campeonato estuve lesionado y me afectó bastante el swing, pero después de la recuperación he estado bien. Contra Las Tunas en la semifinal le pegué duro a la bola, pero me salieron muchas conexiones de frente y me desesperé un poco.
Los entrenadores hablaron conmigo y me dijeron que no me podía ir del juego, que en algún las conexiones iban a salir hacia el hueco. Y así ha sido. Tengo que agradecer a Eduardo Cárdenas por todo el apoyo que nos ha dado, ha estado preocupado por cada turno, nos ha aconsejado sobre la postura en el home, los lanzamientos que debemos salir a buscar, ha sido clave.
Creo que hemos golpeado fuerte a Camagüey, tenemos ventaja y ahora ellos están contra la pared, pero tiene un gran equipo y no se puede cantar victoria antes de tiempo. Hay que salir relajados, a hacer nuestro juego y buscar el regalo que toda la afición matancera está esperando: el campeonato.
Yorbis Borroto: Es difícil venir de atrás, mucho más en una final, donde siempre te vas a estar enfrentando a un rival duro. Nadie llega tan lejos sin fortalezas. Nuestra situación no es la mejor, pero no podemos caer en la desesperación ni pensar que vamos a ganar todos los juegos de un tiro.
Hay que ir paso a paso. Yo estuve hace unos años en una situación similar en un play off Ciego de Ávila-Las Tunas, el que logramos remontar así, con mucha calma y confianza en nuestras posibilidades. Hay que tener mente positiva y jugar a full, ahora no vamos a regalar nada, porque nos hemos pasado meses trabajando bajo el sol, entrenando duro, y no se lo vamos a poner fácil.
Lo que viene
Lázaro Blanco vs. Freddy Asiel Álvarez. Este duelo de altura llegará en el momento cumbre de la gran final, con los Cocodrilos a un paso de alcanzar la gloria, y con los Toros presionados para seguir con vida y regresar a la definición en sus predios.
Sin dudas, este es un choque crucial. Los camagüeyanos están al límite y no pueden permitirse otro resbalón, pero a Matanzas, aunque tenga mayor margen de error, no le convendría estirar las acciones, porque su pitcheo, después de Freddy Asiel, luce muy mermado de cara a un hipotético sexto encuentro.