Donal Duarte ya tiene vía libre para volver a jugar pelota. Esta es una buena noticia para el antesalista pinareño, quien lleva casi un año alejado de los diamantes tras ser sancionado por las autoridades deportivas de Pinar del Río, al ausentarse injustificadamente en la pasada Serie Provincial.
Esa violación del Reglamento de la Dirección Nacional de Béisbol sacó a Duarte de circulación por espacio de un año, comenzando el castigo el 21 de marzo último, momento en el que, además, ya eran de dominio público sus diferencias con Pedro Luis Lazo, mentor de los Vegueros.
Desde el final de la 57 Serie, el otrora capitán pativerde y el mítico 99 pinareño tuvieron cruces de palabras y enfrentamientos, supuestamente por el mal ambiente que había creado Duarte en la cueva vueltabajera.
Estos factores y otros errores de Duarte pesaron en el veredicto, que queda sin efecto tras cumplirse la mitad del año de castigo.
“Todo atleta después de cumplir el 50 por ciento la sanción puede solicitar la reincorporación, él lo hizo a su Comisión Provincial y nosotros evaluamos la actitud mantenida durante la sanción determinando que se reincorpore a jugar la Serie Provincial”, aseguró al periódico Guerrillero Jorge Miranda, Subdirector de Actividades Deportivas de Pinar del Río.
El directivo confirmó además que, si Duarte resulta preseleccionado, podrá estar en la venidera 59 Serie Nacional.
Justo en este punto nos encontramos frente a un problema, pues el propio jugador ha manifestado hasta en dos ocasiones que, mientras Pedro Luis Lazo esté al frente de los Vegueros, él no consideraría incorporarse a la disciplina del plantel al que ha defendido durante 17 clásicos domésticos.
“No me gustaría nunca jugar contra mi provincia, pero si algún día tengo que hacerlo, lo voy a hacer. Mientras [Pedro Luis] Lazo esté ahí, no voy a volver con Pinar del Río, tendré que irme para otra provincia”, espetó Duarte en marzo ultimo en una entrevista.
Luego de conocerse el levantamiento del castigo, Duarte ha reiterado su postura.
“Lazo no quiere que yo juegue más pelota, no me quiere en el equipo. Él fue el que protestó; si no, nada hubiera pasado, eso nunca había sucedido aquí en Pinar del Río”, puntualizó el infielder de 36 años.
Estas declaraciones colocan a las autoridades provinciales en una disyuntiva, pues deben elegir entre contar de nuevo con su otrora capitán y bujía inspiradora, o mantener por tercer año consecutivo a Pedro Luis Lazo en la dirección (fue sexto en la Serie 57 y décimo en la 58).
Otra variante sería apostar por la conciliación y el diálogo, pero no parece que ninguna de las dos partes estén dispuestas a sentarse a limar asperezas.
Si finalmemte se deciden por la continuidad de Lazo, entonces tendrían que evaluar la posibilidad de abrirle el camino a Duarte para que juegue por otro equipo, y ya sabemos que las provincias no siempre están dispuestas a ceder peloteros.
En cambio, si apuestan por un nuevo mentor podrían quedarse con Duarte, siempre y cuando el director seleccionado esté en sintonía con el antesalista.
Poner a Donal junto a un nuevo capataz que no tenga feeling con el Lobo pinareño solo desataría, a mediano plazo, un conflicto interno similar al que han vivido los Vegueros en los últimos 12 meses.
Duarte ya no es lo que era
Aunque todavía puede ser un jugador competitivo y útil gracias a su experiencia e influencia anímica en un equipo, no hay manera de negar que Donal Duarte está muy lejos aquel hombre dominante y oportuno en el rectángulo ofensivo.
Ya Duarte no tiene la misma aceleración de swing, ha perdido algo de contacto y poder, y su velocidad en los senderos está por debajo de la media. Además, en términos defensivos, su brazo no es fuerte, y no puede afrontar una transición a segunda base porque su movilidad y cobertura son bastante reducidas desde hace algún tiempo.
Por si fuera poco, jugó por última vez el 15 de diciembre del 2017 y tendrá que esperar al menos hasta junio-julio del 2019 para volver a enfrentar un partido de nivel en los torneos de preparación rumbo a la Serie 59.
Esos detalles complican un tanto la vuelta a los diamantes de un hombre que ahora, cuenta, más que nada, con su voluntad. “Hay que ver qué pasa. Eso es bastante difícil a mi edad, pero tengo muchas ganas de volver a jugar”, dijo.
Al margen de su estado físico y las dudas que genera un jugador de su edad, Duarte es un pelotero respetado en el ámbito nacional y perfectamente pudiera integrar la nómina de Vegueros –si Lazo sale– o la de algún otro elenco occidental –presumiblemente Artemisa o Industriales– en caso de que deba probar suerte lejos de su tierra.