Si se busca información sobre Grandes Ligas uno puede encontrar datos sorprendentes. La Major League Baseball (MLB) tiene a mano quién ha sido el pelotero que más rápido le ha dado la vuelta al cuadro después de conectar un batazo más allá de las cercas. De manera práctica, este dato es bastante intrascendente, pero que se tenga ese registro nos sirve para saber el nivel de exaltación de un jugador tras lograr un jonrón.
Si nos guiamos por eso, el cienfueguero José Dariel Abreu estaba absolutamente fuera de control este domingo, luego de despachar un cuadrangular en un casi desértico Ring Central Coliseum, en Oakland. El inicialista de los Houston Astros recorrió todas las bases en 17.6 segundos y, tras pasar como un bólido por el home, se deslizó frente al dugout rodeado por sus compañeros, que celebraron el hecho como si hubieran vuelto a ganar la Serie Mundial.
Según los datos de MLB, esa carrera de puro éxtasis fue la segunda más rápida del año tras una conexión más allá de los límites. Quizás esto no sería tan destacado si el protagonista fuera un pelotero explosivo como Ronald Acuña, Corbin Carroll o Wander Franco, pero tratándose de un slugger al estilo de “Pito” llama poderosamente la atención.
De hecho, ni siquiera sus compañeros esperaban una reacción tan “salvaje” del cubano. “Fue bastante impresionante. Él corriendo alrededor de las bases, él corriendo a través del plato, deslizándose hacia el banquillo, no esperaba eso”, dijo el patrullero Chas McCormick, quien tuvo que saltar a la entrada de la cueva para evitar una barrida por el deslizamiento de Abreu.
Pero, exactamente ¿qué hay detrás de este recorrido explosivo del cienfueguero? Pues sencillo, “Pito” no experimentaba la sensación de pegar un vuelacercas en Grandes Ligas desde hace 256 días, demasiado tiempo para el máximo jonronero cubano del presente siglo.
MLB Semanal: ¿Debemos preocuparnos por el poder de José Abreu?
Por mucho que cueste creerlo, el cienfueguero había estado totalmente apagado si de bateo de fuerza hablamos desde el 13 de septiembre de 2022, cuando le pegó un bambinazo a Justin Lawrence en un duelo entre Colorado Rockies y Chicago White Sox, su antiguo equipo. A partir de ese momento cayó un bache profundo de 67 partidos sin cuadrangulares, la peor racha de su carrera en MLB.
En este lapso, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2020 dejó una discreta línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) de .222/.282/.276, con solo 26 impulsadas y 14 dobles como únicos extrabases en 280 comparecencias al plato.
Lo peor es que los problemas de poder no se reducen solo a estos 67 duelos, porque Abreu casi que empató sus dos rachas más prolongadas sin jonrones en MLB. Me explico: “Pito” estuvo sin bambinazos por un espacio de 37 desafíos entre el 4 de agosto y el 11 de septiembre de 2022, hasta que rompió la cadena con el mencionado cuadrangular a Justin Lawrence, pero enseguida volvió a caer en un slump que se extendió hasta este domingo.
Si sumamos los dos períodos podremos notar que el cubano solo ha conectado dos vuelacercas en sus últimos 106 partidos y 447 comparecencias al cajón de bateo. Teniendo todos estos números en cuenta, ya no parece tan descabellada su reacción al ver que la conexión se perdía por encima de las cercas del jardín izquierdo en Oakland.
“Cuando pisé la primera base fue cuando noté que la bola ya no estaba en juego. Creo que fue entonces cuando accioné el interruptor”, dijo con cierto alivio el cubano, cuya celebración ni siquiera incomodó al manager rival, Mark Kotsay.
“Tengo el mayor respeto por Abreu, su carrera y lo que ha logrado. Estoy seguro de que fue mucha la frustración que sintió en este período de tiempo sin jonrones, por lo que es normal toda esa emoción y lo hizo notar”, aseguró el timonel de los A’s.
“Pito” no quiso quedarse fuera del festival de poder que desataron los Astros este domingo, cuando desaparecieron 7 pelotas en el duelo contra Oakland. Los actuales campeones igualaron su mejor marca de cuadrangulares en un partido de temporada regular, implantada en el año 2000 contra los Cubs e igualada en el 2019 precisamente ante los Athletics.
El batazo de Abreu, podría decirse, fue jonrón “por los pelos”, el más corto de todos los que se conectaron en el desafío. La pelota viajó 363 pies y el patrullero izquierdo los Athletics, Seth Brown, estuvo a punto de capturarla con un salto. Esta no ha sido la tónica de los 244 cuadrangulares de “Pito” en su carrera, de los cuales solo 18 han recorrido 363 pies o menos, según Statcast.
Pero daba igual si el batazo se perdía a más de 450 pies o si se iba rozando la cerca. El cienfueguero necesitaba salir de la dinámica negativa y recuperar la confianza tras un nefasto inicio de contienda, en el cual se ha cuestionado la pertinencia de su contrato (58.5 millones de dólares por 3 años), firmado hace solo unos meses para sustituir a un destacado veterano de los Astros, Yulieski Gurriel.
A pesar de esa incomodidad de la fanaticada, incluso, de un importante sector de los seguidores cubanos, Abreu se ha sentido arropado por su equipo. “Los muchachos siempre me han apoyado desde el primer minuto que llegué aquí. Me han apoyado en medio de mis altibajos. Han estado trabajando, tratando de dar lo mejor de mí. Estoy muy agradecido por eso”, sentenció el cienfueguero, quien espera que este sea un nuevo punto de partida en su historia con los Astros.