Todavía el venezolano Miguel Cabrera no ha llegado a los tres mil jits en su carrera de Grandes Ligas, pero es altamente probable que cuando leas esto ya el slugger de los Detroit Tigers haya consumado una hazaña más en su largo historial de récords. Solo un imparable le falta al morocho para unirse a una lista que integran solo 32 hombres, 26 de ellos miembros del Salón de la Fama de Cooperstown y tres más (Albert Pujols, Adrián Beltré e Ichiro Suzuki) con una placa de inmortales practicamente garantizada cuando entren en las boletas.
Cabrera podría llegar en cualquier momento a esta cifra redonda, lo mismo con un toque de bola que con un batazo más allá de los límites, aunque, si nos guiamos por las referencias históricas, es mucho más probable que sea de la segunda manera. El venezolano solo tiene un inatrapable con toque de bola en su carrera, mientras suma 502 vuelacercas y no ha dado ninguno este año, así que el primero está al caer.
Además, hay un detalle que nos alerta del peligro. El primer imparable de Miggy en MLB fue con un jonrón, el 20 de junio del 2003 contra Tampa. Su hit 1000 también fue un cuadrangular el 7 de septiembre del 2008, frente a Minnesota, y el 2000 llegó ante Baltimore el 4 de abril del 2014. ¿Adivinen? Exacto, su jit 2000 fue igualmente un batazo de vuelta completa.
Entonces, no sería para nada extraño que tenga reservado un cuadrangular para llegar a los 3000 cohetes en Grandes Ligas, cifra que, combinada con otras marcas impresionantes, lo ubican como un jugador único en la historia del béisbol profesional de Estados Unidos. Así nos lo deja saber el prestigioso Jayson Stark, cuyos datos sobre Miguel Cabrera son escalofriantes:
* Será el séptimo jugador de la historia con 3000 jits y 500 jonrones. Solo lo han logrado Hank Aaron, Willie Mays, Albert Pujols, Eddie Murray, Alex Rodríguez y Rafael Palmeiro, estos dos últimos vinculados a escándalos por consumo de sustancias prohibidas.
* Será el tercer jugador de la historia con 3000 jits, 500 jonrones y .300 de average ofensivo. Solo integran este club Aaron y Mays.
* Será el cuarto jugador de la historia con 3000 jits, 500 jonrones y dos premios MVP. Lo lograron antes Mays, Pujols y Alex Rodríguez.
* Será el segundo jugador de la historia con múltiples títulos de bateo y de jonrones. El único que lo ha logrado es Aaron.
* Será el primer jugador de la historia con 3000 jits, 500 jonrones y la Triple Corona de Bateo.
Entiendo que estos datos bien valen para que Miguel Cabrera sea incluido en nuestra selección semanal junto a otros seis hechos relevantes que les presentamos a continuación.
El enigma de Néstor Cortés Jr.
La última vez que un lanzador zurdo cubano dio 12 ponches en un partido de Grandes Ligas fue el 19 de julio de 1973, hace casi 50 años. La historia la protagonizó Mike Cuéllar tras una faena de 11 entradas frente a California. Antes que él, solo otro zurdo cubano había logrado retirar a 12 contrarios por la vía de los strikes en un duelo de MLB: Marcelino López.
Esa lista exclusiva se mantuvo inmaculada, con solo dos nombres, hasta el pasado 17 de abril, cuando Néstor Cortés Jr. consiguió 12 estrucados frente a Baltimore en su segunda salida de la temporada. No obstante, podría decirse que el tirador de los New York Yankees superó a sus antecesores, porque logró la docena de ponches en tan solo cinco entradas, un récord que abarca todas las Ligas Mayores.
Me explico. En la historia de MLB, solo un lanzador zurdo había conseguido retirar a 12 bateadores por la vía de los strikes en faenas de cinco entradas o menos. Chris Sale era el protagonista de esa hazaña única que, de manera curiosa, tres serpentineros lograron igualar en cuestión de ocho días. Entre el 9 y el 17 de abril del presente año, Carlos Rodón, Jesús Luzardo y Cortés Jr. también propinaron 12 ponches en cinco entradas y añadieron compañía a Sale.
Entre los lanzadores de los Yankees, los únicos abridores que habían logrado 12 ponches en cinco capítulos o menos eran Ron Guidry (1987) y Michael Pineda (2015).
Para Cortés Jr., esta apertura lo confirma como uno de los brazos imprescindibles para los Yankees, que probablemente lo van a exprimir mucho más que el pasado año, cuando vivió una explosión definitiva a partir de la segunda mitad de la temporada. Su rol en ese lapso fue fundamental, al punto que la novena del Bronx ganó diez de los 15 partidos en que lanzó el antillano desde inicios de junio hasta finales de septiembre.
Cortés, habitualmente relevista, ocupó un espacio en la rotación de los Yankees y terminó la campaña con efectividad de 2.90 en casi 100 capítulos de labor. Por el mismo camino ha iniciado el 2022, sin permitir carreras en dos presentaciones, con 17 ponches y solo un boleto frente a 35 bateadores enfrentados.
Atlanta y el reencuentro con los héroes
Era difícil imaginar a Freddie Freeman con otra camiseta que no fuera la de Atlanta, pero en el béisbol profesional no hay nada escrito. El estelar inicialista, que había pasado toda su carrera con los Braves, no llegó a un acuerdo con los directivos de la franquicia establecida en Georgia y se marchó a la agencia libre, donde consiguió un contrato con los todopoderosos Dodgers.
Tras el movimiento, era cuestión de tiempo que Freeman y los Braves se cruzaran en algún punto del camino, y sucedió esta semana… por primera vez. El encuentro fue emotivo, entre risas y añoranzas antes de que se escuchara la voz de ¡Play Ball!, pero ya dentro del diamante todo cambió.
En su primer turno contra su antiguo equipo, con el que ganó la Serie Mundial hace solo unos meses, Freeman conectó jonrón, y repitió la dosis en el tercer partido de la subserie en Chavez Ravine. El inicialista pegó cuatro imparables en 11 turnos y remolcó tres carreras frente a los lanzadores de los Braves, que ahora ya sintieron en carne propia la exigencia de enfrentar a uno de los mejores bateadores del béisbol.
Pero la ronda de reencuentros para los actuales campeones de MLB no terminó ahí. Este viernes, ya de vuelta en el Truist Park de Atlanta, tuvieron que enfrentar a los Miami Marlins del cubano Jorge Soler, flamante MVP de la Serie Mundial, quien recibió una acogida espectacular.
Más de 40 mil fanáticos se pusieron en pie para aplaudir al portentoso antillano, quien acaparó los cintillos en la discusión del campeonato en octubre pasado, con tres jonrones y seis impulsadas en la serie decisiva frente a Houston. Como era de esperar, los seguidores de los Braves no quisieron dejar pasar la oportunidad de reconocer el tremendo desempeño de Soler, quien respondió sacándose el casco y saludando a la grada, muy emocionado.
En el campo, el receptor de Atlanta, Travis d´Arnaud, salió de su posición y se colocó de espaldas al diamante, de frente a Soler, y también se unió a los vítores de los aficionados. Aunque los Braves ganaron el partido, el cubano conectó par de imparables en tres turnos y negoció un boleto, por lo que también inició con el pie derecho la aventura frente a su ex equipo.
Luis Robert y los fantasmas
De todos los cubanos en Grandes Ligas, probablemente Luis Robert sea el pelotero con más herramientas para convertirse en una megaestrella a corto plazo. El avileño tiene madera para dejar números importantes, pero muchos ven más allá y consideran que, en plenitud de facultades, podría hasta luchar por ser Jugador Más Valioso.
La clave de todo esto, precisamente, es que Robert esté en plenitud de facultades, algo que solo ha logrado en períodos cortos de tiempo. El pasado curso, como muchos recordarán, “La Pantera” sufrió una distención del flexor en la cadera derecha y estuvo fuera de acción durante tres meses, y en el 2018, cuando todavía estaba en las Menores, también perdió tiempo de juego por un desgarre de ligamentos en el dedo pulgar de la mano izquierda.
Con estos antecedentes, hay que cruzar los dedos cada vez que Robert siente alguna molestia, justo lo que ha sucedido esta semana. El patrullero central de los Chicago White Sox tuvo que salir del partido del pasado jueves frente a Cleveland (contra quienes se lesionó en el 2021) por lo que aparenta ser un tirón “menor” en la ingle, según informó su manager Tonny La Russa.
Todavía no se ha detallado sobre los posibles plazos de recuperación del antillano, quien ha tenido un arranque lento de temporada, con solo tres remolques y pobre línea ofensiva de .205/.222/.386. No obstante, para los White Sox es un golpe duro su salida de la alineación, teniendo en cuenta que acumulan varios efectivos en la lista de lesionados, entre ellos el también cubano Yoan Moncada (no ha podido debutar en el 2022).
La llamada
Ronald Bolaños no lanza en Grandes Ligas desde el 12 de junio del 2021, pero esa larga espera de más de 300 días debe terminar más temprano que tarde. El serpentinero de Santa Cruz del Norte, uno de los municipios costeros de la provincia de Mayabeque, fue llamado a las Mayores esta semana por los Kansas City Royals, que esperan aprovechar el talento del joven de 25 años.
Bolaños acumula tres campañas de experiencia en MLB, aunque todavía no ha conseguido explotar como muchos esperan. El pasado año dio muestras de su potencial con efectividad de 1.42 y solo seis bateadores embasados de los 25 que enfrentó, por lo que su WHIP quedó en un notable 0.96, aunque la muestra fue muy pequeña (solo tres salidas).
Desafortunadamente, las lesiones le han golpeado y no ha logrado la estabilidad necesaria para imponerse, detalle que espera cambiar esta temporada. Bolaños estuvo entrenando durante todo el invierno con una de las estrellas cubanas de las Mayores, el cerrador Raisel Iglesias, quien lo ayudó a perfeccionar una de las armas de su repertorio, tal cual relató el propio lanzador en una entrevista con El Nuevo Herald.
“Estuve trabajando en la lesión mía que tuve hace unos meses en Grandes Ligas. Ya estoy bastante recuperado. Ahora estoy trabajando más con la mecánica, los lanzamientos, mejorando mi cambio. Trabajando con Raisel que me está ayudando mucho a tirar ese pitcheo y lo demás es tener resistencia y capacidad para hacer todo lo que tenga que hacer.
“Venimos conociéndonos hace poco tiempo, pero le pedí que me ayudara con algunas cosas del pitcheo, algunos elementos que tengo que hacer en mecánica, tanto en el juego como fuera del terreno y me empezó a ayudar. He logrado más confianza con todos los pitcheos míos.”
Esas son las palabras de Bolaños, quien no renuncia a su sueño de establecerse en MLB. De momento, todo parece indicar que se convertirá en el vigesimoprimer cubano en la temporada del 2022.
Aroldis Chapman, ¿en la ruta 40-400?
De los 31 lanzadores con más de 300 juegos salvados en Grandes Ligas, solo seis han logrado ir más allá y sobrepasar la barrera de los 400 rescates. Ese club tan exclusivo está reservado para Mariano Rivera (652), Trevor Hoffman (601), Lee Smith (478), Francisco “El Kid” Rodríguez (437), John Franco (424) y Billy Wagner (422), los auténticos reyes del bullpen en la historia del béisbol profesional de Estados Unidos.
Entre estos seis monstruos, el único que llegó a 400 salvamentos sin rubricar una temporada de 40 rescates fue John Franco, cuyo tope personal se quedó en 39. No obstante, el zurdo de los Reds, los Mets y los Astros, tuvo hasta 11 contiendas con más de 20 juegos salvados y 15 con dobles dígitos, lo cual le permitió cruzar la línea de los 400 en 1999, cuando ya tenía 38 años.
Probablemente, el cubano Aroldis Chapman debería mirarse en el espejo de Franco, porque, a pesar de no haber logrado nunca una temporada de 40 salvamentos, tiene a tiro la posibilidad de terminar su carrera con más de 400 rescates. Con 34 años, el holguinero suma 310 y un largo camino por delante si logra mantenerse saludable, algo que no es descabellado si tenemos en cuenta su reducido historial de lesiones y sus intensas rutinas de entrenamiento.
Chapman parece estar como una roca, aunque ahora mismo está mostrando los niveles de velocidad más bajos de su carrera con pitcheos muy importantes de su arsenal como la slider y la recta de cuatro costuras. Sin embargo, ha dado muestras de que puede ser dominante, apelando cada vez más al split finger que incorporó a su repertorio en el 2020.
En lo que va de contienda, ya ha logrado cuatro salvamentos (tres en la última semana) y solo le han conectado dos jits en ocho salidas. Su tasa de ponches, sin llegar a ser tan avasallante como en el pasado, se mantiene en niveles espectaculares (13 por cada nueve entradas), pero su promedio de boletos por partido ha crecido por encima de 5.5 entre esta campaña y la del 2021, lo cual no deja de ser alarmante para un hombre que, por lo general, viene a trabajar con escaso margen de error.
Él no es ajeno a estas dificultades y confiamos en que la experiencia de más de una década en Grandes Ligas le ayuden a encontrar las fórmulas para ser cada vez más efectivo, el único camino posible para llegar, por fin, a los 40 salvados en una misma temporada.
Si lo consigue este año, Chapman daría un salto tremendo en el listado histórico hasta incluirse en el Top-15, lo cual le daría opciones reales de de meterse entre los diez mejores de todos los tiempos tan pronto como en el 2023. Solo con esto, el holguinero sumaría argumentos de peso para tocar las puertas de la inmortalidad en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Bolas de fuego
Hunter Greene (22) es un joven lanzador de los Cincinnati Reds que ha estado en el Top-3 de los principales prospectos de la franquicia desde el 2018. Todavía no sabemos si su nombre marcará una época en MLB, pero sí sabemos que no será sencillo superar la marca que impuso el pasado domingo 17 de abril después de consumar su debut en el máximo escalón del béisbol profesional en Estados Unidos.
Natural de Los Ángeles, Greene no encontró mejor plaza para exhibir sus cualidades que Chavez Ravine, donde pasó parte de su infancia admirando a Rafael Furcal, su jugador favorito, y compartiendo con una leyenda del pitcheo de los Dodgers como Don Newcombe, Cy Young y MVP en la temporada de 1956 con un impresionante récord de 27 victorias.
Las historias sobre sus días en el Dodger Sadium daban vueltas en la cabeza de Greene, quien regresó a casa con el uniforme de Cincinnati, arropado por sus padres y una multitud de amigos de toda la vida. Quizás ese extra de motivación y el hecho de enfrentar a los Dodgers le ayudó a impresionar con sus disparos hacia el plato, donde caían, literalmente, como bolas de fuego.
En su segunda salida a los diamantes de las Mayores, Greene dibujó un impresionante récord de 39 pitcheos de 100 millas o más, superando con creces la anterior marca de Jacob deGrom (33 en el 2021). Atrás también quedaron los registros de otros lanzallamas como Jordan Hicks (29-2019) y Nathan Eovaldi (28-2015), y por si fuera poco, igualmente impuso nuevo tope de más lanzamientos de 101 millas (13) para un lanzador abridor en la era del Pitch-Tracking (desde el 2008).
Ante esos envíos de triples dígitos, los Dodgers solo pudieron conectar un imparable (de Cody Bellinger). No obstante, Greene salió como perdedor del encuentro al permitir un jonrón de dos carreras de Trea Turner en el sexto, cuando enganchó una recta de 99 millas y la mandó a las profundidades del bosque izquierdo.
Ese batazo es justamente la prueba de que solo con velocidad es muy complicado ganar en MLB. De cara al futuro, Greene tendrá que combinar su intimidante recta con un arsenal más profundo para establecerse como un abridor regular en la Gran Carpa.