Un mes después de que la administración de Donald Trump cancelara el Acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y Major League Baseball (MLB), esta última organización ha contratado los servicios de Ballard Partners, firma de abogados con fuerte presencia en Washington, que se enfocará en la asistencia sobre la lucha contra el tráfico humano.
La noticia llega cuando se han enfriado los debates respecto al vínculo beisbolero entre Cuba y Estados Unidos, que pasó de un quiebre absoluto a tímidos acercamientos, los cuales finalmente desembocaron en la firma del pacto de diciembre pasado.
Dicho acuerdo permitiría a los peloteros de la Isla jugar en las Mayores sin cortar los nexos con su país y sin exponerse a peligrosos cruces de fronteras o travesías en altamar, mientras la FCB recibiría un monto económico a modo de tasa de liberación, independiente de los salarios de los jugadores.
Pero cuatro meses después, la administración Trump dio marcha atrás a todo, basado, precisamente, en que la FCB no era una organización no gubernamental –como la había “bautizado” una regulación del Departamento del Tesoro durante la era Obama– y respondía a los intereses del régimen cubano, por lo que el dinero de la tasa de liberación iría a parar a las arcas de La Habana.
Luego de ese trago amargo, la MLB ha movido fichas con el objetivo de encontrar un camino para rescatar, de alguna manera, un Acuerdo que tendría un enorme impacto, no solo para el béisbol cubano, sino para todo el mundillo de las bolas y los strikes.
De momento, la MLB ha contratado a Ballard Partners, una de las firmas con mayor influencia en el mundo de los cabilderos en Washington, donde su presencia ha crecido exponencialmente en los últimos tres años, a raíz de sus estrechos vínculos con la administración Trump.
Brian Ballard, fundador y presidente de la firma, fue uno de los contribuyentes de la campaña presidencial de Trump en el 2016 y estuvo al frente del comité de recaudación de fondos del mandatario estadounidense. Por otra parte, Sylvester Lukis, socio y gerente de la firma, tiene horas de vuelo en Washington, pues fue director asistente de la Fuerza de Tarea Cubano-Haitiana en el Departamento de Estado.
Teniendo en cuenta que ahora Ballard Partners guarda vínculos con las dos partes, no está claro cuál puede ser el impacto de su más reciente alianza con MLB, organización que mantiene en su agenda, con letras rojas, el tema Cuba y la normalización del flujo de peloteros de Isla rumbo a Estados Unidos.
Ballard Partners to represent MLB in Washington https://t.co/5Wom9uA32V
— Ballard Partners (@BallardFirm) May 14, 2019
A priori, lo más probable es que se intensifique el cabildeo en Washington para tomar la temperatura tras la cancelación de abril, pero ahora mismo no parece posible que se flexibilice la posición de la administración Trump respecto al tema beisbolero.
De acuerdo con los datos Raymond Arke, columnista en Open Secrets, desde el 2015 hasta el 2018, la MLB destinó casi cuatro millones de dólares a este asunto, y durante el primer trimestre del presente año sus gastos en la misma dirección ya superaban el cuarto de millón de dólares.
La tendencia tiene una clara justificación: el interés de MLB en eliminar de raíz el tráfico de personas y la corrupción en torno a la firma de jugadores –estuvieron bajo investigación del FBI y del Departamento de Justicia por tal asunto–, y la necesidad de “pescar” el talento cubano sin presiones, una manera de disminuir el riesgo de sus inversiones.
Por el momento, la MLB, la Asociación de Jugadores y el Departamento del Tesoro, entidades con peso determinante en las relaciones con el béisbol cubano, no han ofrecido comentarios sobre la reciente entrada en escena de Ballard Partners como posible mediador para una futura revitalización del pacto con la Federación Cubana, que tampoco se ha pronunciado al respecto.