La temporada de Grandes Ligas estuvo en el aire durante casi 100 días —99 para ser exactos—, el tiempo que duró uno de los paros laborales más largos que se recuerden en la historia del béisbol en Estados Unidos. Pero, afortunadamente, MLB y el Sindicato de Peloteros llegaron a un entendimiento y acordaron el inicio de la temporada para este jueves 7 de abril, cuando por fin bajaron las cortinas y se escuchó la voz de ¡Play ball! en los diamantes norteños.
En San Luis, los Cardinals dieron inicio al tour de despedida de dos leyendas latinas: Yadier Molina y Albert Pujols, mientras en Atlanta los actuales campeones perdieron con sus camisetas doradas ante la impetuosa novena de Cincinnati. En Kansas, el mejor prospecto del béisbol —Bobby Witt Jr.— debutó con jit e impulsada, pero en realidad lo más trascendente fue el estreno oficial de Cleveland con el nombre de Guardians, tras 106 años siendo los Indians. Por otra parte, el fenómeno japonés Shohei Othani fue protagonista de un suceso insólito: realizó el primer pitcheo y fue el primer bateador de los Angels en la temporada.
Estos son hechos aislados del arranque de la contienda, pero valen oro para los fanáticos del deporte de las bolas y los strikes, quienes hace solo unas semanas vivieron atemorizados por la posibilidad real de que se cancelara buena parte de la campaña.
Cuba también tuvo presencia en este Opening Day, algo que ha sucedido ininterrumpidamente desde 1948. Ya van 74 años en línea con al menos un jugador antillano en la fecha de apertura de temporada, lo cual constituye un récord entre todas las naciones extranjeras que aportan efectivos al mejor circuito beisbolero del mundo.
La racha comenzó con el lanzador Ramón García, el 18 de abril de 1948, cuando se encaramó en la lomita del duelo entre los Yankees y los Senators. El derecho de Washington solo trabajó dos tercios, pero entró en la historia como el punto de partida de una seguidilla que promete extenderse por muchos años más.
En este 2022, de entrada, alargaron la cadena Yulieski Gurriel y Yordan Álvarez, quienes fueron titulares con los Houston Astros en Los Ángeles. Allí hicieron sonar sus maderos con sendos extrabases y celebraron la primera victoria de su equipo en la campaña.
Yordan conectó un larguísimo jonrón de 422 pies por el mismo jardín central, y se convirtió en el vigésimo cubano con un vuelacercas en Opening Day. El tunero se unió a un listado que integran Tany Pérez, Rafael Palmeiro, Tony Oliva, José Canseco, José Abreu, Orestes Miñoso, Román Mejías, Yasmani Grandal, Jorge Soler, Kendrys Morales, Yoan Moncada, Tony González, Adonis García, Tito Fuentes, Bobby Estalella, Yoennis Céspedes, Leo Cárdenas, Yunieski Betancourt y Yonder Alonso.
Gurriel, por su parte, pegó un doble y dio un paso más rumbo a los 300 extrabases de por vida en el Big Show, cifra que han conseguido 21 peloteros de la Isla. Pero lo más llamativo del espirituano es que se convirtió en el onceno cubano más longevo en jugar el Opening Day, exactamente con 37 años y 302 días.
El récord en este sentido le pertenece a Adolfo Luque, quien con 42 años y 255 días, vistiendo la franela de los New York Giants, se encaramó en la lomita el 16 de abril de 1933 y realizó un relevo de dos entradas sin permitir libertades a los Brooklyn Dodgers.
A Luque le siguen Tany Pérez (40 años y 326 días), Rafael Palmeiro (40-192), Orlando Peña (40-139), Conrado Marrero (39-357), Tony Fossas (39-190), Bert Campaneris (30-031), Mike González (38-204), Orestes Miñoso (38-137) y Tony Taylor (38-108).
Como podemos apreciar, solo cinco cubanos han trabajado en el Opening Day con más de 40 años de edad, y cuatro de ellos son lanzadores. El único jugador de posición que salió al campo en duelos de apertura con más de 40 años fue Tany Pérez, en 1983. Yulieski, quien cumple 38 en menos de dos meses sin rastros de regresión, es el pelotero de la Isla activo que más posibilidades tiene de aparecer en estos duelos con 40 años o más.
Por cierto, ya que hablamos de los peloteros más longevos que han visto acción en el Opening Day, no podemos obviar la referencia del otro extremo, el más joven, honor que pertenece al lanzador Pedro Ramos, con 19 años y 348 días. Hasta la fecha, Ramos es el único cubano que ha logrado jugar en un partido de apertura de temporada con menos de 20 años de edad, algo bastante poco común en Grandes Ligas, al punto de que solo 38 jugadores en la historia lo han hecho.
Lo curioso del asunto es que Ramos no apareció por primera vez en un Opening Day como lanzador, sino que lo hizo de corredor emergente en el duelo entre Washington y Baltimore, efectuado el 11 de abril de 1955. Pero la historia no termina ahí, su segunda aparición en Opening Day también fue como corredor emergente en 1957, de nuevo contra los Orioles.
Más notas cubanas del Opening Day
Un total de 110 peloteros, contando jugadores de posición y lanzadores han visto acción en partidos de apertura de temporada, ya sea como abridores, relevistas, titulares, bateadores o corredores emergentes.
Esa lista debe crecer en esta misma jornada gracias al pinero Andy Ibáñez y el avileño Adolis García, quienes apuntan a titulares de los Texas Rangers en Toronto. Además, cabe la posibilidad de que el matancero Cionel Pérez viva su primera aparición en un Opening Day si los Orioles deciden sacarlo como relevista en el duelo frente a Tampa.
En sentido general, el mejor cubano en estos duelos ha sido Tony Oliva, recientemente exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown. El pinareño de los Twins jugó su primer Opening Day en 1964, el año en que lideró la Liga Americana en anotadas, jits y dobles. El 14 de abril de 1964 se enfrentó a Cleveland y pegó par de cañonazos en cinco turnos. Ese fue el inicio de sus brillantes actuaciones en partidos de apertura.
En total, jugó diez de estos duelos, y en ocho de ellos logró partidos multijits, con una espectacular línea ofensiva de .425/.489/.675 y un elevadísimo OPS de 1.164. Oliva remolcó 11 carreras en estos duelos, anotó siete, consiguió seis extrabases y solo se ponchó dos veces en 45 comparecencias al plato.
Entre los lanzadores, la pelea está fundamentalmente entre Pedro Ramos y Adolfo Luque, quienes con más de 20 entradas de labor tienen efectividad inferior a 1.30. Luque logró tres victorias sin derrotas en cinco salidas en partidos de apertura de temporada, en las que trabajó 21.1 innings con solo tres limpias en su cuenta y promedio oponente de .236.
Pero en un cara a cara, Pedro Ramos lo supera. El derecho lanzó en seis Opening Day, tres de ellos como abridor, y acumuló 31.2 episodios, en los que permitió cuatro carreras limpias para efectividad de 1.14. Además, completó tres juegos, consiguió una lechada y le batearon .161.
Si nos vamos al rendimiento ofensivo en un solo partido, pues el honor le corresponde al legendario Orestes Miñoso —también exaltado al templo de inmortales hace solo unos meses—, quien el 19 de abril de 1960 masacró, literalmente, a los Kansas City Athletics.
“Mister White Sox” pegó un grand slam y remolcó cinco carreras en la primera mitad de aquel duelo, que lideraba Chicago con pizarra de 9-2. Sin embargo, Kansas igualó las acciones en el noveno, pero Miñoso volvió a aparecer y despachó otro cuadrangular que terminó el partido. Sensacional walk off y a las duchas.
Al final, el antillano terminó el desafío con seis remolques, par de imparables —ambos jonrones—, y dos anotadas, todo en cinco comparecencias al plato. De este desempeño, destacar un par de cosas. Miñoso fue el primer cubano con dos jonrones en un Opening Day y después de él solo han repetido la hazaña Román Mejías en 1962 y Yasmani Grandal en el 2017.
Además, fue el primer cubano en conseguir un walk off en partidos de apertura de temporada, algo que después repitió Sandy Valdespino, quien decidió con sencillo el duelo ante Kansas del 12 de abril de 1966.
En cuanto a los lanzadores, hay debate con dos aperturas espectaculares de Camilo Pascual y Pedro Ramos. El primero propinó 15 ponches en nueve entradas a Boston en 1960, marca que todavía es récord absoluto en Grandes Ligas. Nadie ha logrado igualarlo, aunque varios se le han acercado, como Shane Bieber (Cleveland Indians), quien dejó a 14 rivales con la carabina al hombro en el Opening Day del 2020.
Pascual maniató a Boston aquella tarde en el Griffith Stadium de Washington, al punto de limitarlos a tres jits y una sola carrera, fruto de un cuadrangular de Ted Williams en el segundo inning.
Sin embargo, la competencia de Pascual está fuerte, porque Pedro Ramos dejó en tres jits y sin carreras a los New York Yankees el 11 de abril de 1961, lanzando como visitante en el Yankee Stadium. Lo más impresionante de esta salida es que el tirador cubano tuvo que enfrentarse a una tanda que reunía a Mickey Mantle, Yogi Berra, Roger Maris o Bobby Richardson, por solo mencionar algunos nombres ilustres. En total, la alineación de los Mulos tenía a peloteros que en su carrera sumaron 65 Juegos de Estrellas y ocho premios MVP.
Fíjense si fue notable aquella apertura, que después de la lechada de Pedro Ramos, los Yankees eslabonaron una cadena de 65 partidos con al menos una carrera hasta el 23 de junio, cuando los volvieron a dejar en blanco. Durante esa racha de partidos pisando la goma, ganaron 42 veces y se colocaron en el camino para dominar la Liga Americana con 109 victorias, y luego ganar la Serie Mundial.
Esta blanqueada de Pedro Ramos en 1961 es la única lograda por un cubano en el Opening Day y fue la segunda de un lanzador latino en la historia de estos duelos, luego de la conseguida por el boricua Rubén Gómez en 1958.