Muy pocos aficionados del béisbol cubano sospechaban que, después de anunciar su retiro y marcharse a España, Yosvani Torres reaparecería con sus “Vegueros” en los play off de la actual temporada cubana. Para muchos, la última imagen del experimentado serpentinero en los clásicos de las bolas y los strikes sería aquella celebrando el título de campeón como refuerzo de Matanzas en la 59 Serie Nacional.
Pero el derecho de “El barrio del Tanque”, en realidad nunca cerró la puerta ni renunció a la idea de vestir nuevamente la camiseta de los elencos vueltabajeros. Así se lo habían insinuado miembros de la Comisión Provincial a este redactor, aunque confieso que siempre vi muy lejana esa posibilidad, sobre todo después de conversar con Torres en agosto del 2020.
“En Cuba cuesta mucho trabajo retirarte y mantenerte de verdad al margen del béisbol. La gente siempre te está diciendo que puedes seguir, te dan ánimos porque entienden que todavía tienes condiciones, pero yo no podía permitirme continuar y que los resultados hicieran mella en el trabajo que hasta ese momento venía realizando bien”, me dijo en aquella ocasión el diestro.
Ya para ese momento Torres estaba en España, donde incursionó en la Liga de Valencia con saldo de siete victorias, ninguna derrota y efectividad inferior a las cuatro carreras limpias por cada nueve entradas, notable desempeño, aunque no se le ha dado ninguna trascendencia. Y esto último se debe a que, si España no tiene tradición beisbolera, se asume que es fácil alcanzar resultados positivos.
Al respecto, Torres tiene sus discrepancias a partir de lo vivido en el Viejo Continente: “Yo me quedé asombrado y también me pasó, de cómo cualquier bateador te da jonrón por los tres ángulos del terreno y eso no se ve en todas las ligas. Y se debe a que hay buena preparación, buena mecánica de swing”.
“Muy pronto se verá el resultado en los eventos internacionales del desarrollo que se ha alcanzado en España a través de todos estos años. En Valencia, por ejemplo, existen 5 clubes, con la desventaja de que todos entrenan en un sólo campo; es decir, cada equipo tiene hora y media de entrenamiento y eso es muy poco para el trabajo del béisbol, que lleva muchos poquitos para adquirir maestría”, explica Torres en diálogo con OnCuba.
Yosvani Torres: Mirar hacia atrás y comprender que uno ha sido útil
Sobre los circuitos españoles, una de las cosas que más le impresionó al pinareño es la “exquisita preparación y conocimientos sobre béisbol” que tienen los entrenadores del país ibérico, detalle que ha contribuido a subir el nivel a la par de la inserción de extranjeros, particularmente de peloteros latinos.
Torres disfrutó en ese nuevo escenario, pero de reojo miró a la Serie Nacional. “Cuando me fui a España seguí comunicándome con los integrantes y la dirección del equipo y, aunque de lejos, siempre traté de ayudar en lo que podía con mis consejos y la experiencia que ya uno tiene en este camino”, dice.
Fruto de esas conversaciones, el lanzador y los directivos pinareños acordaron que cuando terminara sus compromisos en España y pudiera viajar a Cuba se incorporaría a las filas de los “Vegueros” después del juego 60. “Siempre quedó la plaza abierta dentro del equipo, pero debido a la situación de la COVID-19, las paradas constantes por el aislamiento y demás, no llegué hasta el momento de los play off”, cuenta.
Al conocerse en la Isla que Yosvani se incorporaría al staff de pitcheo de los pativerdes, no pocos pusieron en duda su efectividad dada la edad (40 años) y el tiempo que había transcurrido (casi tres meses) desde su último lanzamiento en un terreno de béisbol.
Sin embargo, el también campeón de la Serie del Caribe en Puerto Rico 2015 estuvo siempre seguro de que no defraudaría la confianza que una vez más se había depositado en él.
“Yo nunca sentí temor por defraudar a mi público. Siempre he tenido claro que cuando te subes al box, por muy bien preparado que estés, por muy bien que te sientas, no siempre salen las cosas como tú quieres. Cuando eso me ha pasado en otras ocasiones, he sentido el apoyo de la gente, ellos saben que cada presentación mía va acompañada de una voluntad, de una decisión de dar allí hasta el 120 por ciento. Por eso no tendré nunca cómo agradecer cada gesto, cada palabra de aliento a la hora de representarlos”, asegura Torres.
El hecho de estar de vuelta con sus compañeros provocó en Yosvani Torres un éxtasis difícil de explicar pues, según sus palabras, han sido ellos su otra familia y no solamente en las buenas, sino también en los momentos difíciles. Para ellos, solo tiene palabras de elogio por el espectáculo que brindaron en la presente contienda.
“Su mérito es indiscutible, porque a veces la gente se cansa de pasar tanto trabajo, se desmotiva ante tantas adversidades, y Pinar del Río fue el equipo que más jugó fuera de la provincia, lejos de la casa, y a eso súmale la cantidad de paradas que tuvieron cuando venían en racha positiva o las bajas que sufrieron en las postrimerías. Creo que el hecho de que las cosas ante Granma no hayan salido como muchos esperaban no le quita valor a la proeza. Después de cinco años sin clasificar, regresaron de nuevo a los cuatro grandes. Yo me quito la gorra y hago una reverencia a esta generación de peloteros que, sin dudas, ya es un ejemplo para los que vienen”, apunta.
Próximamente, Yosvani Torres partirá de nuevo a España pues en abril comienzan las acciones en la Liga de Valencia. En este punto, pienso de dónde saca las fuerzas para seguir, cuál es la magia para mantenerse activo.
Sin titubear, me cuenta que se siente bien, fuerte, aprovechando la experiencia ahora que ya anda por los 40 años. “Yo entreno a diario, mantengo una alimentación balanceada, el peso adecuado, duermo ocho horas. Antes me cansaba más porque entrenaba mucho sin tener en cuenta los años, pero he aprendido a poner todo en una balanza”, explica.
No obstante, por su cabeza no pasa dejar los terrenos. “Me separé de la Serie Nacional para poder irme poco a poco del béisbol, pero es algo que me hala, que me deja con ganas siempre de ir a lanzar, de representar lo mejor que pueda a mi gente, al pedacito que esté defendiendo en ese momento y son esas las fuerzas que aún me quedan para seguir hasta Dios sabe dónde.”