Este martes 31 de octubre la mayoría de las publicaciones que aparecían en nuestras redes sociales eran fotos de Halloween, infinidad de posts sobre la muerte de Matthew Perry y otros sobre la resaca por el octavo Balón de Oro de Leo Messi. Sin embargo, cerca de las 6 de la tarde una nueva noticia pasaba a ocupar titulares: los Rangers perdían a Adolis García y Max Scherzer por el resto de la Serie Mundial.
García se había retirado del tercer partido del Clásico de Otoño tras hacer un swing que le provocó molestias en la espalda baja, mientras Scherzer sintió espasmos en la espalda y recibió un pelotazo en el codo, sucesos que también forzaron su salida luego de 3 entradas de labor en el propio desafío.
Las alarmas se encendieron enseguida. Adolis había sido el hombre grande de la ofensiva de Texas en la Serie de Campeonato contra Houston y arrancó la final ante los Diamondbacks con el mismo paso arrollador. Scherzer, por su parte, es el lanzador más experimentado de la novena y venía incrementando el ritmo de trabajo después de perderse el último mes de la temporada regular por dolencias en el brazo.
Perder a estos 2 hombres de un golpe podía alterar los destinos de la Serie Mundial, por lo que se hicieron pruebas exhaustivas para valorar la posibilidad de su regreso, pero nada fructificó. “Adolis hizo todo lo que pudo hoy. Fue el primero en llegar, recibió todo el tratamiento posible. Bajó a la jaula y lo intentó, pero claramente estaba sufriendo. La espalda [de Max] está igual que anoche. Recibió un día completo de tratamiento y no hubo avances”, explicó Chris Young, gerente general de los Rangers.
Con todos estos argumentos en la mano, Texas decidió sacar a sus dos estrellas del roster y dar entrada a Ezequiel Durán y Brock Burke, jugadores que, obviamente, están por debajo del nivel de los lesionados. Sin embargo, los movimientos no tuvieron un efecto negativo en el equipo, quizás porque han pasado por esta situación varias veces en la temporada.
“Perdimos a Josh Jung. Perdimos a Corey Seager. Perdimos a Adolis. Y hemos perdido a Nathan Eovaldi, a Jacob deGrom y a un par de lanzadores más. Eso es parte del juego y lo único que podíamos hacer era concentrarnos en cómo ganar el juego. Eso es lo que hicimos hoy”, dijo el camarero de Texas, Marcus Semien, quien fue la bujía ofensiva del plantel en la noche de Halloween.
Pese al revés por las ausencias, los Rangers tomaron por asalto el Chase Field y se llevaron una victoria contundente (11-7), la cual, según el mentor Bruce Bochy, es fruto de la fortaleza mental del grupo: “Ellos han mostrado mucha resistencia. No se rinden. No tiene sentido. Entienden que hay que centrarse en el futuro. No es una gran noticia. Odias perder a tu cuarto bate, pero sucedió. Lo único que podemos hacer es gestionarlo de la manera correcta y este club lo ha hecho durante todo el año. Por eso estoy tan orgulloso de ellos”.
Lo mejor
Perder a Adolis García por el resto de la Serie Mundial podía ser un golpe mortal para los Rangers, no solo por su habitual despliegue ofensivo, sino también por la energía que aporta durante cada partido. Sin embargo, Texas se propuso conservar ese carácter agresivo del cubano y antes de terminar el primer tercio del encuentro ya tenían 10 carreras.
“Son profesionales. Los chicos se sentían mal por Adolis, todos nos sentíamos mal, pero necesitas seguir adelante. Había que concentrarse y eso fue lo que hicieron”, dijo el mánager de Texas, Bruce Bochy, quien aseguró que ni siquiera tuvo que hablar con su equipo sobre lo que implicaba la pérdida del cubano.
En la misma cuerda estaba Marcus Semien, una de las estrellas del conjunto, quien afirmó que perder a García fue un golpe duro. “Él nos llevó a donde estamos ahora. Entonces, cuando pierdes a ese tipo, lo sientes por él y por el equipo. Pero estaba emocionado de que muchachos como Travis [Jankowski], Robbie [Grossman] o [Ezequiel] Duran tuvieran la posibilidad de dar el paso al frente. Travis dio un paso al frente hoy”, añadió Semien.
Y tiene mucha razón. Jankowski —sustituto de Adolis— fue uno de los catalizadores de la ofensiva de Texas en el segundo episodio, cuando consumaron la primera de sus masacres en la noche de Halloween. El bullpen de Arizona se espantó, aunque, contrario a lo que podemos pensar, empezaron a hacer aguas por un wild pitch y no por un batazo de los tejanos.
En esa entrada, con 2 outs en la pizarra, corredor en tercera y el bateador en conteo de 2-2, Miguel Castro enterró una bola que el receptor Gabriel Moreno no pudo detener. Eso abrió las puertas del plato a Josh Jung (se había embasado por doble) y también abrió el grifo productor de los Rangers. Inmediatamente, Leody Taveras negoció un boleto, Jankowski pegó sencillo, Marcus Semien los remolcó a los 2 con triple al izquierdo y Corey Seager remató con un largo jonrón de 431 pies por todo el jardín central.
En un abrir y cerrar de ojos, los Rangers pasaron 5 veces por la registradora con par de outs en la pizarra y se convirtieron en el primer equipo que logra batear para el ciclo (sencillo, doble, triple y jonrón) en una sola entrada en un partido de Serie Mundial desde los Braves de 1991. Además, es la décima escuadra que consigue un ciclo colectivo en el Clásico de Otoño durante el presente siglo.
La fiesta continuó en el tercer capítulo con otro racimo de 5 anotaciones en el que, de nuevo, Jankowski fue fundamental. El patrullero de 32 años, natural de Lancaster, Pennsylvania, pegó un doble al central con las bases llenas y 2 outs, el cual sirvió para remolcar 2. El rubio de larga cabellera, a la usanza de un vikingo, no celebró tan efusivamente como Adolis, no fue tan expresivo como el cubano, pero sí logró llenar su ausencia con el madero.
Después, para rematar la faena, Semien despachó un cuadrangular de 383 pies por el izquierdo que puso el marcador con un lapidario 10-0. Como dato perturbador, 9 de las 10 carreras fueron remolcadas por la ofensiva de Texas con 2 outs en la pizarra y la otra entró por un lanzamiento descontrolado del picheo de los Diamondbacks, que naufragó en un día de bullpen.
“Cuando te enfrentas a un equipo que tiene un día de bullpen, lo cual hemos hecho ocasionalmente, puede ser un desafío, porque estás viendo a lanzadores diferentes cada vez que vienes a batear. No tiene nada que ver con quiénes son o dónde tiran la bola. No puedes dar por sentado que vas a ganar en estos días, porque son profesionales con buenas armas. Afortunadamente, nuestros chicos tuvieron una jornada agradable”, explicó Bochy sobre las complejidades de enfrentar a un equipo que apuesta por un juego con múltiples relevistas.
Y, en efecto, los Rangers hicieron el trabajo. Entre Semien, Seager y Jankowski se encargaron de sembrar el terror en la noche de brujas, que fue realmente tenebrosa para los casi 50 mil fanáticos que entraron en el Chase Field. Lo de Travis fue una sorpresa, pero Semien y Seager lograron exactamente lo que Texas estaba buscando cuando invirtieron 500 millones de dólares al firmarlos en la agencia libre de 2022. El dinero no compra títulos, pero en ocasiones construye plantillas que pueden ganarlos.
El héroe
Con el perdón de Semien, Seager y compañía, apostamos por Andrew Heaney como el gran héroe de los Rangers en la noche de Halloween. No nos malinterpreten, la ofensiva hizo un gran trabajo y merece todo el crédito, pero la labor monticular del zurdo es muy significativa si tenemos en cuenta el desgaste del bullpen de Texas luego del tercer partido de la serie.
No obstante, su noche comenzó con el pie izquierdo, pues Ketel Marte le conectó sencillo al central en el primer turno del partido, lo cual no era un buen presagio. Pero Heaney, consciente de que Marte ha estado encendido en toda la postemporada (lleva una racha de 20 partidos consecutivos con al menos un jit en playoffs), se enfocó en los siguientes rivales y logró 2 ponches electrizantes contra Corbin Carroll y Gabriel Moreno.
Ese era todo el combustible que el zurdo necesitaba para ponerse en marcha. A partir de ahí, solo permitió 3 indiscutibles y una carrera hasta el quinto, cuando terminó su labor. En sentido general, realizó 80 picheos, ponchó a 3 y regaló par de boletos. Lo mejor es que caminó 5 episodios en calma y quitó carga a los relevistas.
“Hizo un gran trabajo, ¿no? Ahí es donde lo queríamos. Esperábamos conseguir 5 entradas. Fantástico”, destacó Bochy sobre la labor de Heaney, quien había sido ineficiente en la presente postemporada al permitir 7 imparables y 4 carreras en 6 innings.
“He tenido muchos altibajos en mi carrera. He estado en muchos equipos diferentes y obviamente nunca tuve esta oportunidad. No me fue bien contra Houston la última vez que me dieron la oportunidad de ser titular. Sólo conseguí 2 outs y permití 3 carreras. No quería quedarme con ese sabor de boca”, aseguró Heaney, quien logró cambiar su rumbo.
En un desafío crucial del Clásico de Otoño, el zurdo corrigió el tiro con un plan de ataque básico: recta de cuatro costuras, el cambio de velocidad y la slider. La fórmula le dio resultados, aunque el hecho de lanzar con mucha ventaja en el marcador simplificó en alguna medida su faena.
“Es enorme, aunque el apoyo de la ofensiva me quitó mucha presión. Teníamos una ventaja de 10 carreras, es mucho más fácil salir a atacar la zona de strike y no sentirme tan limitado a tener que hacer lanzamientos perfectos”, aseguró Heaney, quien se unió a Derek Holland como los únicos lanzadores zurdos de los Rangers, que logran caminar al menos 5 episodios con una sola carrera permitida en un duelo de Serie Mundial.
Heaney soportó algunas conexiones fuertes de los D’backs, en particular de Ketel Marte, Lourdes Gurriel Jr. y Christian Walker, pero logró siempre minimizar los daños y salir a flote. “Moví bastante la pelota y me sentí muy bien, sobre todo con el cambio. Algunos derechos me golpearon bien, pero traté de alejar un poco la bola y evitar suines grandes”, explicó el zurdo, quien logró su primera victoria en 6 presentaciones en postemporada.
“Ha sido impresionante. Solo quería ganar el juego y ponernos en una gran posición para llevarnos la Serie Mundial. Ahora necesitamos rematar.”
Lo peor
El juego se definió tan rápido que el resultado tomó por sorpresa a muchos de los aficionados que se dieron cita en el Chase Field. El manager de los D’backs, Torey Lovullo, necesitó a 4 lanzadores para sacar los primeros ocho outs del juego. En ese lapso, su bullpen fue azotado con 10 carreras después de 2 outs.
“Todo se nos vino encima en cuestión de 2 entradas. Hicieron que sus 3 mejores bateadores tuvieran 3 turnos al bate antes de que el final de nuestro orden tuviera un turno al bate. Eso es inaceptable. No lo vimos venir”, dijo Lovullo.
La ofensiva de Texas fue tan devastadora que lograron algo nunca antes visto. Según Hosted Stats, los Rangers son el primer equipo en la historia de las Series Mundiales que anota 5 carreras en entradas consecutivas. Todo eso fue posible gracias a un buen bateo oportuno. Revisemos los momentos definitorios.
En el segundo capítulo, Lovullo dejó a Joe Matinply para que enfrentara a dos bateadores más, pero especialmente lo hizo pensando en Nathaniel Lowe, ya que tendría un duelo de zurdos. Antes de ese choque, Mantiply permitió un doble (que costaría una carrera) a Josh Jung, pero logró ponchar a Lowe y se fue a las duchas. Miguel Castro sería su sustituto, pero no pudo minimizar el daño.
El ex lanzador de los Yankees y los Mets logró retirar a Jonah Heim con un rodado por segunda base, gracias al cual Jung avanzó hacia la antesala. Los siguientes cuatro turnos cambiarían todo y los desglosaré para apreciar los cambios de enfoques:
* Leodys Taveras: Cuando el dominicano estuvo en cuenta de 2-1, Gabriel Moreno logró confundir al umpire de home, David Rackley, con un buen framing. Si bien el venezolano logró ese importante strike, después no pudo manejar un cambio de Castro que fue ubicado hacia abajo de la zona. Gracias a ese lanzamiento salvaje, Jung anotó la primera carrera de Texas. Taveras, terminó negociando el boleto.
* Travis Jankowski: Solo había sumado dos comparecencias en esta postemporada y estaba jugando su primer partido de titular desde el 6 de septiembre. El bateador zurdo tuvo en cuenta que, la mayoría de los envíos de Castro contra oponentes de esa mano, son ubicados en la parte exterior/baja de la zona. Allí los atacó el 42.5 % del tiempo con su sinker en la temporada pasada. Jankowski le hizo swing a los dos primeros envíos (dos sinkers, como era de esperar) y el segundo lo convirtió en un sencillo por el jardín central.
* Marcus Semien: 3 de los 4 picheos que observó fueron sliders y todas tuvieron ubicaciones parecidas. El camarero simplemente hizo el ajuste para halar un slider hacia su mano y lograr un triple y ampliar la ventaja (3-0).
* Corey Seager: Lovullo no dejaría a Castro contra el mejor bateador de Texas, sin embargo, puso a Kyle Nelson para un enfrentamiento de la misma mano. Seager destruye a los zurdos y más cuando estos fallan ubicaciones. Nelson colgó un slider en conteo de 1-0 y el resultado fue un jonrón por el centro del terreno.
En el otro inning, Nelson fue sustituido tras permitir 2 sencillos. Luis Frías entró a relevarlo y cuando enfrentó al primer bateador, la defensa de Christian Walker falló. Ese fue el primer error defensivo de la Serie Mundial y costaría muy caro, porque Jankowski y Seager volvieron a responder.
“Aprovechamos las oportunidades en la segunda y tercera entrada. Creo que Mantiply hizo un buen trabajo al entrar y atacarnos, pero una vez que lo eliminaron, un par de muchachos no salieron con su mejor material”, apuntó Semien cuando le cuestionaron por el bateo colectivo en el primer tercio del juego.
El puente entre Matinply y Ryne Nelson se derrumbó. Esos relevistas recibieron tanto daño que ni siquiera las 7 carreras que anotó Arizona valieron la pena.
El villano
No podemos culpar a un solo hombre por la masacre; el bullpen en sentido general carga con las responsabilidades. Todos sabíamos lo que representaba que Arizona afrontara a golpe de relevistas el cuarto partido de la serie. Como hablamos ayer, el hecho de desaprovechar una salida decente de su abridor (Brandon Pfaadt) el lunes, dejaría al equipo en una posición delicada. Contar con solo tres abridores en una Serie Mundial es difícil, y se complica más cuando la profundidad del bullpen no es la mejor.
Lovullo ha manejado su picheo magistralmente en toda la postemporada, pero las cargas de trabajo han ido aumentando para sus relevistas. Sin embargo, la peor parte es cuando tiene que utilizar a su segunda línea de apagafuegos: Ryne Nelson, Miguel Castro, Joe Matinply o, incluso, el novato Andrew Saalfrank.
En los 2 juegos que Arizona ha lanzado íntegramente con su bullpen, ha permitido 16 carreras, repartidas entre Mantinply (1), Castro (4), Kyle Nelson (4 pero 3 sucias), Saalfrank (2 y 1 sucia), Luis Frias (3, todas sucias), Ryan Thomson (1) y Ryne Nelson (1). El mayor daño, como era de esperar, es contra los relevistas de segunda línea.
¿Cómo queda la situación después de esta noche de terror?
A pesar de la derrota, Lovullo intentó salvar algunas cosas buenas: “No fue el juego tradicional de Serie Mundial, pero al final del día sólo intentamos ganar un partido de béisbol y encontrar la mejor manera de hacerlo. Ahora sabemos que tenemos a nuestros 3 lanzadores abridores alineados para los próximos 3 choques” apuntó.
También, al no utilizar a sus mejores relevistas en la jornada de ayer, le creará cierta ventaja para el quinto desafío. No obstante, el factor que tiene que marcar la diferencia para Arizona es el picheo abridor. En unas horas, el as Zac Gallen deberá lanzar su mejor juego en playoffs si quieren mantenerse con vida. Si Gallen no sale bien, entonces es muy probable que se conviertan en el conjunto número 43 (de 49) que pierde la Serie Mundial luego de ponerse 3-1 debajo.
Por otro lado, Bruce Bochy, un viejo zorro, maneja las cosas con calma; ya ha estado en esa situación varias veces. “Lo único que pienso es que tenemos que salir y jugar de la mejor manera. No es un cliché, así es como lo miras. No miras dónde estás. Hay que concentrarse en el siguiente partido, salir y hacer todo lo posible para ganar. En eso es [en] lo que tenemos que estar pensando. Ahí es donde tienen que estar nuestras mentes”.
El dato
Luego de estar debajo por 10 carreras, Arizona reaccionó en la segunda mitad del encuentro con 7 carreras tardías. De ellas, 4 las remolcó el cubano Lourdes Gurriel Jr., quien va dejando un OPS de .946 en sus primeros 4 partidos de la Serie Mundial.
Este martes, se convirtió en el cuarto cubano que conecta un cuadrangular e impulsa al menos 4 anotaciones en un duelo del Clásico de Otoño. Los únicos que lo habían conseguido antes eran Zoilo Versalles (1965), Tany Pérez (1975) y José Canseco (1988).
Versalles dio jonrón con 2 a bordo a Don Drysdale (futuro Salón de la Fama) y después sumó otro remolque en el primer choque de la Serie Mundial entre Dodgers y Twins, en el que estos ganaron 8-2.
Tany Pérez, por su parte, conectó par de bambinazos frente a Reggie Cleveland y empujó 4 en el quinto choque del duelo final entre Cincinnati y Boston, mientras Canseco se apuntó el único grand slam de un cubano en Series Mundiales durante el primer choque del Clásico de Otoño que disputaron los Dodgers contra Oakland.
Lourdes Jr. ahora se ha sumado a este exclusivo club, después de remolcar la primera carrera de Arizona este martes con un elevado de sacrificio en el cuarto capítulo, y luego pegar un vuelacercas de 3 carreras frente a Chris Stratton en la octava entrada.
Según Francys Romero, Lourdes Jr. y Yulieski Gurriel son la primera pareja de hermanos extranjeros que conectan jonrones en la Serie Mundial. Yuli consiguió vuelacercas en los Clásicos de Otoño de 2017 y 2019 con los Astros.
Solo hay otras dos parejas de hermanos con bambinazos en Series Mundiales:
*Irish Meusel (1921, 1922 y 1923) y Bob Meusel (1928).
* Clete Boyer y Ken Boyer (1964).