Hasta tres veces en la noche las Medias Rojas de Boston batearon poderosas conexiones en dirección al Monstruo Verde de Fenway Park, que eventualmente aplastó a los Dodgers de Los Ángeles por segunda jornada consecutiva en la Serie Mundial.
De nuevo la oportuna producción de Boston marcó el desenlace del encuentro, definido en el quinto episodio, cuando los pupilos de Alex Cora anotaron tres carreras después de dos outs y pusieron 4-2 la pizarra.
En una noche fría, con sensación térmica entre uno y dos grados Celsius, los Red Sox se vieron por primera vez debajo, pero sin desesperarse encontraron la fórmula para atacar al titubeante pitcheo de los Dodgers, lastrado también por el pésimo manejo del manager Dave Roberts.
El mentor de la novena angelina volvió a fallar en los movimientos del bullpen, sobre todo al sacar en el quinto al abridor Hyun-Jin Ryu para colocar a Ryan Madson cuando ganaban 2-1.
Si bien el coreano permitió jits consecutivos de Christian Vázquez y Mookie Betts, y regaló boleto a Andrew Benintendi, se veía con opciones de dominar a Steve Pearce, a quien Madson había transferido con cuatro lanzamientos en el primer partido.
Sin embargo, Roberts quiso mover temprano sus fichas, estrategia que ya le costó muy cara en el primer desafío, y de nuevo erró. Madson volvió a dar pasaporte a Pearce y forzó el empate, lo cual dejó la mesa servida para que J. D. Martínez remolcara las dos de la ventaja decisiva con cohete al derecho.
“Me enfrenté a un importante turno con dos outs, pero peleando cada pitcheo logré entrar en base. Ahora nos vamos con dos de ventaja rumbo a Los Ángeles; estamos cerca, pero no se ha acabado todavía”, dijo Vázquez, responsable de prender la mecha cuando las Medias Rojas parecían apagadas.
Con esas tres rayas, Boston elevó a 36 su cantidad de carreras producidas con dos outs en toda la postemporada, lo cual representa el 52.9 % de sus anotaciones (68 en total).
La poderosa tanda había sido controlada por Ryu, que en los cuatro primeros episodios ponchó a cinco, permitió una carrera y cuatro jits, faena aceptable para el primer lanzador de Sudcorea que abre un partido de Serie Mundial.
El coreano tiró con ventaja gracias a Yasiel Puig, quien remolcó la segunda carrera de los Dodgers en el cuarto inning y puso por primera vez delante a Los Ángeles en toda la Serie Mundial.
Pero más allá de ese cuarto capítulo, los Dodgers no pudieron hacer nada más contra los envíos del abridor David Price y los relevistas Joe Kelly, Nathan Eovaldi y Craig Kimbrel, tres lanzallamas que retiraron el tercio final sin que se le embasara ningún hombre.
“Hice muchos lanzamientos en ese cuarto inning, pero intenté seguir con mis armas principales. He hecho algunos ajustes y se han visto los resultados en las dos últimas aperturas”, aseguró Price, quien se convirtió en el cuarto pitcher en la historia de las Medias Rojas en tirar juegos consecutivos de postemporada con menos de tres jits permitidos y al menos seis entradas lanzadas.
Tras este resultado, Boston ha ganado 14 de sus últimos 16 partidos de Serie Mundial y suman seis triunfos consecutivos en la presente postemporada. Además, viajan al Dodgers Stadium a intentar continuar con su racha de cinco duelos seguidos con victoria fuera de casa.
Para muchos especialistas la diferencia de 2-0 favorable a las Medias Rojas ya es decisiva, amparados quizás en que 16 de los últimos 17 equipos con dicha renta al inicio de la Serie Mundial, y los diez últimos, han terminado conquistando el anillo.
En total, 54 veces una novena ha tomado diferencia de 2-0 al inicio de la Serie Mundial, y 43 de ellos (79.6 %) han ganado el campeonato.
No obstante, también hay datos que favorecen a los Dodgers. Por ejemplo, de las seis coronas que se han llevado en su historia, en tres de ellas partieron con desventaja de 0-2 en la Serie Mundial. Esta es la segunda mayor cantidad de todos los tiempos, marca solo superada por los Yankees de Nueva York (cuatro).