Yasmany Ayón: el béisbol desde los números

Su trabajo sostenido con varios cuerpos de dirección, y el apoyo a los narradores deportivos avileños, avalan su condición de estadístico "fuera de liga".

Yasmany Ayón. Foto: Osvaldo Gutiérrez.

A pesar de su juventud, Yasmany Ayón es uno de los sabermétricos más prestigiosos del país. Lo avalan las cifras de su carrera, que les facilitan el trabajo a los Tigres de Ciego de Ávila en la Serie Nacional de Béisbol.

Con excelentes condiciones para jugar béisbol, Yasmany podía haber llegado a vestir la franela del equipo provincial; si no, que le pregunten a los que lo han visto jugar en los torneos nacionales de softbol de la prensa. Pero prefirió ayudar desde el puesto que mejor domina: la sabermetría, una especie de arte del béisbol moderno que contempla el análisis exhaustivo de datos en función de obtener el mejor rendimiento posible de atletas y equipos.

Su trabajo sostenido con varios cuerpos de dirección, y el apoyo a los narradores deportivos avileños, avalan su condición de estadístico “fuera de liga”.

¿Cómo se ha convertido en uno de los mejores de su profesión? ¿Hasta dónde llegan las limitaciones de los sabermétricos cubanos? ¿Son bien utilizados en pos de mejorar el trabajo con la ciencia en el béisbol? Yasmany conecta jonrones desde los números, y esta es su historia para OnCuba.

Yasmany Ayón. Foto: Osvaldo Gutiérrez.

¿Cómo llegas al mundo de las estadísticas?

Gracias a Dios. Porque un día era un simple anotador, y al otro me había convertido en el estadístico de la Comisión Provincial de Béisbol de Ciego de Ávila.

Desde muy pequeño me encantaron los números, de béisbol principalmente. Me sentaba delante del televisor a anotar con un lápiz y una libreta. Incluso, muchos de esos apuntes aún los tengo guardados.

Soñaba ser como Benigno Daquinta y Arnelio Álvarez. Mi abuela me decía que me iba a volver loco, pero Dios fue bueno y me dio la oportunidad de conocer a esos grandes de la estadística cubana. Daquinta es un fenómeno en este mundo y me acogió como a un hijo en las estadísticas. Arnelio me ayudó mucho también en mis inicios, así como Yirsandy Rodríguez, otro de los buenos buenos a nivel nacional y, para mí, alguien súper importante, sobre todo en mis comienzos. Le debo mucho también a mi compañero Abdel Dorta.

¿Qué te aportó en tu trayectoria ser estadístico de las transmisiones radiales de la pelota en Ciego de Ávila?

Cada experiencia que vives en cualquier lugar que estás, siempre te aporta algo. Llevaba tres meses en la Comisión Provincial de Béisbol cuando Daquinta y Youry Santana hablan conmigo para que fuera estadístico de Radio Surco. Otro sueño más cumplido. Aún soy el estadístico de la emisora.

Allí aprendí qué es el compañerismo, principalmente con la tríada que hemos formado Youry, Joaquín Pardo y un servidor. Tenemos una hermandad. No es lo mismo estar detrás de una computadora, que nutrir de datos a los narradores. Y no solo eso, sino que debía al menos dar datos a la altura del mejor estadístico que ha dado Cuba, Benigno Daquinta. Fue un reto duro y todavía lo es. Siempre trato de superarme en el día a día. El objetivo es dar datos precisos y con la mayor veracidad posible.

¿Qué camino recorriste para convertirte en sabermétrico del equipo Ciego de Ávila en la Serie Nacional?

Primeramente, lo de la sabermetría llegó a mí a través de Yirsandy Rodríguez. Me vio algo con lo que él se identificó, y se me acercó.

Para mí, más que un amigo, Yirsandy es un hermano, y aprendí de él que si quieres superarte en este mundo, tienes que hacer lo que los demás no hacen.

En verdad comencé incansablemente. Me superaba día tras día. Adquirí maestría estudiando a los contrarios. Acertaba bastante. Me estudié muchos documentos de sabermetría, y las métricas. No se trata solo de estudiar o hablar, sino de llevar la sabermetría a la práctica.

Antes de llegar a la Serie Nacional como sabermétrico estuve en dos o tres torneos Sub 23 con Pedro Ramón Gayón, que era el director de esos equipos en Ciego de Ávila. No se autorizaba que el estadístico viajara con el conjunto, pero él dejaba a alguien y me llevaba, para aprovechar los trabajos que hacía. El año de Yorelvis Charles como director en el sub 23 también fue igual. Viajaba para todos lados con el equipo. 

En la Serie 58 se incursiona oficialmente con los estadísticos o sabermétricos dentro de las novenas. Para mí fue un momento difícil, pues lamentablemente no me incluyeron, solo podían estar los muchachos de los Joven Club de Computación. Pero, a pesar de decepcionarme un poco, seguí ayudando a Roger Machado con todo este tema de la sabermetría. A pesar de no poder viajar con el equipo, trataba de mantenerlos siempre al día.

Ya desde la Serie 59 logré entrar oficialmente al equipo, con Roger Machado al mando. Tengo que darle gracias, porque si alguien me quería ahí era él. Desde ese entonces formo parte de los Tigres como sabermétrico.

Yasmany Ayón. Foto: Osvaldo Gutiérrez.

Háblanos del trabajo en las series nacionales con Roger Machado y Yorelvis Charles

El trabajo con Roger Machado fue bueno, a pesar que esto de los sabermétricos en la Serie Nacional era algo nuevo en aquel momento. Se apoyaba bastante en los números. Me daba mi lugar dentro de los mítines para intercambiar con los atletas sobre los equipos contrarios, bateadores rivales, etc. Para mí fue un comienzo bastante bueno.

Con Yorelvis Charles el trabajo fue aún más abarcador, con tres años de duración. Y a mi favor estaba Pedro Ramón Gayón dentro de la dirección, que es un amante de los números y del estudio de los rivales. Allí, en cada subserie se hacían los análisis de los equipos oponentes, y se abordaba todo con cada uno de los atletas: debilidades, fortalezas, etc. Cada atleta llegaba al terreno con toda la información posible para enfrentar el juego de béisbol.

Incluso hay una anécdota en el playoff contra Mayabeque, en 2022. Nos estaban ganando con relativa facilidad. Entonces realizamos un análisis profundo, principalmente con los lanzadores, que eran una mezcla de experiencia y juventud. Ese playoff se jugó prácticamente a la perfección, incluso a Yander Guevara se le llamó la atención en uno de los partidos. Ante cada bateador, él sacaba su hoja de scouting del bolsillo y luego lanzaba. Así logramos ganarle convincentemente a nuestro rival. Y también usamos las métricas a la hora de ubicar la defensa.

¿La nueva dirección con Dany Miranda como timonel usa los números?

Las estadísticas han sido fundamentales en esta Serie. El colectivo de dirección es nuevo, pero han sabido utilizar muy bien los números. Estamos basándonos bastante en el estado de forma del equipo contrario, el scouting report de los lanzadores contrarios, las zonas calientes, las zonas frías de los diferentes bateadores. Han sido muy valiosas para el picheo joven que tenemos. Incluso, en los juegos en los que estoy detrás de home, Dany me pregunta constantemente por la velocidad del lanzador, si se mantiene o si está bajando.

¿Hay peloteros que más usan las estadísticas?

Varios atletas me piden personalmente los análisis. Puede ser que mencione algunos y deje otros fuera, pero el más insistente con este tema es Jasier Gayón. Año tras año busca llegar al juego con la mayor información posible. 

La sabermetría depende mucho de la tecnología y en Cuba estamos atrasados en este aspecto. ¿Qué pudiéramos hacer para mejorar?

La sabermetría es sumamente tecnológica. Como decías, en nuestro béisbol y en nuestro país el avance es mucho más lento.

Por ejemplo, en MLB se usa el sistema Statcast en los treinta estadios de los diferentes equipos. Es fantástico para diferentes mediciones con cámaras de alta definición. Con esa herramienta podemos profundizar en la evaluación más precisa de los jugadores.

De allí salen las velocidades de las conexiones con una exactitud a un elevado porcentaje. Y así podemos evaluar mejor la calidad de las conexiones, independientemente a que sean jits o outs, cuán rápido pueden desplazarse los corredores entre bases, sin importar las robadas o las veces que son atrapados. Para la defensa es primordial. En fin, son muchos detalles que han obligado a los equipos a cambiar cosas que estaban predeterminadas, y a tomar decisiones que hasta el momento en que llegó la tecnología ni siquiera se consideraban.

¿Cuán difícil es realizar esta labor en Cuba con tantas limitaciones?

Los sabermétricos de cada uno de los equipos de la Serie Nacional prácticamente estamos trabajando a ciegas, y hablamos de cosas básicas. Por ejemplo, no todos tienen laptop para desarrollar ideas o compilar estadísticas, que es fundamental para nuestro desempeño dentro de los equipos.

No tenemos donde imprimir reportes estadísticos o informaciones que son de importancia para la dirección del equipo y los atletas. No tenemos pilas para las pistolas de medir las velocidades, instrumento que resulta  primordial en este trabajo.

En algunos estadios, no están las condiciones creadas. En muchos casos tenemos que estar al sol o en las gradas, con el público. A veces no tenemos mesas adecuadas o bien ubicadas.

No hay un mecanismo oficial creado para que el sabermétrico, desde su posición en el estadio, pueda brindarle información a la dirección, al equipo o a cada jugador, individualmente. La única variante es llamar a viva voz a quien quieras transmitirle algo, o mandar un efímero mensaje de texto por el celular, pero el director no puede estar atendiendo el móvil debido a la intensidad o la presión del juego.

Los sabermétricos son fundamentales en los equipos. Si tuviéramos las condiciones mínimas y la atención adecuada, creo que tanto estos como la comisión nacional recogerían muchos más frutos del arduo trabajo que realizamos.

¿Cuáles son los retos de la sabermetría en Cuba?

Creo que lo fundamental es la superación: seguir trabajando, estudiando y profundizando en el tema. Realizar cursos para actualizarnos, ya que año tras año surgen nuevas métricas y hay cambios. Además, algunos sabermétricos de experiencia de algunos equipos cambian por diferentes situaciones.

Debe también existir una mayor motivación. Nosotros también tenemos metas, como los atletas, los entrenadores o los árbitros. En lo personal y como ejemplo, quisiera algún día estar dentro de un equipo nacional aportando desde mi profesión, o dentro del grupo de sabermétricos que represente al país en un evento internacional.

Es una meta personal, pero lamentablemente año tras año muchos se han decepcionado y desmotivado. Quienes trabajan deben ser recompensados, y en el país hay muy buenos sabermétricos, con años de experiencia, y que saben hacer su trabajo a la perfección.

Si tuvieras que realizar un resumen de tu carrera en números, ¿cómo sería? 

Llevo alrededor de 12 años como estadístico, de ellos 9 trabajando también en Radio Surco, y 8 años viajando con equipos: 3 con el Sub 23, 5 en Series Nacionales, y una Liga Élite con Ganaderos.

Sigo indagando, haciendo análisis y scouting más profundos, que me permitan identificar más debilidades y fortalezas del oponente. 

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