Cuba ha pasado inmune la fase clasificatoria de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014. Han rodado rampa abajo a todo tren por su propio peso, sin sudar la camiseta. Tres sonrisas al hilo, ancla a tierra y boleto a semifinales. Una faena nada espinosa, lo habíamos anticipado con antelación: el certamen está bien lejos de ser un medidor para esta selección de jugadores, sin dudas, una bicoca para los dirigidos por Víctor Mesa.
Los tres desafíos dirimidos por los cubanos y lo que se ha podido ver del resto de los contendientes del otro grupo en disputa, lo reafirman. Una lid que por su contextura, por el empaque y el caché de los peloteros que se han dado un brinco hasta México para participar en el torneo, exterioriza que no habrá sorpresas, al menos para los nuestros. Nadie duda de la obtención del cetro, decir lo contrario sería pecar de ingenuo.
La selección nacional, que de un tiempo para acá ha tenido que aprender que el sabor dulce de la victoria es pasajero y que puede esfumarse de pronto, ahora, en Veracruz, anda a piernas sueltas para dejar bien claro que el listón de estos Centroamericanos le queda corto.
Primero, pintaron de blanco a Puerto Rico, luego, trituraron a los locales aztecas para enmudecer las frías gradas del Beto Ávila, y por último, a media máquina, pasaron por encima del modesto plantel guatemalteco. Para las semifinales aguarda República Dominica, una escuadra que si bien se ha mostrado con más nivel que los rivales anteriores de los cubanos, tampoco se ha distinguido por un talento descollante que pueda perturbar por un instante a los discípulos de Mesa.
El manager de los cubanos no ha tenido muchos dolores de cabeza para mover sus piezas en el tablero, los choques le han salido papel calcado a sus previas lecturas. El bullpen ha estado inmutable, sin llamadas de emergencia, solo se ha levantado el teléfono para preservarle forma a los brazos de cara a los venideros desafíos definitorios por el título. Los tres abridores utilizados, Norge L. Ruiz, Freddy A. Álvarez y Yosvani Torres, han lanzado inmaculadamente, también han sobresalido desde el box los magistrales cierres del veloz Héctor M. Mendoza.
En cambio, al lineup, a pesar de su ajuste notorio con el madero al hombro, le han salido algunos tiznes. Lo más evidente es el desajuste delante del plato de Frederich Cepeda, amén de sus dos jonrones, el espirituano se ve fuera de sí, sin su habitual mesura para discriminar los lanzamientos fuera de zona. Ha extendido el slump que padeció en la liga japonesa y su ansiedad en el home plate delata su trance. No es necesario llevarlo al banquillo, solo restan dos encuentros y la confianza de mantenerlo como regular puede ayudarlo para salir del mal momento ofensivo, aunque en la banca hay quienes están pidiendo pista.
El bólido de Roel Santos es uno de ellos, relegado a quedarse en el dugout en una decisión controversial. En caso de que Víctor quiera darle un descanso a Cepeda, el granmense puede encargarse de patrullar el central, Yadier Hernández pasaría al left, Bell al right y Despaigne quedaría como designado. Una movida que reestructuraría por completo la parte alta de la tanda, pues Moreira le cedería el puesto de hombre proa a Santos para pasar al noveno turno, y así, Alarcón bajaría unos peldaños.
El resto se mantendría igual, sustentado por la excelente forma deportiva de Yulieski Gourriel y Alfredo Despaigne, quienes andan desbordados a la ofensiva y produciendo en cantidades industriales. Esperemos si habrá por fin algún que otro movimiento en la novena para enfrentar a los quisqueyanos en la muerte súbita, hasta ahora, solo se sabe que el encargado de poner a Cuba en la final será el diestro Norge L. Ruiz.
Resultados de Cuba en la fase preliminar:
Primer partido: Cuba 4 – Puerto Rico 0
Segundo partido: México 1- Cuba 10
Tercer partido: Cuba 10 – Guatemala 0