No es un secreto para nadie que la calidad de las selecciones nacionales de béisbol ha disminuido considerablemente, en gran medida por el éxodo de atletas noveles y consagrados que enrumban su futuro hacia otras ligas de mayor nivel y remuneración.
Sin embargo, los equipos Cuba siempre cuentan con peloteros dispuestos a dar batalla y vender bien cara las derrotas. Pero aun así, en los últimos años no había visto una selección con tantas lagunas como la que participará en el Torneo de Rotterdam en Holanda.
Aunque al manager Vladimir Hernández quisieron hacerle un reconocimiento con la dirección de este equipo, en realidad lo pusieron en un enorme aprieto. Parecía bien raro que premiaran al cuarto lugar de la serie nacional. Esta nómina tiene más interrogantes que un libro de matemáticas.
Solo ofrece garantías el área de la receptoría. Frank Camilo Morejón ha mostrado buenas maneras detrás de home en eventos internacionales y seguramente calzará los arreos como titular, mientras Osvaldo Vázquez se pinta solo como el bateador designado de un equipo que necesita aprovechar su fuerza al bate.
Y al fin se hizo justicia con el holguinero Franklin Aballe, que lleva dos series nacionales consecutivas mereciendo el guante de oro como receptor. En la más reciente temporada Aballe apenas cometió dos errores, cuatro pasboles y defendió para un excelente 991 con 22 corredores capturados en 42 intentos de robo. Con las dos figuras que le preceden en el equipo, su labor en Holanda se resumirá a calentar lanzadores pero al menos se montará en el avión.
Los jugadores de cuadro, salvo Dainier Gálvez, son peloteros noveles que nunca han sido probados al máximo nivel por lo que no existen muchas garantías en el infield. Muy justa la inclusión del inicialista camagüeyano Leonel Segura, quien mereció estar en el equipo rumbo a la Liga Can-Am. Sus liderazgos en average, hits y tubeyes en el sub-23, amén de sus 101 hits en la serie 56 (solo seis atletas superaron la barrera de los 100 indiscutibles), no dejan margen a las dudas. Tarde pero seguro.
Lo inconcebible es que la otra primera base sea el avileño Eliecer Griñán que solo bateó 242 en el torneo sub-23 con apenas un jonrón y 14 carreras impulsadas. Únicamente premian su condición de Novato del Año en la última serie nacional y si es así, ¿por qué no llamar a Yasiel Santoya con línea ofensiva de 314/400/454 y 61 carreras impulsadas en ese mismo torneo? Si la idea era premiar a varios jugadores por su actuación en el torneo sub-23, ¿de qué sirvieron entonces los 13 jonrones y las 54 carreras impulsadas de Lionard Kindelán como cuarto madero del campeón Santiago de Cuba?
Aplaudo el llamado de Aníbal Medina. El camarero de Matanzas estampó excelente línea ofensiva de 359/417/543 con 8 jonrones y 44 carreras impulsadas en la serie 56, y solo cometió 6 errores para un average defensivo de 981. Pero lo más importante: bajo las órdenes de Víctor Mesa creció considerablemente como pelotero.
Del granmense Osvaldo Abreu, el villaclareño Roberto Acea y el camagüeyano Humberto Bravo, que deben repartirse el lado izquierdo del diamante, hay poco que decir. Sus números en los torneos nacionales pueden ser alentadores pero no impresionantes; no, al menos, para merecerles un puesto de titular en un equipo Cuba.
Los jardines, con solo cuatro hombres en la nómina, tampoco impresionan. Yoelquis Guibert y Jorge Luis Peña tuvieron fenomenales temporadas con Santiago y Holguín en el torneo nacional sub-23, pero una cosa es con guitarra y otra con violín. Los zurdos Yusniel Ibáñez y Edilse Silva aderezarán con su experiencia el line up cubano, aunque están aún por probar su valía en un escenario internacional.
El cuerpo de serpentineros es indiscutiblemente el peor de los últimos años en una selección cubana. Solo el tunero Yoalkys Cruz ofrece alguna tranquilidad, aunque su temporada no fue nada del otro mundo con 10-7 y un PCL de 3,75. Por demás, le batearon para un abultado 298.
Adrián Sosa, Yoandri Ruiz y Alexander Rodríguez se ganaron el pasaje por su contribución con Matanzas en la campaña pasada aunque sus cifras son un espejismo. El capitalino Sosa tuvo balance de 7-3 con 4 salvados pero su efectividad fue para un elevado 4,20. El “Bielorruso” Ruiz tuvo un perfecto 6-0 con tres salvados pero le batearon para 292 y su WHIP fue un desastroso 1,62. El más aceptable fue el guantanamero Rodríguez con 5-3 y 6 salvados; sin embargo, los eventos internacionales han sido su asignatura pendiente.
Los restantes lanzadores fueron premiados por su actuación en el torneo para menores de 23 años. Los zurdos Dariel Góngora y Geonel Gutiérrez tuvieron excelente faenas con Camagüey y Artemisa, al igual que César García y Luis Enrique Castillo con Granma y Guantánamo respectivamente. Pero, ¿podrán repetir sus actuaciones con la franela de las cuatro letras? El staff cubano es un océano de incertidumbres.
Cuba no debería tener otro objetivo que ganar en el campeonato, previsto del 1ro al 9 de julio en la ciudad holandesa. Si esa es la pretensión, ¿por qué no llamar entonces a lanzadores de más nivel como Vladimir García, Fredy Asiel Álvarez, Erlis Casanova, o el zurdo Robelio Carrillo?
Vladimir Hernández tendrá muchos dolores de cabeza en la tierra de los tulipanes. Con semejante selección no puede aspirarse a mucho ni en el torneo internacional de más baja categoría. Ojalá me equivoque y el villaclareño haga magia desde el banquillo, pero ni con Houdini en el puesto de mando debe ganar un equipo en verdad mediocre. Los directivos del béisbol de la Isla siguen sin vencer la asignatura de confeccionar plantillas respetables con material limitado.
Nómina del equipo Cuba a Rotterdam
Receptores: Frank Camilo Morejón, Franklin Aballe y Osvaldo Vázquez.
Jugadores de Cuadro: Leonel Segura (CMG), Eliecer Griñán (CAV), Dainer Gálvez (IJU), Osvaldo Abreu, Roberto Acea, Aníbal Medina y Humberto Bravo.
Jardineros: Yoelquis Guibert, Jorge Luis Peña (HOL), Yusniel Ibáñez (CFG) y Edilse Silva (SCU).
Lanzadores: Dariel Góngora (CMG), Geonel Gutiérrez (ART), Luis E. Castillo (GTM), César R. García (GRA), Yoalkis Cruz (LTU), Adrián Rajiv Sosa (HAB), Yoandri Ruiz (VCL) y Alexander Rodríguez (HAB).
Tremendo empujon y arribon de animo que le das a los peloteros. No tenias otro titulo. Espera a que se desempeñen por lo menos.
Blanquita, los peloteros no leen esto. Bueno, yo creo q nadie se lee esto jajajajaja
Muy buen equipo, ¿por qué hay que ir a ganar ese torneo?, lo que hay que ganar son los Clásicos, las Olimpiadas (cuando el basebol) vuelva a ser olímpico, los Panamericanos o Centroamericanos. Estos torneos deben ser para probar jugadores, foguear otros e ir formando un universo de jugadores que sirvan de base al equipo Cuba. Si se, pre llevamos a los mismos, nunca sabremos como reemplazar a un jugador lesionado o que ha bajado su rendimiento en el equipo Cuba, porque no habrá nadie preparado para hacerlo, eso sin hablar del factor estímulo para las estrellas nacientes de nuestro maltrecho movimiento deportivo.
es cierto que debieron llevar a Leonard Kindelan aunque sea de paseo sino les gustaba como regular a pesar de que se lo ganó.
Si tenemos figuras nuevas y jóvenes es malo si no tratamos de desarrollarlas es malo como quedamos? Esos peloteros k mencionas k supuestamente deberían estar , lo siento pero no estoy de acuerdo contigo, donde probaron su calidad? En la serie nacional, por favor, sus mejores momentos pasaron y no fueron tan buenos , ganar ese torneo no significa mucho si se hacé mucho mejor , ahora por que no darle la oportunidad a otros peloteros si Cómo dices hacé rato no tenemos un buen equipo Cuba, verlo desde afuera es fácil, tu jugaste a algo?
Para nada estoy de acuerdo. A ese torneo, si no lo hicieron con el tope Cuba-EEUU solo debieron ir jugadores destacados del Sub-23 que quedaron fuera. Esa es la generación que hay que empezar a “cuidar”….Los más maduritos que cojan para la Can Am. No se puede ir a ganar todo torneo que aparezca en el camino.