Luego de que el 26 de septiembre último saliera del escenario lesionado y con una enorme impotencia por no poder completar uno de sus ya habituales actos de magia con el balón, el dominador cubano Erick Hernández se presentó este domingo ante las cámaras y volvió a hipnotizarnos por espacio de 1846 segundos.
Ese fue el tiempo exacto que necesitó para superarse a sí mismo e implantar una nueva marca mundial en los estudios del Canal Habana ubicados en Mazón y San Miguel –una de las esquinas más famosas de la capital cubana–, donde mostró sus habilidades y golpeó 2902 veces la pelota solo con los muslos cargando 1.5 kilogramos de peso en cada tobillo.
Quizás parezca que esa media hora y casi 3000 caricias al balón no son nada significativo, sobre todo si hablamos de Erick, un hombre que ha estado durante más de 19 horas dominando la pelota con más de 60 mil toques en algunos de sus récords. Sin embargo, esta es una historia en la que importa más el “cómo se ha logrado” y no el “qué se ha logrado”.
Para situarnos en perspectiva, el dominador antillano rompió su propio récord en la modalidad, el cual databa del 2019, cuando dio 2739 toques al balón solo con los muslos y el mismo peso de 1.5 kilogramos en cada uno de sus tobillos. A priori, llevar una marca de este tipo un poco más allá representa un reto, pero un extraclase como Erick puede lograrlo con las cuotas necesarias de preparación y concentración.
Sin embargo, el experimentado especialista no pudo completar una etapa de entrenamientos a la altura de las circunstancias en los últimos meses, y tampoco estuvo exclusivamente centrado en el objetivo, luego de que su hermano Douglas –pionero en este arte del dominio del balón– sufriera un derrame cerebral hace algunas semanas.
La noticia fue un golpe durísimo para Erick, quien ha tenido en Douglas a un consejero y guía espiritual durante años. Además, el suceso en sí alteró totalmente sus rutinas, con menos horas de trabajo preparatorio, menos horas de descanso y mayor tensión emocional ante el peligro que afrontaba su hermano.
“Por lo general, cuando voy a buscar un récord me concentro solo en eso porque la preparación psicológica es tan importante como la física. Ahora todo eso se vio afectado, la estrategia se vino abajo porque tenía la responsabilidad de estar con mi hermano en el hospital velando por su estado de salud”, explicó Erick a través del colega Ricardo López Hevia.
Durante varias semanas, el dominador pasó la mayor parte del tiempo enfocado en la recuperación y rehabilitación de Douglas y solo entrenaba en algunos ratos libres. La correlación trabajo-descanso sencillamente desapareció, lo cual puede ser fatal para un deportista de alto rendimiento, pero Erick logró sobreponerse y cumplir con los plazos y las exigencias.
“Puse mucho empeño en la preparación. No podía quedar mal con mi hermano, le debo mucho. A él, que nos está mirando, va dedicado este récord. Afortunadamente ha evolucionado bien y esperamos que tenga una pronta recuperación. Además, es una dedicatoria al Día de la Cultura Física y el Deporte, que se celebró el pasado 19 de noviembre”, precisó Erick en la transmisión televisiva de este domingo, luego de completar el ejercicio ante la mirada de los jueces.
Visiblemente emocionado, el dominador también agradeció el apoyo del presentador Héctor Villar y del Canal Habana, espacio que se ha convertido en su segunda casa al fungir allí como analista en programas dedicados al fútbol. Ellos le han tendido la mano y le han dado la oportunidad de mostrar en directo sus conocimientos sobre el más universal de los deportes.
Por la cantidad de récords que Erick ha materializado en su larguísima carrera, cualquiera pensaría que estos intentos son un mero trámite, pero en realidad llevan un nivel de preparación supremo, sin obviar que siempre se corre el riesgo de no poder completar las marcas por diversas razones.
En este caso, además de la tensión mental y la lógica preocupación por la situación familiar, Erick tuvo que superar también una incómoda lesión. Como ya habíamos mencionado, el pasado 26 de septiembre, justo antes de intentar romper esta misma primacía de golpeo solo con los muslos y peso en los tobillos, unas molestias en la espalda baja durante el calentamiento le impidieron salir a la escena.
Esa dolencia supuso un contratiempo importante y lo forzó a hacer variaciones en su preparación, con especial énfasis en la zona afectada. A sabiendas de lo que estaba en juego, el experimentado dominador se puso manos a la obra e incrementó los ejercicios de fuerza y otros para robustecer abdominales, cuádriceps y gemelos, teniendo en cuenta las características de este récord.
“Es un récord en extremo difícil, que requiere de mucha intensidad. Hay que cuidar mucho los ángulos de golpeo porque si la pelota se va un poco adelante ya cuesta mucho trabajo controlarla, más con peso en los tobillos”, apuntó en la transmisión televisiva de este domingo.
Cuando le pegas al balón con un pie, todo el peso del cuerpo recae en el otro, por eso era tan importante fortalecer el tren inferior, añadió Erick, quien ha demostrado una vez más su gran capacidad física y mental.
A sus 55 años, podríamos pensar que Erick Hernández va a parar, pero todavía conserva intactos los deseos y la voluntad de mostrar al mundo sus habilidades controlando la pelota. No se detuvo en esta etapa de pandemia –ha completado ya tres marcas entre el 2020 y el 2021–, y el año próximo regresará con nuevos retos.
Sin dudas, además de su capacidad para hipnotizar al balón, Erick Hernández es un rey de la perseverancia.
felicidades crack!!