En un año atípico para el movimiento deportivo cubano, un evento con carácter internacional ha resultado el bálsamo para suplir un tanto el siempre necesario fogueo competitivo para enfrentar un torneo a cualquier nivel.
Varias disciplinas deportivas de la Isla encontraron en el Festival Deportivo Panamericano, celebrado en suelo azteca, la oportunidad para probarse con vistas a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México, que tendrán lugar del 14 al 30 de noviembre próximo.
El festival se ha desarrollado en tres fases desde el mes de julio y hasta el actual septiembre, y ha permitido explorar diversas estrategias de cara al futuro inmediato, por la presencia de muchos de los mismos exponentes que estarán a finales de año en la competencia centroamericana.
La asistencia de Cuba a eventos internacionales en el inicio de este 2014 estuvo tan limitada que buena parte de las preselecciones del patio se mantuvieron en todo momento en sus centros de entrenamientos. Varios equipos, sin embargo, tuvieron la oportunidad de topar en otras naciones debido al apoyo de diversas marcas e instituciones deportivas.
Las acostumbradas giras del campo y pista, invernal y veraniega, en esta ocasión fueron sustentadas por la marca deportiva Puma; el intenso y muy acertado recorrido de los conjuntos de baloncesto por Asia resultó gracias a la Federación China; la Copa del Mundo a la cual concurrió el remero guantanamero Ángel Fournier se debió a un aporte de la entidad internacional de la especialidad; y los Grand Prix a los que asiste el capitalino Osleni Guerrero se apoyan en la beca otorgada por la Confederación Panamericana de Bádminton, por solo citar varias situaciones.
De forma gratuita y por invitación llegó el Festival Deportivo Panamericano que ha contado con atletas antillanos de gimnasia rítmica y artística, atletismo, remo, judo, lucha, ciclismo, boxeo, tenis de mesa, tiro con arco, pentatlón moderno, triatlón, entre otros, en instalaciones de primer nivel y en condiciones de altura que podrían favorecer el ciclo de adiestramiento de los atletas cubanos.
El torneo, que cuenta con el auspicio de la Organización Deportiva Panamericana, ha puesto en pugna boletos para el programa continental de Toronto el próximo año, hecho que las comitivas de la Isla no han dejado de aprovechar, y ya son más de 30 los pasajes seguros para una competencia donde la mira está en revalidar el segundo escaño que se ostenta desde Cali 1971, con la excepción del liderazgo en La Habana 1991.
Solo dos disciplinas restan por participar -bádminton y natación-, y la mayor de las Antillas marcha en la punta, gracias a 61 medallas de oro, 34 de plata y 22 de bronce, seguida por los anfitriones (39-47-48) y Estados Unidos (38-22-37), en ese orden.
El Festival deviene consuelo para afrontar una lid que se avizora extremadamente difícil para Cuba, incluso por encima de Cartagena de Indias hace ocho años. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México será el principal rival de la Isla, por su condición de sede y el excelso momento deportivo que vive, además de Venezuela y Colombia, países en ascenso y ambos con más de 400 clasificados.