Mostrando su mejor versión en mucho tiempo, la selección cubana de fútbol consiguió su pase a la ronda preliminar de la Copa Oro 2025, donde deberán derrotar a Trinidad y Tobago a doble partido si quieren agenciarse un cupo al máximo torneo de selecciones de nuestra zona geográfica.
En el duelo ante los trinitarios –que tendrá lugar el próximo mes de marzo– tiene tintes de revancha para los nuestros, ya que precisamente fueron los Soca Warriors quienes sentenciaron el descenso de la absoluta cubana al segundo nivel de la Liga de Naciones de CONCACAF en octubre pasado.
Por aquel entonces, los del sur caribeño lograron arrancarnos un empate en Santiago de Cuba para luego rematarnos (3-1) en Tobago. Sin embargo, hay que decir que en aquel momento no pudimos contar en nuestras filas con jugadores como Onel Hernández, Luis Paradela y Yosel Piedra, piezas fundamentales para el funcionamiento óptimo de la maquinaria cubana y que –en aquella ocasión– se encontraban lesionados.
Con ellos en el barco, nuestra selección recibe una importante inyección de calidad. La presencia de los dos primeros ofrece contundencia y variantes a la ofensiva, mientras que el central villaclareño solidifica la línea defensiva. El impacto de estos sobre la cancha es visible. Y esto quedó claro durante la última presentación de la selección cubana.
Tras caer sorpresivamente en el partido de ida ante San Cristóbal y Nieves con marcador de 1-2, los de La Mayor de Las Antillas llegaron a Santiago de Cuba no solo con la obligación de ganar, sino con la necesidad de hacerlo practicando un fútbol que reflejara las verdaderas diferencias entre ambos elencos.
Y precisamente con goles de Onel Hernández, Yosel Piedra, Luis Paradela y Maykel Reyes, los dirigidos por Yunielis Castillo concretaron una categórica remontada que, además de mantener con vida las aspiraciones de clasificar a la Copa Oro, oxigena el proyecto del estratega espirituano, que ya venía siendo severamente cuestionada tras el descenso al Nivel B de Liga de Naciones y parecía desplomarse tras el batacazo que significó la derrota en Basseterre ante uno de los países más pequeños del mundo.
Fútbol: selección cubana supera el primer obstáculo hacia la Copa Oro 2025
Los nuestros mostraron una superioridad palmaria en cada renglón del juego, controlando el balón, circulándolo a placer, generando constantes llegadas de peligro al arco rival y materializando con disparos a puerta las jugadas que se articulaban. Por lo tanto, si las lesiones lo permiten –y si se logra materializar una convocatoria más similar a esta última– Trinidad y Tobago deberá enfrentar a una Cuba más fortalecida con respecto a la que vio en octubre.
El equipo, además, ha agradecido la presencia de Pedro Bravo en el centro del campo, quien no hizo quedar mal a quienes pedían su convocatoria a la selección y se gastó un partidazo en Santiago, apropiándose de los balones sueltos y distribuyendo con criterio hacia ambos lados de la cancha.
También es notorio el importante crecimiento que, en tan poco tiempo, ha tenido Luis Paradela en el fútbol europeo. Al jugador matancero, que a inicios de la presente temporada fichó marchó al fútbol de Rumania para unirse al Universitatea Craiova, se le ve más pensante y generoso con el balón en los pies, con una mayor comprensión del juego y asertividad en sus decisiones.
Si a todo esto sumamos que, para esos encuentros, debemos tener disponibles a tres establecidos como Willian Pozo, Cavafe y Darion Reyes –ausentes por lesión en la última convocatoria– puede presagiarse un equipo con mayor profundidad y variantes.
Es necesario reconocer también el importante paso al frente que ha dado uno jugadores de la selección sub-20, cuya convocatoria hemos cuestionado. Se trata del joven lateral derecho Elvis Casanova que, en su primera titularidad con la selección, tuvo varias internadas de peligro por banda, provocando un penal e, incluso, quedándose a las puertas del gol tras una bonita jugada individual que desafortunadamente no encontró la red.
Quizá Elvis es, junto a Karel Pérez, el único sub-20 que a día de hoy está a un nivel aceptable para la selección mayor. Eso sí. Hay que decir que no fue prácticamente exigido en el orden defensivo, cosa que no sucederá ante equipos de mayor caché como Trinidad y Tobago, por lo que Orlando Calvo debe seguir siendo la primera opción en dicha demarcación.
Ahora, si bien es cierto que la última presentación de la sele dejó muy buenas sensaciones de cara a las Preliminares, debemos abordar nuestra realidad actual sin excesos de optimismo. Pues, sin ánimos de restar méritos a lo conseguido por los nuestros, es justo decir que —en gran medida— lo visto sobre la cancha es el resultado de un enfrentamiento entre selecciones de niveles desiguales.
Si bien San Cristóbal y Nieves logró arrancarnos el primer partido, no es este diminuto territorio caribeño un medidor real para una selección con las aspiraciones de Cuba. La derrota en Basseterre debe ser abordada más bien como una señal de cuidado. Trinidad y Tobago está varios niveles por encima y, si realmente queremos estar en Copa Oro, debemos estar a la altura del nuevo oponente.