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La vida de Jesús Cruz en el Cerro es como la de cualquier otro cubano. Su rutina no escapa a las dificultades diarias en la isla. Sin embargo, a sus 43 años, Cruz ostenta una responsabilidad única en todo el país: ser el entrenador del seleccionado nacional de voleibol en su categoría masculina.
Se despierta lo más temprano posible para tratar de ser el primero en cada entrenamiento. En más de una ocasión, la mañana lo ha sorprendido caminando hacia la Escuela Cubana de Voleibol. A veces alquila un carro, pero es un lujo que no puede permitirse todos los días. Cruz no recibe un salario especial por entrenar al Cuba. “Cobro como un maestro de primaria o cualquier otro docente; a pesar de ello, me esfuerzo para cumplir con mi trabajo”, dice a OnCuba.

De su etapa como central en antiguas preselecciones cubanas ¿Qué es lo que más le ha servido para ser entrenador?
Todo. Desde mi experiencia como atleta hasta la interacción con varios entrenadores que ayudaron en mi formación. Personas como Gilberto Herrera y Roberto García me marcaron y fueron una guía para dedicarme a entrenar después. Claro está que el pasado como atleta siempre da una visión más clara.
Usted trabajó en categorías inferiores con varios de los voleibolistas que hoy conforman el plantel nacional de mayores. ¿En cuáles ha visto mayor crecimiento?
Puedo decir que todos han mejorado mucho. La mayoría fueron alumnos míos en la categoría Sub-19. No puedo dejar de nombrar casos como los de Miguel Ángel López, que lo ha hecho muy bien en las ligas que ha jugado, y Javier Concepción, que se ha convertido en uno de los mejores bloqueadores de las últimas Ligas de Naciones (VNL, por sus siglas en inglés).
A propósito de Miguel Ángel López, muchas veces se le señala que no rinde lo mismo a nivel de clubes que cuando representa a Cuba. ¿Qué opinión le merece ese criterio?
Bueno, ese señalamiento no solo se le ha hecho a Miguel Ángel, también a otros. Pero debemos tener en cuenta que los torneos a nivel de selecciones son diferentes a los de clubes. Por ejemplo, en clubes enfrentas equipos de tu misma calidad, pero también otros conjuntos muy por debajo. Con respecto a las selecciones, son menos los equipos débiles, y en torneos como la VNL, el nivel es muy parejo. Por suerte, en esta edición pudimos alternar más los jugadores. Son dinámicas muy diferentes.
Del abismo al éxtasis o viceversa: el ciclo infinito del voleibol cubano
Otra situación muy comentada por la afición es la diferencia de roce internacional entre entrenadores y jugadores del combinado nacional. ¿Cómo hacen usted y su cuerpo técnico para, después de pasar el año en Cuba, estar a la altura de los voleibolistas cubanos que llegan tras competir en el exterior?
Para nadie es un secreto que el trabajo que hacen los clubes es muy diferente al nuestro. Pero bueno, desde Cuba tenemos acceso a varios de los entrenamientos de los muchachos en el extranjero. Lo idóneo sería estar presente, o seguirlos en tiempo real, pero siempre tratamos de estar al tanto.
También accedemos a todas sus estadísticas y velamos por las funciones que va desempeñando cada jugador. A veces coinciden dos muy buenos en una misma posición, y nos toca ajustarlos aquí para reforzar un punto débil.
Para seguir los partidos, es a base de una débil conexión por datos móviles, que salen de mi bolsillo. En la Escuela Cubana de Voleibol contamos con Wi-Fi pero se suele pasar mucho trabajo con esa señal, casi siempre es más rápido con los datos para descargar los enlaces y conseguir los números. Varios compañeros, con un internet menos limitado que el nuestro, nos colaboran en la búsqueda de información.
Cuando se compara la logística del equipo cubano con la de otros elencos élite, ¿cuáles son las diferencias?
Todavía nos falta mucho para estar a la par de la élite en ese sentido. Nosotros contamos con un estadístico extranjero, pero tenemos uno solo, mientras los demás equipos se mueven con dos o tres. Los staff de primer nivel suelen ser de 12 a 14 integrantes, entre los que aparecen varios fisiatras, preparadores físicos y médicos. Es algo más que tres entrenadores. Además, cada plantel lleva 16 jugadores, dos de más por si se presenta una baja
La edición 2025 de la VNL deparó a Cuba su mejor actuación histórica en un certamen del que forman parte desde 2023. Los caribeños alcanzaron los cuartos de final tras seis victorias e igual número de descalabros en la fase regular. Los cubanos quebraron sus propias barreras ante rivales aparentemente invencibles. Lograron vencer a Serbia, después de 12 años; a Polonia, después de 15 años, y a Países Bajos, después de 22 años. En el plano individual destacaron Marlon Yant, líder anotador del evento; José Israel Massó, octavo con más puntos del torneo, y Javier Concepción, con la cuarta mejor marca de bloqueos en la lid.
¿Qué diferencias apreció entre el Cuba de la VNL 2025 y el que terminó en noveno lugar en 2024?
El equipo ha entendido que se le puede ganar a grandes contendientes. En el ranking mundial hay un grupo de equipos que se han mantenido entre los cinco primeros en los últimos diez años, y no se puede pensar tampoco que es suficiente con que un cubano juegue bien en determinada liga. Equipos como Canadá y Argentina, de varios jugadores en Italia y Polonia, no pudieron pasar a la ronda de eliminación directa en esta VNL.

Cuba abrió el torneo propinándole a Brasil su única derrota en el tramo regular y ya van dos victorias consecutivas contra los sudamericanos en la VNL ¿Cuáles son las claves?
Las características de ellos son muy similares a las nuestras. Es un juego agresivo y fogoso. Entonces encajan más con nuestras armas. Además, es un clásico que todos siempre quieren jugar.
Quizá la victoria ante Alemania fue la que más exigió a los cubanos, porque apenas horas antes de ese choque faltaba media plantilla en Belgrado por irregularidades para coordinar el viaje. Ante esa dificultad, ¿cómo se planifica dicho compromiso?
Buscamos que fueran titulares los jugadores que llegaran primero a Serbia. Y como tuvimos una primera semana muy mala, nos hacía falta la victoria. A pesar del agotamiento por el viaje largo, no podíamos darnos el lujo de perder.
Ese triunfo fue muy importante porque nos puso en una situación anímica favorable para discutir el resto de la semana. Las escalas de 20 y tantas horas son sumamente incómodas. Quisiera que se viajara con más comodidad, pero no está en mis manos.
Sin embargo, el 3-1 sobre Polonia retumbó en toda Cuba. ¿Cuál fue la clave para doblegar a los polacos?
Atendiendo al último juego que habíamos efectuado contra ellos en la pasada VNL, donde Wilfredo León estuvo inmenso, sabíamos que el entrenador polaco abriría con sus mejores cartas, incluido León. Nosotros tenemos a Massó en la rotación, que es buen bloqueador de esquina, y junto a nuestro estadístico, buscamos la manera de que coincidiera Massó con León. Por lo menos en el inicio se nos dio lo que planificamos, León en zona cuatro y Massó bloqueando en zona dos. Esos primeros momentos fueron cruciales.

Cuando hay que enfrentar a cubanos nacionalizados por otros países, ¿cómo lo acoge el grupo?
Como decía León en una entrevista, aunque él nació en Cuba, está representando otro país y tiene que hacer el trabajo. De la misma manera, a nosotros nos toca ser profesionales y explotar la debilidad del adversario, sin mirar si este surgió de la Escuela Cubana. León no va a aflojar contra nosotros, ni nosotros aflojaremos contra él.
No obstante, eso no impidió determinados gestos de León para con la escuadra cubana durante su estancia en Polonia…
Él nos consiguió el lugar donde nos alojamos durante tres noches después de la última semana de la clasificatoria. No fue gratis. Se pagó la estancia allí, pero gracias a León pudimos resolver más rápido. Además, él fue compañero de atletas como Robertlandy Simón y David Fiel cuando jugaba por Cuba. Esas relaciones no las va a perder nunca.
Un tema que golpeó a Cuba durante la VNL fue que su líbero titular, Yonder García, no estuvo a tiempo completo con el equipo. Su lugar lo tomó un jugador reacomodado. ¿Por qué se designó a Bryan Camino para esta función?
Yonder tuvo una situación personal con su mamá, que atraviesa por complicaciones de salud, y tuvo que trasladarse a La Habana de forma urgente. Teníamos otro líbero en planes, Alain Gorguet, que tampoco pudo estar por temas personales, y al no tener otro jugador de esa posición con visa para suplir, optamos porque Camino adquiriera experiencia y viera de primera mano los partidos a este nivel.

Hablemos de los 258 puntos de Marlon Yant en esta VNL…
Marlon viene con un desarrollo espectacular. En esta VNL asumió un rol protagónico para ayudar al equipo. Eso dio al traste con el nivel que sabemos que tiene y que logró explotar en esta oportunidad. Por su juventud, creemos que seguirá mejorando. Él venía trabajando muy bien su preparación física en Rusia, y mantuvimos ese trabajo.
Siempre es fundamental entrevistarse con cada jugador que llega de su liga tras siete meses en los que el contacto solo fue telefónico.
La Cuba capaz de vencer a contendientes como Polonia y Brasil, cede ante equipos menos fuertes como China. ¿Por qué a veces los cubanos dejan escapar partidos más asequibles?
En aquel partido ante China por la última fecha de la etapa regular de esta VNL, salíamos favoritos. Sin embargo, perdimos 3-2. Como era un juego que daba directamente la clasificación a la siguiente ronda, sin tener que esperar a otros resultados, esa carga emocional nos llevó a cometer muchos errores que igualaron las acciones de juego.
A veces contra rivales de menos calibre nos pasa factura el esperar que el contrario se disminuya, en vez de nosotros imponernos. Eso es algo que todavía nos falta, terminar los partidos en momentos claves y ganar ante los menos fuertes sin dejar dudas.