Cualquier pelotero cubano salido en 2014 y con una línea ofensiva de 295/391/445 hubiera firmado con alguna organización de Grandes Ligas. Hace dos años, las franquicias ligamayoristas confiaban más que ahora que el talento cubano. Pero Pavel Quesada no ha contado con lo que se necesita en la mayoría de los casos: buena representación.
Existen varios casos en los que muchos beisbolistas cubanos se quejan de perder tiempo porque los agentes e inversionistas buscan una firma para obtener dividendos personales sin interesarse en el jugador.
Quesada estuvo cerca de firmar con los Mets: “En ese momento no tenía papeles. Y con el que vine estaba pidiendo demasiado dinero por mí, y yo sin saber nada. Lo único que quiero es jugar. Yo tampoco supe el gran interés de los Mets porque él no me dijo nada. Me enteré después. Igual con San Diego, más reciente”, dijo a OnCuba quien fuera también equipo Cuba juvenil en 2004 y 2006.
Pavel jugó en 2015 con las Águilas Cibaeñas en la Liga Invernal Dominicana y tras solo seis asistencias a home, con un hit y dos impulsadas le recesaron el contrato.
Su historia está llena de nubes y espirales. Su ejemplo, es el perfecto caso de un muchacho lleno de talento pero mal representado de principio a fin.
“No he tenido un buen manejo. He tenido equipos interesados y con la gente que estuve querían más dinero. Negociaban por detrás de mí”, agregó el versátil infielder.
El muchacho de 27 años atravesó por momentos de desconcierto y decepción en los que no quería entrenar. La desilusión se apropió de su cuerpo, aunque todavía en la mente existan esos grandes sueños.
“Te digo yo estuve muy decepcionado un tiempo. Ni quería jugar . Siempre he estado entrenando y haciendo gimnasio. Estuve un tiempo en Dominicana por mis medios, yo tenía que pagarme todos mis gastos de todo, comida, entrenar, gimnasio; cargué con eso yo solo. Pero siempre me mantuve entrenando. Me metía en cualquier juego, en una máquina de bateo cerca de donde vivía, pero la decepción era con los que me representaron en ese tiempo”, expresó.
En el presente está esperanzado en seguir jugando, y tras cambiar de representación, anduvo un tiempo con los Bravos de Margarita en la Liga invernal de Venezuela, aunque sin saltar al equipo grande tras luego ser dejado en libertad. Ahora persigue oportunidades de contrato en Nicaragua donde se encuentran dirigiendo tres managers cubanos (Padilla, Anglada, Germán Mesa) y juegan dos cubanos (Donell Linares y Ángel Rigoberto Cabrera).
Quesada cuenta con un swing saludable con el que alcanza gran volumen de extrabases, además de poseer poder limitado puede jugar más de una posición dentro del infield. Tras casi dos años sin juego constante, necesita recuperar la adaptación de su juego, lo cual es en extremo difícil si no logra firmar con algún equipo durante este invierno.
En la liga paralela de Venezuela bateó de 31-9, a pesar de una primera semana funesta donde solo consiguió un hit en 11 turnos.
Pavel Quesada puede lograr volver a su nivel y salir del vació donde fue dejado por muchas de las tantas personas enriquecidas por el negocio de la migración del béisbol cubano. Es momento para él de seguir adelante. Ahuyentar los fantasmas con la persistencia y el talento.
El jugador de la semana: Randy Arozarena (Mayos de Navojoa). El utilísimo jugador pinareño está destrozando el nivel de la LMP (Liga Mexicana del Pacífico). Actualmente es la inspiración de los Mayos junto con el primer bate Yosmany “el lobo” Guerra. Randy batea 359 de AVE (cuarto de la liga) tras las dos robadas del jueves se convirtió en líder de bases robadas con 10. El prospecto #16 de los Cardenales de San Luis es cuarto en OBP con 449.
Lo más negativo: El mal inicio de Félix Pérez con los Leones de Caracas en Venezuela. Esperemos que una de las grandes estrellas del invierno se recupere lo antes posible.
El dilema: La gerencia de los Dodgers se halla en el siguiente dilema. ¿Podrá desbloquear a Yasiel Puig para que juegue en México en la presente temporada invernal?
Lo extraño pero real: Toronto Blue Jays firmó a Kendrys Morales (33 M) y Lurdes Gurriel Jr. (22.5) Ambos cubanos se unirán a la franquicia canadiense. En el caso de Kendrys parece extraño que los Reales de Kansas no lucharán un poco más por sus servicios. El contrato de Gurriel Jr., me resulta demasiado extensivo, ¿siete años? Aunque también estoy seguro que esta fue la mejor propuesta que recibió.
La frase: “Todavía estoy cogiendo mi ritmo y he venido a Puerto Rico para buscar una nueva oportunidad en el béisbol de las Grandes Ligas. Me siento bastante bien en Puerto Rico”, dijo Héctor Olivera a El Nuevo Día de Puerto Rico sobre su presente con los Cangrejeros de Santurce.