En noviembre comienza la 53 Serie Nacional de Béisbol con un par de modificaciones que incitan, al menos, a seguirle la pista. En tiempos de intenso debates sobre el futuro de la pelota cubana, sin dudas, esta edición servirá de justo termómetro para calibrar por donde andamos.
Algunos escépticos aseguran que la pelota en Cuba toca fondo, que su torneo doméstico ha perdido caché, toda la fastuosidad que poseía un par de lustros atrás. Otros, quizás demasiados románticos, siguen abrazados al pasado, defendiendo la idea del avance por cuenta propia, del empirismo, del talento como único sustento para alcanzar el desarrollo, la prosperidad de los atletas.
Tal vez esas opiniones hayan condicionado algunos detalles de nueva implementación para este torneo. Resulta que a raíz de la permuta de la familia Gourriel a La Habana, o lo que es lo mismo a Industriales, se han destapados los movimientos de jugadores entre equipos. Casi que estos meses previos a la lid se han convertido en un mercado de fichajes veraniego.
A parte del trío espirituano, otros jugadores determinantes se han desplazado de sus territorios. Y digo jugadores determinantes porque en temporadas anteriores estos movimientos de provincias se sucedían también, pero con atletas que de algún modo eran indiferentes para los ojos de la Comisión Nacional.
Para esta lid ya han tramitados sus permutas unos cuantos jugadores del más alto nivel cualitativo en el país. Lo más llamativo ha sido que Víctor Mesa se las ha arreglado para resolver su latente dolor de cabeza del short stop y vestirá con el uniforme de Matanzas al miembro de la preselección nacional Dainer Moreira, holguinero que militaba en las filas de Guantánamo.
El portento capitalino de Jorge Luis Barcelán ha ido para territorio de Mayabe donde se le hará más fácil custodiar la tercera almohadilla, una vez que Yulieski Gourriel ha desembarcado en La Habana. Con otro de los que se rumorea su posible salida de la provincia natal es con el slugger tunero Joan Carlos Pedroso, aunque todavía no se conoce su paradero final, hay quienes lo vinculan con los equipos de Santiago de Cuba, Isla de la Juventud y Matanzas.
A partir de esta Serie serán las provincias las que regulen los respectivos permisos atendiendo a lo reglamentado para la participación en el torneo nacional, mientras que la Federación Nacional solo actuará como árbitro en las decisiones que tomen los territorios implicados.
Además, si hay algo que agradecerle a esta entidad es el cambio de horario de los partidos. Para esta edición, los aficionados podrán acostarse previsiblemente antes de la media noche, ya que los encuentros están programados con hora de inicio para las 7:15 pm los que serán trasmitidos por la televisión y para las 7 pm el resto.
En la 53 Serie Nacional también debutará la utilización de un elemento novedoso, y es que por primera vez de forma oficial en el béisbol cubano, las repeticiones televisivas entraran en vigor.Aun no se sabe de qué manera ni en qué tipo de jugadas se aplicará la cámara lenta, solo es de manejo público que se empleará en los partidos trasmitidos por la televisión —uno diario—y en los play off.
Foto tomada de Internet/ Ismael Francisco