“Quédate en casa, cuídate tú y cuida a tu familia”. Esa es la siguiente jugada que la ajedrecista Lisandra Ordaz aconseja a todos los cubanos que hoy están en plena partida contra el coronavirus, tanto en la Isla como en los más disimiles rincones del planeta.
La trebejista pinareña, coronada como monarca nacional hace solo dos meses, ha sido una de las voces más persuasivas de la comunidad ajedrecística cubana en medio de la batalla que libra toda la humanidad ante la pandemia más peligrosa del presente siglo.
“¿Cuál es la jugada más correcta para enfrentar al virus? Surgen muchas posiciones complicadas cuando los factores o elementos determinantes no están del todo claro, lo que a menudo provoca una oleada de jugadas candidatas. Sin embargo, no es el caso; ante la amenaza mortal que representa la propagación del virus, solo existe una jugada buena y práctica: quedarte en casa y jugar ajedrez online.”
Ese es uno de los tantos mensajes que Lisandra ha transmitido a través de las redes sociales, puente de comunicación ideal en tiempos donde el distanciamiento físico es la mejor vacuna para frenar la propagación del virus.
Y justamente a través de Facebook, Ordaz confesó a OnCuba que debemos “ser fuertes psicológicamente para enfrentar esta dolorosa crisis”, la cual nos ha dado la oportunidad de mirar hacia nuevos horizontes y prestar atención a detalles que, en ocasiones, no le damos toda la importancia que merecen.
“Con el simple hecho de quedarnos en casa ya somos parte importante del proceso de lucha contra el virus. Ahora finalmente podemos disfrutar en familia de los pequeños detalles, una sonrisa, una palabra amable… Pero también debemos pensar en los vecinos, en los amigos o familiares que están solos. ¡No olvides, una llamada o una video llamada puede ser la gran diferencia, convertirse en la vacuna ideal para apoyarlo en momentos de soledad!
“A las personas que por su trabajo deben salir de casa, no se confíen, tomen todas las medidas de precaución. Son tiempos de solidaridad, de apoyo y disciplina social”, expresa Lisandra.
Ordaz ha estado en el centro de atención en los últimos meses, pues ganó el cetro doméstico en febrero. “Es una meta cumplida y motivo de alegría para mis seres queridos”, asegura, feliz porque nunca había logrado el máximo galardón de la Isla y ahora lo logró después de seis años alejada de las lides nacionales.
El triunfo, inmediatamente, la colocó al frente de una selección nacional repleta de proyectos truncos por la propagación del coronavirus.
“Muchos eran los planes para la preparación del equipo; concentrado en México, participación en los torneos internacionales: Ajeduni, Capablanca In Memoriam, Guillermo García in Memoriam, Remberto Fernández in Memoriam y una pequeña gira en España. Sin embargo, una dura realidad nos golpeó, nos tocó jugar la partida más difícil de nuestras vidas: enfrentar el coronavirus”, dice Lisandra, cuyas estrategias han cambiado por completo.
“Con la consigna #quédateencasa y juega ajedrez online surgen dos excelentes iniciativas para el mes de abril, las cuales tienen como objetivo fundamental promocionar el ajedrez y que las figuras más jóvenes del país interactúen directamente con los jugadores de mayor experiencia competitiva, todo en pos del desarrollo del ajedrez cubano”, asegura Ordaz en referencia a la 1ra Copa Cuba Online y el torneo por equipos con la participación de todas las provincias del país.
Con Leinier y Bruzón el ajedrez se convirtió en un deporte mediático en Cuba
Lisandra Ordaz siente profundo orgullo por el ajedrez cubano, que “históricamente ha sido un deporte con destacados resultados en el área internacional, desde los tiempos de José Raúl Capablanca hasta Albornoz en la actualidad”.
Sostener la varilla en lo alto del olimpo, justo donde la dejó Capablanca, no era una tarea sencilla, pero la promoción, divulgación, práctica y masificación del ajedrez después de 1959 permitió el crecimiento y la popularidad del juego ciencia en la Isla.
“La realización de torneos insignes con la participación de la élite mundial propició una oleada de excelentes jugadores cubanos. El pueblo disfrutó de los éxitos constantes de esta gran generación, no fue un suceso aislado. Por otro lado, Cuba potenció el deporte en dos grandes direcciones: en las escuelas y las clases televisadas”, explica Lisandra, fruto justamente de la masificación del ajedrez.
Ordaz creció entre damas y peones, cuando el juego ciencia desde la base era un eslabón imprescindible en el desarrollo del alto rendimiento. En todo ese andar generacional, recuerda, surgieron dos estelares como Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón, quienes hicieron pensar a los fanáticos que era posible romper la barrera de los 2 700 puntos ELO.
“Ellos soñaron con insertarse en la élite mundial, hicieron soñar en grande a muchos, y lograron su objetivo. Tuve la fortuna de vivir esa etapa, y fue lindo. Ellos fueron la motivación de muchos jóvenes, el ajedrez se convirtió en un deporte mediático en nuestro país, todo el pueblo lo seguía”, rememora con nostalgia la experimentada jugadora, que ha participado en varias Olimpiadas Mundiales con la selección nacional.
Precisamente, el ajedrez femenino también ha experimentado un salto cualitativo notable, con títulos en torneos continentales, panamericanos y centroamericanos. Además, se han logrado clasificaciones a Campeonatos Mundiales y destacadas actuaciones en importantes abiertos mixtos.
“Somos el país de América con más Grandes Maestras graduadas (nueve), hemos ganado medallas en las Olimpiadas mundiales y cómo olvidar el histórico cuarto lugar en la Olimpiada de Khanty-Mansiysk, nuestro mejor resultado histórico. En los tiempos actuales, contamos con una mezcla generacional, contraste entre experiencia y juventud, lo que garantiza el futuro inmediato”, recuerda Lisandra, para quien es vital seguir potenciando el juego ciencia desde edades tempranas.
“Para continuar por esta senda, y teniendo en cuenta las exigencias actuales, es importante rescatar el ajedrez como parte del plan de estudio en las escuelas para priorizar el trabajo con niños y niñas, de forma que permita un adecuado proceso de captación de talentos en busca de lograr insertarlos en el alto rendimiento con mayor prontitud.
“Es necesario también el perfeccionamiento continuo del proceso de entrenamiento en ajedrez que haga énfasis en el uso de las nuevas tecnologías, el incremento de topes, bases y competencias en todas las categorías, así como elaborar estrategias individuales para el desarrollo de los atletas más destacados del país”, añade la Gran Maestra vueltabajera.
Para Lisandra, queda mucho caminar por delante, pero Cuba cuenta con un arsenal de talentosos jugadores y jugadoras. “Ahora es tarea de todos unir esfuerzos para incrementar los resultados internacionales.”
Mis saludos y mis deseos de salud a ella y a sus familiares. Y todos los que la admiramos esperamos sus nuevos triunfos deportivos.