La selección masculina cubana de balonmano ya conoce sus rivales de cara al III Campeonato Mundial de Naciones Emergentes, que se celebrará del 8 al 16 de junio próximo en el Tbilisi Sports Palace de la capital georgiana.
Cuba, dirigida por Luis Enrique Delisle, se medirá a las escuadras de China, Azerbaiyán, Gran Bretaña, Colombia y la India en el Grupo A del certamen, que en la llave B tendrá a los exponentes locales, Bulgaria, Irlanda, Malta, Nigeria y Estados Unidos, estos últimos, víctimas de los cubanos en el torne regional e incluidos en la lid con el wild card de la Federación Internacional.
En el apartado de los de la Isla, chinos y británicos han participado en las dos anteriores ediciones de la lid, mientras los azeríes estuvieron en la versión del 2017, organizada en las ciudades búlgaras de Gabrovo y Veliko Tarnovo. Por su parte, indios y colombianos, al igual que el combinado de la Isla, debutan en el evento.
No debe ser un examen sencillo para Cuba, aunque de sus rivales de turno con experiencia en los pasados certámenes, solo China logró pasar la fase de grupos en el 2017, cuando concluyeron en la sexta posición.
Anteriormente, los asiáticos habían sucumbido en la primera ronda durante el Mundial del 2015 en Kosovo, donde cayeron frente a Malta, empataron con Moldavia y superaron a Irlanda, para totalizar tres unidades.
Ya en el 2017 mejoraron con triunfos sobre Armenia y Moldavia, y una derrota contra Islas Feroe, a la postre monarcas de la lid. Los chinos avanzaron a cuartos de final, instancia en la que perdieron con Chipre, y después, en la discusión del quinto al octavo lugar, derrotaron a Georgia, pero perdieron con Bulgaria.
Los británicos, por su parte, culminaron con balance de 2-1 (éxitos frente a Estonia y Albania, y derrota contra Camerún) en la fase de grupos del Mundial del 2015, pero formaron parte de un triple empate con estonios y cameruneses, del cual salieron mal parados por la diferencia de goles en los partidos entre sí.
Tras esa amarga experiencia de eliminación, Gran Bretaña regresó en el 2017, pero la suerte tampoco le sonrió, al caer frente a Luxemburgo y Georgia, y lograr una solitaria victoria contra Malta. En la discusión del noveno al último escaño, derrotaron a Albania, cayeron frente a Moldavia y superaron a Irlanda, para anclar en el puesto 11.
En cuanto a Azerbaiyán, ellos debutaron en el 2017 con victoria sobre Andorra y derrotas contra Bulgaria y Chipre, desempeño que los sacó de la lucha por las medallas. En la batalla por las posiciones zagueras, desbancaron a Armenia e Irlanda, pero perdieron con Moldavia y culminaron en el décimo escaño.
De la India no se tienen muchas pistas, mientras que Colombia, ganador del Campeonato de Naciones Emergentes de Centro y Suramérica el pasado año, no debe ser un escollo tan grande para la selección cubana, a juzgar por su quinto puesto en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde los chicos de Luis Enrique Delisle se llevaron el cetro con relativa facilidad.
A priori, chinos, británicos y azeríes, en ese orden, se pintan como los grandes oponentes mundialistas de la escuadra caribeña en Tbilisi, donde se competirá bajo un nuevo sistema de dos grupos de seis equipos, contrario a las pasadas ediciones, en las que 16 conjuntos se dividieron en cuatro llaves de igual cantidad de selecciones.
Este cambio de formato debe implicar también modificaciones en el sistema de clasificación. Aunque todavía no se ha develado cómo será el proceso para avanzar a la discusión de las medallas, es probable que hasta cuatro equipos por cada grupo tengan opciones de pelear por el cetro de la justa.
Islas Feroe ganó los dos primeros Mundiales de Naciones Emergentes en 2015 y 2017, con éxitos frente a Letonia y Turquía, respectivamente. En tanto, Kosovo se llevó dos veces el metal bronceado con triunfos sobre Uruguay y Chipre, por ese orden.
De cara a la presente edición, todos los países podrán presentar jugadores entre 16 y 30 años. Este detalle permitirá a Cuba competir con la mayoría de sus efectivos contratados en Europa, muchos de los cuales formarán parte de la columna vertebral del plantel que representará a la Isla en los Juegos Panamericanos de Lima.